Encañonan y amarran a locataria en asalto ocurrido en pleno centro
VIOLENCIA. La víctima, Jimena Pool (58 años), fue intimidada por dos delincuentes cuando estaba sola en una compra y venta de vehículos de calle Mackenna.
Todavía atemorizada se encuentra la comerciante osornina, Jimena Pool (58 años), quien la noche del miércoles se transformó nuevamente en víctima de la delincuencia, pero esta vez en el centro de Osorno.
Mientras se encontraba al interior de las instalaciones de una compra y venta de automóviles de avenida Mackenna entre, O'Higgins y Bulnes, fue sorprendida por dos sujetos armados y encapuchados.
Rezó por su vida
"Aún sigo afectada por lo que me pasó la otra noche, fue muy fuerte y violento. Eran dos tipos, uno más joven que el otro, quienes entraron de manera rápida y uno de ellos me puso una pistola en la cabeza (...) me puse a rezar porque pensé de inmediato que me iban a matar ahí mismo", expresó la locataria afectada.
El hecho, según recuerda la víctima, ocurrió pasadas las 21 horas del miércoles, cuando estaba cuidando la compra y venta de vehículos que funciona en el recinto de Mackenna.
Tras intimidarla con el arma de fuego, uno de los involucrados sacó de entre sus ropa unas amarras que usó para atarla de pies y así dejarla neutralizada, mientras la dupla de delincuentes revisaba el container que sirve de oficina de la empresa.
"Los dos encapuchados estaban bien preparados, portaban todo lo necesario, desde guantes y pistolas, inclusive esas amarras plásticas que me pusieron en mis manos y pies. Se llevaron sólo mi celular al darse cuenta que no había nada más de valor. Pero de seguro pensaron que había dinero en el recinto", sostuvo Pool.
Los ladrones, según la afectada, no habrían estado más de 15 minutos junto a ella y luego escaparon del lugar. Tras lograr cortar las amarras, la mujer pidió ayuda y hasta el local arribó personal policial.
Oscuridad
El hecho ocurrió a una cuadra de la plaza de Armas de Osorno, en un sector catalogado por vecinos como un área oscura y con poco movimiento después del cierre comercial, ya que junto al recinto afectado funciona un estacionamiento y por el otro lado un edificio en cuya planta baja hay locales donde los dueños bajan temprano las rejas en esta época del año.
El capitán de la Primera Comisaría, Ignacio Gatica, señaló que "se constató lo ocurrido y se brindó la ayuda a la víctima. Los ladrones se llevaron un equipo celular y escaparon. El recinto no cuenta con cámaras de seguridad", detalló el oficial policial.
El fiscal Carlos Delgado ordenó diligencias a la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros, quienes comenzaron a realizar un empadronamiento en el sector. Además se pidieron los respaldos de las cámaras de seguridad, tanto municipal como de transporte para verificar si existen imágenes que permitan dar con los responsables del robo.
Condena
A juicio de Jimena Pool, estos delitos "sólo generan inseguridad en una comuna que no estaba acostumbrada a conocer de hechos violentos, como los que se han reportado en el último tiempo".
Y es que este no es la primera experiencia traumática que vive la afectada. En febrero pasado fue asaltada al interior de un colectivo en el cual se dirigía a depositar la cantidad de $12 millones a una entidad bancaria del centro de la ciudad.
Los ladrones que estaban coludidos (chofer y pasajero) la abordaron en Rahue Bajo. Ahí la despojaron de un bolso donde llevaba el dinero correspondiente a la recaudación del fin de semana de una caja vecina.
Respecto del asalto en el verano, dijo estar preocupada ya que la entidad bancaria no le ha cancelado el seguro que corresponde.
"Uno le presta el servicio al banco y ellos aún no se pronuncian. Han citado reuniones de comisiones, dijeron que iban a pagar el 1 de julio y no ha pasado absolutamente nada. Todo eso te da rabia, porque trabajas y te arriesgas, pero el banco no se cuadra para nada", manifestó.
El pasado mes de junio los dos detenidos por el asalto de febrero fueron condenados en un juicio simplificado.
Uno de ellos recibió una sentencia de 7 años de presidio efectivo en la cárcel de Osorno, mientras que el chofer del colectivo cumple condena de tres años, pero en libertad vigilada según la resolución judicial.
"Uno de ellos me puso la pistola en la cabeza (...) me puse a rezar porque pensé de inmediato que me iban a matar ahí mismo"
Jimena Pool, afectada por robo con violencia
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