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Biología

"Magnífica", la bacteria más grande: es visible al ojo humano y su cuerpo es una sola célula

ESTUDIO. Lo usual es que sean microscópicas, pero este organismo, localizado en los manglares del mar Caribe, mide un centímetro y desafía con su complejidad a los científicos.
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Agencias

Las bacterias suelen ser seres microscópicos, aunque una recién descubierta en los manglares de Guadalupe, en las Antillas Menores, y observable a simple vista es la más grande conocida y cuestiona algunos principios fundamentales de la biología y la evolución de los seres vivos.

Del género Thiomargarita y bautizada como Magnifica, esta bacteria única mide un centímetro y tiene una complejidad inesperada, según un estudio que publica Science.

La particularidad es que es una sola célula y su ADN está compartimentado en vesículas unidas a la membrana, así que "puede ser considerada como la primera y única bacteria que tiene, hasta la fecha, esta capacidad, desafiando así nuestro concepto de célula bacteriana", señaló a agencia Efe Silvina González-Rizzo, de la Universidad de las Antillas, un archipiélago francés en pleno mar Caribe.

Con forma de filamentos, es 5.000 veces más grande que la mayoría de bacterias, "como si un humano se encontrara con otro tan alto como el Monte Everest", dijo en una rueda de prensa virtual Jean-Marie Volland, del Instituto Conjunto del Genoma, de Estados Unidos.

Por su tamaño, agregó, supera el máximo teórico permitido para la envergadura de las bacterias, que está relacionado con cómo interactúan con el medioambiente y cómo usan su energía.

Las sospechas

Los investigadores no saben aún a qué responde su gigantesco tamaño, pero creen que sus genes contienen "alguna pista potencial", según Tanja Woyke, de la Universidad de California Merced. La compleja organización de su membrana también es posible que le haya permitido alcanzar esa talla.

Thiomargarita magnifica fue descubierta en 2009 por Olivier Gros, de la Universidad de las Antillas de Guadalupe, quien indicó que no es patógena para los humanos y recordó la primera vez que la vio: "Eran como unos filamentos blancos unidos a algo en el sedimento, como una hoja".

Los análisis determinaron que era una procariota (bacterias y arqueas), organismos cuyas células no tiene un núcleo diferenciado y en las que el ADN flota libremente en el citoplasma.

González-Rizzo, una de las encargadas de los análisis genéticos, pensó, en un primer momento, que eran células eucariotas (las de los animales, plantas y hongos, con el ADN envuelto por una membrana), pero los análisis determinaron que es una procariota que oxida el azufre, una bacteria del género Thiomargarita.

Tres veces más genes

Esta bacteria es también única por el tamaño y complejidad de su genoma, tiene tres veces más genes que la mayoría y su ADN está compartimentado en estructuras u orgánulos que se han denominado "pepitas" y que son parecidos a una membrana, lo que es inesperado para una bacteria.

La científica dijo que esta última característica "desafía el concepto de célula bacteriana", pero hizo hincapié en que "no es ningún eslabón perdido entre células procariotas y eucariotas. No hay duda de que este organismo es una gammaproteobacteria sulfo-oxidante perteneciente al género Thiomargarita".

Hasta ahora, no se había visto este tipo de estructuras, como compartimentos, en una bacteria, por lo que se trata, explicó Volland, de "un fascinante ejemplo de bacteria que ha evolucionado con un mayor grado de complejidad".

El descubrimiento de la bacteria más grande del mundo "nos hace replantear y cuestionar ciertos principios fundamentales de la biología y la evolución de los seres vivos". En particular, dijo González-Rizzo, "sobre el mundo procariota y las nuevas versiones aparentemente posibles de este tipo de seres vivos".

Hasta ahora, solo ha sido localizada en los manglares de Guadalupe. Es necesario que converjan varios parámetros para que exista y aun cuando se den todos, no quiere decir que se vaya a encontrar, dijo Gros.

De hecho, "hace dos meses" que no es capaz de encontrarla: "No sé adónde se ha ido. Quizás su presencia responda a algún tipo de estacionalidad" que hay que seguir estudiando.

