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Invierno: crece el uso de calefactores a leña ante crisis del pellet y alto costo de la parafina

NECESIDAD. Vecinos y dirigentes aseguran que se han visto obligados a incrementar la compra de leña e incluso a reutilizar, reinstalar o comprar de segunda mano equipos a leña para calefacción.
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Verónica Salgado

En medio de la segunda crisis del pellet y el alto costo de la parafina, el uso de calefactores a leña ha crecido significativamente incluso en aquellos hogares que hace varios años ya habían optado por el recambio de equipos de calefacción y matriz energética. Esto, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y disminuir los niveles de contaminación por material particulado fino (MP 2.5) generado por el uso de leña húmeda como sistema de calefacción, medida adoptada principalmente a partir de 2016 con la entrada en vigencia del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) comunal.

Vecinos y dirigentes aseguran que debido a la escasez de pellet que afecta a la zona sur desde hace unas semanas, repitiéndose la crisis vivida en 2020, se han visto obligados a reutilizar, reinstalar e incluso comprar de segunda mano equipos a leña para calentar sus viviendas, deshumedecer y secar ropa, así como cocinar. Enfatizaron que actualmente es la forma más segura y relativamente accesible al bolsillo de las familias para soportar las malas condiciones climáticas presentes en la zona desde mayo. Incluso considerando los excesivos precios, venta informal y mala calidad de gran parte de la leña disponible en el mercado local.

Hace unos días, fabricantes y autoridades confirmaron que la escasez y restricciones de ventas del pellet se mantendrán por al menos un mes, lo que aumentó la molestia e incertidumbre en la comunidad que desde la madrugada genera largas filas en los puntos de venta a la espera de que abran sus puertas para adquirir el insumo, el que se acaba en menos de una hora. Por otro lado, si bien el precio de la parafina tuvo una baja las últimas semanas, sigue superando la barrera de los mil pesos el litro, mientras que el cilindro de gas de 5 kilos supera los $11 mil y las cuentas de electricidad están condicionadas al consumo de los equipos por hora.

Una dura realidad

Carola Millán comentó que durante la crisis del pellet del 2020 recién había concretado el recambio de calefactores en su casa, debido al nacimiento de su hijo, "hicimos un esfuerzo para comprar una estufa a pellet porque queríamos tener un ambiente con menos contaminación, como tanto dicen las autoridades que es malo usar leña húmeda, y lo pasamos pésimo buscando pellet como locos. Este año nuevamente lo mismo, es una burla. Así que nos aburrimos y reinstalamos la combustión lenta que menos mal no habíamos vendido. Santo remedio, al menos leña venden, a precio de oro, pero venden", comentó la rahuina.

Rosa Pradines está realmente superada por los problemas que desde hace unos años significa calefaccionar su hogar. "Desde que partieron con el cuento del PDA que la calefacción en el sur pasó a ser un negocio. A la leña le ponen el precio que quieren y los que venden realmente seca son contados con las manos. Los artefactos todos, independiente la marca o insumo que usen, son cada día más caros y para qué decir los combustibles. Soy una mujer de casi 80 años y no tengo recursos para pagar el costo de mejorar la calidad del aire como piden y la verdad yo había dejado de usar mi cocina a leña porque usaba parafina, pero desde fines del año pasado volví a mi fiel compañera a leña. El calentador a parafina lo guardé. Pero las autoridades no tienen ningún derecho a cuestionar a la ciudadanía sino entregan ayuda para cambiar el tipo de calefacción y tampoco regular el mercado de la leña", expresó la adulta mayor.

Edgar Silva compró hace una semana una combustión lenta de segunda mano, "un amigo de Río Negro me dio el dato y la compré porque me aburrí de pasar frío y malos ratos detrás del famoso pellet. ¿Con qué cara las autoridades piden que nos cuidemos del covid y de las enfermedades respiratorias si nos obligan hacer filas de madrugada con temperaturas bajo cero?. He visto caballeros muy mayores esperando por un saco de pellet, porque lo convencieron de cambiarse y le llevaron su combustión antigua. Muchos cayeron en esa trampa y ahora no tienen más que aguantar los llamados a tener paciencia de personas que seguramente tienen sus casas calefaccionadas y buenos contactos para asegurar lo que los pobres no podemos, en este caso pellet", expresó molesto el vecino de Rahue Alto.

No dejan salida

Carlos Mendoza, presidente del Consejo Consultivo de Salud del Adulto Mayor, explicó que el viernes sostendrán una reunión con autoridades de Medio Ambiente y Energía para buscar soluciones a un problema que está afectando gravemente la salud de las personas de la tercera edad.

"Acá no es cosa de llamar a tener paciencia. A mucha de nuestra gente la obligaron a cambiar sus equipos de leña a pellet y sin otra opción, porque desde 2018 no se considera recambio de equipos de leña por leña. Y resulta que el 2020 y ahora nuevamente no hay suficiente pellet y nuestros adultos mayores lo están pasando muy mal. Muchos están reinstalando sus combustiones antiguas que tenían hace 20 años, porque las más nuevas se las llevaron cuando les trajeron los aparatos a pellet. Otros no pueden calefaccionar sus casas con la parafina tan cara y ni hablar de electricidad, es inviable. La leña, con lo cara que está, al menos hay disponible y, claro, verde y húmeda, pero qué le puede hacer la gente si el Estado no se preocupa de apoyar, sólo de exigir. Esto es un buen fracaso del PDA, porque la gran mayoría de los calefactores sacados en estos años, la gente los está rehusando y por obligación para salvarse del frío y sus consecuencias", indicó el dirigente.

Eliana Catrilef, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, apuntó nuevamente al Estado y su nula capacidad proactiva para evitar dañar a las familias más vulnerables.

"Esto es un drama, porque quienes cambiaron al pellet ahora deben andar de amanecida buscando el combustible, porque son muy pocos los que pueden comprar para todo el año; la parafina, que también era parte del recambio, está por las nubes. Entonces, volvemos a la leña y triplicamos su uso por el frío de este año. Al final nos exponemos a enfermedades respiratorias e incluso el covid, a la mala calidad del aire y un sistema de salud público pésimo. ¿Dónde está el éxito del PDA si hemos retrocedido en todo y quienes pueden optar a todas esas políticas públicas no son las familias vulnerables ni la clase media?. Siempre lo dijimos, no es de ahora simplemente y aquí están las consecuencias", declaró molesta la dirigenta.

"Desde que partieron con el cuento del PDA que la calefacción en el sur pasó a ser un negocio. A la leña le ponen el precio que quieren y los que venden realmente seca son contados con las manos. Los artefactos todos, independiente la marca o insumo que usen, son cada día más caros y para qué decir los combustibles".

Rosa Pradines vecina que volvió a usar su estufa a leña