De acuerdo a los indicadores económicos del Banco Estado, el dólar observado llegó ayer a $989,95; mientras que "vendedor" se empina sobre los mil pesos. Más allá de las decisiones macroeconómicas que se están tomando respecto del alza de la divisa norteamericana, esto implica que un litro de bencina se acerca a 1,5 dólares; un kilo de pan llega a los 2 dólares y un traslado en microbús por Valdivia equivale a un dólar ida y vuelta.

Esta situación se repite a lo largo del país. La crisis económica está marcada también por la inestabilidad internacional que causa la guerra en Ucrania y daña directamente la producción de alimentos y las exportaciones. Además, la pandemia no ha terminado. Todo lo anterior explica que los índices de confianza disminuyan. Un estudio de Pulso Ciudadano y Cadem arrojó que un 50.8% de la población nacional tiene una percepción negativa de la economía; mientras que el Índice de Confianza Regional elaborado por la USS mostró en junio la cifra más baja desde 2011: 29 puntos, "pesimista".

Ante esta realidad resultan muy importantes todas las ayudas estatales que se pueda entregar a las familias, especialmente a las más vulnerables. Por ello son buenas noticias la extensión del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y el Bono Invierno de $120 mil anunciado por el gobierno, los cuales llegarán a 7,5 millones de personas, según estimaciones oficiales. Recibirán esos recursos estatales todos quienes ya acceden a otros programas como Aporte Familiar Permanente, Subsidio Único Familiar (SUF), Asignación Familiar, Chile Seguridades y Oportunidades, Bono Adultos Mayores, Subsidio Discapacidad Mental, Pensión Básica, Bono al Trabajo de la Mujer, entre otros. En 2021 se estimó en más de 5 mil familias al total de beneficiarios con el paquete de medidas tomadas por la pandemia, universo similar al que ahora se apunta.

Claramente estas medidas urgentes son necesarias; sin embargo su impacto puede ser pasajero sino se impulsan la inversión y el empleo. Y eso solamente se logra con colaboración público-privada. Parece una frase repetida; pero esta región sabe de su eficacia.

Las ferias son un importante sensor del mercado ganadero en Chile. Más del 80% de los animales se transan en recintos de remates, distribuidos a lo largo del país.

En las últimas semanas se ha visto una contracción de la demanda. Si comparamos las ventas en carnicerías, respecto a igual periodo del 2021, se ha visto una disminución de un 30-40%, llegando incluso a un 50% de baja en algunos puntos de venta.

Ello es muy preocupante, porque en proyecciones de consumo, posiblemente no se orienten al alza, por la escasez de dinero que se va a ver en el país. Por otro lado, ello también se compensa con la escasez de ganado gordo que se empieza a ver en los próximos meses, en particular agosto, septiembre, inclusive octubre, dependiendo de cómo se comporte la primavera.

Si tuviéramos que efectuar una proyección, es positivo ver que la demanda ha aumentado las últimas dos semanas, se nota más agilidad en lo martillos, en el caso de las ferias ganaderas. Se diría que también se observa un alza leve en el valor del ganado gordo, lo que parece muy bien, y que, tal como se indicaba antes, influye la escasez de oferta de ciertas categorías de animales.

Por eso es que, a pesar de la disminución de las compras de carne que se puedan estar dando por el alza del costo de la vida, no alcanzará a compensar la escasez de ganado. Por lo tanto, podríamos tener precios relativamente buenos de aquí a que venga el aumento de oferta.

Si bien no es fácil predecir lo que va a pasar cuando venga este aumento de oferta, porque también hay que empatizar con la menor capacidad de compra, que ya se ha resentido por parte de los consumidores.

Por eso, no sería extraño que hacia fines de año pudiera venir una baja en el precio del ganado gordo. Y el precio del animal gordo es el que modifica las tendencias de todas las otras categorías.

La arista positiva de nuestra coyuntura es que la ganadería es un rubro que puede mejorar muchísimo, si nos acostumbramos a medir, corregir y tomar decisiones con más herramientas técnicas. Es un desafío que involucra a toda nuestra cadena productiva.

Ricardo Pozo, presidente AFECH A.G.

director Corpcarne