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Trenes o tranvías para la zona
El clamor de que vuelva el tren se escucha fuerte en Puerto Varas y Puerto Montt. Me parece que se busca con soluciones del pasado entregar mejor conectividad, con menos autos, con espacios para disfrutar un ritmo a escala humana, menos tiempo de desplazamiento, ciudades más cómodas, finalmente, una vida con menos complicaciones.
Dudo que la vuelta al tren nos ayude en esto, más bien pienso que se puede convertir en un problema, como ya ha pasado, de miles de millones de pesos perdidos por un bajo uso y sin una verdadera solución a los problemas que se pretende abordar. ¿Por qué las personas de Puerto Varas, Alerce, La Vara, Puerto Montt y paradas intermedias irían a las estaciones para tomar el tren si tienen que caminar muchas veces bajo la lluvia, o usar otros medios para llegar a la estación?
Se debe pensar en una solución acorde a lo que las personas requieren. Necesitamos medios de transporte que estén cerca de las casas y los lugares de destino. Esto lo intentan los colectivos y las micros, pero aún es insuficiente para los desafíos por venir.
Entonces, ¿por qué no pensar en tranvías que utilicen la red de trenes como principal camino, pero que se internen en las ciudades, que tengan más paradas intermedias y que compartan o reemplacen el espacio con los actuales medios como micros y colectivos? En este sentido, los tranvías movidos por energía eléctrica pueden ser una solución más eficiente y moderna. El tranvía transporta pasajeros haciendo recorridos urbanos, con paradas separadas entre 300 y 2.500 metros. Los trenes transportan más cosas, como mercancías y también pasajeros, a distancias mucho más largas. Los tranvías tienen paradas cada pocos metros.
De esa diferencia fundamental entre trenes y tranvías se derivan otras: los tranvías son más ligeros (para acelerar y frenar mejor), más cortos (para no estorbar el tráfico urbano), no pasan de 60 o 90 kilómetros por hora, etc. Los trenes son muchos más largos y pesados, siempre están compuestos de locomotoras y vagones, etc. Naturalmente, hay intermedios, como los "trenes de cercanía" o los "trenes ligeros" que dentro de la urbe se comportan como tranvías.
El tranvía funciona con rieles de hierro. Sin embargo, estos carriles están incrustados en la carretera normal. También están en el mismo nivel que el camino. ¿No será mejor poner foco en esto que tener trenes que sólo unen espacios entre estaciones? Propongo dejar de pensar linealmente este tema y buscar soluciones para la problemática general, buscando soluciones integrales.
Jorge Guzmán
Gabriel, el jefe de campaña
El Presidente lo sabe. El 4 de septiembre se juega mucho, especialmente para él. Es un proceso, en que él, Gabriel, se jugó su capital político y al cual muchos de sus actuales socios del Frente Amplio y el Partido Comunista, en pleno, no le creyeron.
Él conoce el riesgo y sabe que es alto. Su promesa de cambio y de un gobierno que se hace cargo de las demandas sociales y de las "grandes transformaciones que pide la sociedad chilena" pende de un hilo si es que no se aprueba el proyecto de Constitución, y sí la cuestión constitucional se sigue dilatando y deja al Gobierno sin agenda o sin control de ella.
Está la sombra del gobierno del Presidente Piñera, que cuando durante su mandato se perdió el control político y terminamos presenciando un "parlamentarismo de facto" que llevó a un deterioro inexpugnable de la gobernabilidad por parte del Ejecutivo. Boric no quiere eso el 5 de septiembre.
El Presidente entró de lleno con dos premisas al debate. La primera es instalar que de ganar el Rechazo será una nueva convención quien deba reactivar el proceso, apelando al desgaste de la "cuestión constitucional". Lo segundo, es decir "el Rechazo no tiene agenda", manifestando que votar por ello es mantener el statu quo.
Existe una frase célebre de la serie House Of Cards que en estos casos es necesario recordar. "No inicies una guerra que sabes que vas a perder". El Presidente debe estar muy seguro para ser el jefe de esta campaña y el general de esta guerra. Veamos si la gana.
Javier Pérez, máster en Comunicación Política
Constitución de incertidumbre
En Derecho estudiamos la Constitución como una fuente material de Derecho, de donde emanan las demás normas a regir una sociedad. O al menos así se ha entendido por larga data. Asunto no difícil de comprender.
Pero la izquierda representada por sus convencionales insistió en constituir un borrador constitucional como fuente, pero de las incertidumbres.
Matías Padilla, Fundación Para el Progreso
Silencioso síndrome de Sjögren
El ser humano necesita secreciones y fluidos como la saliva, las lágrimas o las mucosidades para poder realizar diversas funciones, como hablar, comer, relacionarse, defenderse de infecciones, autolimpieza y lubricación. Estas son producidas por glándulas a lo largo del cuerpo y que complementan el mantenimiento de la salud.
Sin embargo, cuando las glándulas pierden función se produce resequedad de ojos, boca y órganos sexuales, afectando la calidad de vida y generando ardor, dolor y aumento del riesgo de enfermedades infecciosas, cardiovasculares, pulmonares, neurológicas, psicológicas y cáncer (en especial el linfoma no Hodgkin, leucemia, cáncer de pulmón y de tiroides).
Entre las entidades autoinmunes crónicas más prevalentes que producen esta alteración, está el síndrome de Sjögren, con prevalencia de un 0,1 a 5% de la población, con predilección por el sexo femenino entre 40 y 50 años de vida, aunque también afecta a hombres y niños.
Precisamente, cada 23 de julio se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Sjögren para concientizar sobre esta enfermedad, que tiene tres etapas, de las cuales solo la tercera se caracteriza por alterar la calidad de vida, produciendo los efectos antes mencionados.
Para diagnosticarlo, existen varias pruebas disponibles, las que involucran un examen ocular cuidadoso, la medición de la producción lagrimal y salival, examen de las glándulas salivales y biopsia de las glándulas salivales menores, para determinar posibles inflamaciones u otras alteraciones.
El tratamiento puede ir desde medidas no farmacológicas como aumento de la actividad física y algunos substitutos, hasta farmacología para síntomas de sequedad bucal y lagrimal o para afecciones sistémicas, siendo siempre necesaria la evaluación profesional.
Lo cierto es que cuando hablamos de una patología tan prevalente en la sociedad, con repercusiones en aspectos profundos de la calidad de vida, debe ser entendida y estudiada a fondo por profesionales en ejercicio y que debe estar plasmado en todos los currículos universitarios. De este modo permite lograr a mediano y largo plazo, mejorar la comprensión de este síndrome, abarcando y llevando esta información a mayor cantidad de personas para tomar las medidas necesarias en cuanto a prevención, diagnóstico y tratamiento.
Esteban Alvarado, Carrera Odontología, USS sede de la Patagonia