Los autores destacaron la importancia de los manglares y sus microbiomas. Estos ecosistemas ocupan a escala mundial menos del 1% de la zona de costa, pero aportan entre el 10 y el 15% del carbono almacenado en los sedimentos costeros. Thiomargarita magnifica es una de las bacterias fijadoras de carbono en los manglares.

50 veces más grande que todas las bacterias gigantes conocidas es "Magnífica", el organismo descubierto en la isla de Guadalupe.

Las investigaciones siguen

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Los investigadores de "Magnífica" publicaron en febrero una primera versión de su estudio en el repositorio BioRxiv, donde los artículos aún no están revisados por otros científicos. El documento final que aparece en Science contó con modificaciones y experimentos adicionales. El equipo, dijo González-Rizzo, sigue sus indagaciones. Hay que seguir caracterizando el genoma de esta "peculiar bacteria" y estudiar los genes de división celular. Además, ya trabajan en cultivarla y mantenerla en laboratorio. Otra cuestión que espera respuesta es si los nuevos orgánulos denominados pepitas tuvieron un papel en la evolución de su tamaño extremo y si están o no presentes en otras especies.

Capturan pitón de 5,49 Metros, la más grande hallada hasta ahora en Florida, EE.UU.

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Un equipo de biólogos de Florida capturó en el humedal de Los Everglades una pitón birmana hembra gigante de 5,49 metros de largo y 97 kilos, la más grande atrapada hasta la fecha en este estado del sur de EE.UU.

Así lo anunció The Conservancy of Southwest Florida, la organización medioambiental en la que trabaja el equipo de biólogos de la vida salvaje que "recientemente descubrieron y capturaron la pitón".

Al realizarse la necropsia a esta especie invasiva, los expertos descubrieron que almacenaba 122 huevos en el abdomen, con lo que se establece también otro nuevo récord en cuanto a la cantidad de huevos que una pitón puede producir en su ciclo de reproducción.

Además, una evaluación del contenido digestivo de la serpiente encontró "núcleos de pezuñas", lo que determinó que un venado adulto, una fuente de alimento principal de la pantera de Florida en peligro de extinción, fue la última comida de la serpiente.

La localización se llevó a cabo gracias al programa de investigación de esta organización, que utiliza radiotransmisores implantados en serpientes macho, denominadas "exploradoras", con el fin de "comprender los movimientos de la pitón y sus comportamientos reproductivos".

Esas serpientes "exploradoras" conducen a los biólogos hasta las hembras reproductoras grandes", lo que permite la "eliminación" de estas y de sus huevos.

"¿Cómo encuentras la aguja en el pajar? Podría usar un imán y, de manera similar, nuestras serpientes exploradoras macho se sienten atraídas por las hembras más grandes", dijo en un comunicado Ian Bartoszek, biólogo y gerente de proyectos ambientales de Conservancy of Southwest Florida.

Así, esta temporada los científicos rastrearon a una serpiente exploradora macho llamada "Dionysus" hasta una región del oeste del humedal de Los Everglades, que frecuentó durante varias semanas. "Sabíamos que estaba allí por una razón, y el equipo lo encontró con la hembra más grande que hemos visto hasta la fecha", dijo Bartoszek.

Ian Easterling, biólogo del equipo, y Kyle Findley, asistente en el proyecto, ayudaron a capturar a la hembra de tamaño récord y la transportaron por el bosque hasta el camión.

El descubrimiento, que fue documentado recientemente por National Geographic, destaca el impacto continuo de esta especie invasora en el hábitat de los animales autóctonos, una especie conocida por su rápida reproducción y la amenaza para de la vida silvestre nativa circundante.

La erradicación de las pitones hembra es crucial para interrumpir el ciclo de reproducción de estos depredadores que están causando estragos en el ecosistema de Los Everglades y consumen las fuentes de alimento de otras especies nativas, explicó Bartoszek.

La pitón birmana es una especie invasora que no tiene predadores naturales en el humedal de Los Everglades, el mayor de Norteamérica, y se cree que llegó hasta ahí al ser liberada a propósito por gente que las tenía como mascotas o involuntariamente tras el paso del huracán "Andrew" en 1992.