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Xi advierte a Biden "no jugar con fuego" sobre Taiwán y Kim le avisa que está listo para disputa militar

CUMBRE TELEFÓNICA V. Líderes de China y EE.UU. conversaron en medio de tensiones por posible visita de Nancy Pelosi a la isla. Diálogo fue "directo", "honesto" y "profundo".
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Agencias

El presidente estadounidense Joe Biden reafirmó ayer su respeto al statu quo de Taiwán en un intento por tranquilizar a China, mientras que su presidente, Xi Jinping, aprovechó para lanzar una dura advertencia a Washington y pedirle que "no juegue con fuego".

Biden y Xi mantuvieron una conversación telefónica (la quinta desde que asumió Biden) de más de dos horas que la Casa Blanca describió como "directa y honesta", mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores chino la calificó de "franca y profunda".

La cartera china fue la primero en informar del contenido de la conversación, la primera desde marzo y en la que Xi reiteró sus reclamos sobre Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.

Xi además rechazó cualquier "injerencia extranjera", pero no hizo ninguna mención al posible viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, el primero de un político estadounidense de ese rango en 25 años después de la visita en 1997 del republicano Newt Gingrich.

Pelosi aún no ha confirmado el viaje, pero China ya ha advertido que responderá con firmeza a una visita que percibe como una amenaza.

"Jugar con fuego hará que tú mismo salgas ardiendo", avisó el ministerio chino y expresó su deseo de que "EE.UU. pueda ver esto claramente".

En la conversación, Xi también reclamó a Biden que acate el principio de "una sola China" que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país y que significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer Washington es el que tiene sede en Pekín, lo que lo aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.

Según un alto funcionario de la Casa Blanca, Biden reiteró en la llamada su respeto a ese principio que hizo que hace casi medio siglo Washington rompiera lazos diplomáticos con Taipei y los estableciera con Pekín.

A cambio, EE.UU. firmó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, que compromete al país con la defensa de la isla, aunque no deja claro si intervendría en caso de ataque chino.

Esa política de "ambigüedad estratégica" se quebró aparentemente en mayo cuando Biden avisó sobre la posibilidad de una intervención estadounidense si China invadía Taiwán, aunque posteriormente la Casa Blanca intentó dejar claro que no había habido ningún cambio en la política hacia la isla.

Respeto al statu quo

En la llamada con Xi, la primera desde ese incidente, Biden procuró calmar los ánimos del gigante asiático y reiterar el respeto de Washington al statu quo.

En concreto, la Casa Blanca explicó que Biden dijo a Xi que la política de EE.UU. no ha cambiado y que su Gobierno sigue oponiéndose "enérgicamente" a cualquier esfuerzo unilateral para "cambiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad" en el estrecho de Taiwán, que separa a China de la isla.

Aparte de Taiwán, los dos líderes hablaron sobre cambio climático, seguridad en temas de salud y lucha contra narcóticos,.

Además, Biden expresó su preocupación por el respeto a los derechos humanos en China y por los ciudadanos estadounidenses detenidos arbitrariamente en ese país.

También hablaron sobre la guerra en Ucrania, en la que China mantiene una postura ambigua al pedir respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluido Ucrania, y atención para las "legítimas preocupaciones de todos los países", en referencia a Rusia.

En el ámbito económico, Biden expresó "preocupación" por las prácticas comerciales de China, pero no llegó a hablar en profundidad sobre los aranceles que impuso su antecesor Donald Trump (2017-2021) y que se mantienen sobre importaciones chinas por valor de 350.000 millones de dólares.

Corea del norte

Pocas horas antes del diálogo Xi-Biden, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, advirtió a Estados Unidos que "nuestras fuerzas armadas están completamente preparadas para responder a cualquier crisis y la disuasión nuclear de nuestra nación también está lista para movilizar su fuerza absoluta de manera fiable, precisa y rápida".

El 27 de julio se celebra en Norcorea el Día de la Victoria, en el que Pionyang conmemora el fin de la Guerra de Corea, y en su discurso de conmemoración, el líder del régimen también cargó contra Corea del Sur y su presidente, Yoon Suk-yeol, quien desde su llegada al cargo adoptó una línea más dura frente al país vecino y sus recientes pruebas armamentísticas.

Pionyang dijo que cualquier intento de Seúl de incapacitar preventivamente al país recibirá un respuesta "dura", incluso la "aniquilación".

EE.UU. entra en recesión técnica, pero presidente cree que "no suena a eso"

INFLACIÓN. La primera economía del mundo suma dos trimestres de caídas
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La advertencia de los economistas de una posible caída en recesión técnica en Estados Unidos se confirmó con la publicación del dato del Producto Interno Bruto (PIB) que cayó 0,2% en el segundo trimestre en un contexto de inflación desbocada y de crisis global derivada de la invasión rusa en Ucrania.

El PIB de la primera economía del mundo encadena así dos trimestres de caídas, según confirma el dato publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales, lo que tradicionalmente se considera una recesión técnica.

Este diagnóstico, sin embargo, no es compartido por el Gobierno estadounidense, que no cree que el país se encuentre en un escenario de recesión dada la robustez de su economía.

Apenas se conocieron los datos, el propio presidente, Joe Biden, apoyado en los datos económicos recientes del país, defendió la fortaleza de la economía estadounidense y señaló: "Esto no suena a recesión".

Biden dedicó los últimos minutos de su discurso sobre las medidas para frenar la inflación para responder "con hechos sobre el estado de la economía" al debate sobre si el país entró en un periodo de recesión.

Subrayó así los datos "récord" de empleo, con la creación de nueve millones de puestos de trabajo y una tasa de desempleo que está actualmente en el 3,6% y habló también de las importantes inversiones que han anunciado grandes compañías en el país.

Citó además las inversiones de miles de millones en semiconductores por parte de empresas como Intel, Samsung and Texas Instruments o en autos eléctricos a cargo de Ford, General Motors, Hyundai y Tesla.

"Creo que deberíamos evitar una batalla semántica", apuntó más tarde la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, porque aunque el país estaría en una recesión técnica, para la Casa Blanca, la Reserva Federal y muchos analistas la definición de recesión no se ajusta -por el momento- con la realidad actual que Estados Unidos vive. "Cuando miras a la economía, la creación de empleo continúa y las finanzas de los hogares se mantienen sólidas", apuntó Yellen.

Una de las nietas de Biden anuncia que se casará en la Casa Blanca

WASHINGTON. George W. Bush realizó una recepción para su hija en 2008
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Una de las nietas del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que se casará en el extenso jardín sur de la Casa Blanca.

Naomi Biden, de 28 años, anunció su decisión en Twitter con una imagen del jardín, una explanada verde rodeada de árboles y con vistas al obelisco. "No estoy segura de cuál es la mejor forma de dar la noticia que debería haber dado hace semanas... pero finalmente hemos decidido dónde será la ceremonia... y para el alivio del servicio secreto y con el apoyo de los perros (del presidente). ¡Nos vamos a casar en el jardín sur! No podría estar más entusiasmada", afirmó.

Biden tiene siete nietos y Naomi es la mayor. Es hija de Hunter Biden, envuelto en controversias en el pasado y que el entonces presidente estadounidense Donald Trump utilizó como arma política durante la campaña de 2020 por sus lazos con una empresa energética de Ucrania.

Será el primer gran evento de este tipo que se celebra en la Casa Blanca desde que el presidente George W. Bush organizara una recepción para su hija Jenna, un mes antes de su matrimonio con Henry Hager, con el que se casó en el rancho de la familia en Texas.