Un hombre ejemplar:
Un día 17 de mayo, hace 134 años, nació en Chillán, maravillosa cuna de grandes próceres, un soldado ejemplar, brillante, inteligente e imaginativo. Hombre honesto, probo, perseverante, de personalidad recia, firme de carácter, audaz, decidido, disciplinado, en resumen un verdadero líder. En su actuar no toleraba incompetencia o desgano y profesaba una destacada vocación de servicio público y trabajo en equipo. Sus hombres lo apreciaban por todos esos atributos y también por la constante preocupación que demostraba por su seguridad y bienestar. Su obra fue tan amplia, llena de realizaciones, completa, generosa y perdurable, que se puede afirmar que, en materia aeronáutica nacional después de él no quedó prácticamente nada por crear, hasta la dimensión aeroespacial en la que estamos inmersos en la actualidad con el Sistema Nacional Espacial.
Se trata del comodoro Arturo Merino Benítez, hombre visionario que dedicó su vida a crear las bases de la aviación nacional, siendo reconocido por ser el verdadero arquitecto de la institucionalidad aeronáutica de Chile. Fue una figura relevante para la época, dado su espíritu de lucha e inquebrantable afán por desarrollar un sistema aeronáutico para nuestro país que permitiera integrar y conectar por "los caminos del aire" la totalidad del territorio nacional. Los hechos demuestran una y otra vez que su obra ha sido un verdadero aporte para el desarrollo de la nación y el bienestar de cada uno de sus habitantes.
En virtud de sus logros en materia aeronáutica, el principal aeropuerto de nuestro país lleva su nombre. Asimismo, a través del tiempo, diferentes organizaciones y ciudades han rendido un merecido homenaje a este verdadero prócer, instalando su busto, dando nombre a calles, edificaciones, colegios y clubes aéreos. Uno de los últimos reconocimientos recibidos es haber sido declarado merecidamente Hijo Ilustre de su querida ciudad natal Chillán.
La vida y obra del comodoro Merino es un verdadero ejemplo para las nuevas generaciones de nuestro país, por ello, es muy importante conocer el robusto legado de este insigne aviador militar chileno, quien junto a jóvenes e intrépidos precursores de la aviación nacional, lograron a costa de grandes sacrificios unir y conectar vía aérea el intrincado territorio en el que habitamos.
Coronel de aviación Claudio Alcázar Sichel, jefe del Departamento Comunicacional, Fuerza Aérea de Chile
Día Mundial del Internet
Cuando en 1969 Estados Unidos formó Arpanet, red de computadores que se comunicaban entre sí precursora de Internet, nadie imaginó que esta telaraña de conocimiento desplegado en la aldea global iba a tomar una velocidad tan acelerada y vertiginosa. Una rapidez que no hizo sino acrecentarse con la pandemia y que ha permitido que efectivamente nos sintamos viviendo en "un pañuelo".
En el Día Mundial del Internet de este 17 de mayo la vida en digital ya se siente, sobre todo cuando una de cada tres organizaciones planea desarrollar capacidades internas en e-commerce y plataformas de comercio digital, análisis de big data, cloud computing, entre otros. Es algo que nos facilita la vida, mejora los procesos y la velocidad de reacción frente a imprevistos.
Hoy, el 80% de los trabajadores en el mundo tuvieron que digitalizarse debido a la pandemia, pero no hay que descuidar la robotización que ello produce, protegiendo y fomentando ante todo el talento humano y la conexión entre las personas, su trabajo y sus colegas. Tampoco hay que dejar de prestar atención a la Inteligencia Artificial, ya que el talento humano detrás de esa tecnología todavía escasea.
Mathilde Cordier-Hüni
Educación inclusiva y Simce
Todos los años, las escuelas chilenas se someten a pruebas Simce, que evalúa principalmente indicadores de cobertura curricular.
Los efectos de la prueba Simce han sido ampliamente reportados por investigadores chilenos. Los más representativos son los siguientes: condiciona el financiamiento, crea estrés para profesores y estudiantes, reduce el currículum escolar, afecta la innovación pedagógica, promueve la desprofesionalización docente e incentiva prácticas de entrenamiento. Estos efectos provienen precisamente de la racionalidad que subyace a Simce: se basa en lógicas de control, categorización, ordenamiento, altas consecuencias y funciona bajo amenaza. Sin embargo, el Simce no sólo afecta las formas de actuar de la escuela; sino su sentido, el ideal ético que significa el encuentro en las comunidades escolares y uno de los principios rectores de la actual estrategia nacional de educación pública: el proyecto de una educación inclusiva.
Instalar y desarrollar procesos inclusivos en las escuelas es un proceso lento, multidimensional, en ocasiones disperso, no lineal, que afecta diversos niveles, procesos y actores. Requiere de tiempo, flexibilidad, participación escolar, democracia, apertura a las diferencias, creatividad y sobre todo de una cultura escolar que celebre la diversidad y defienda la justicia social. Para la consecución de todos estos elementos el Simce se transforma en una presencia agotadora. Se presenta como un dispositivo que representa todo lo contrario; estandarización, producción de sujetos individuales, tecnificación, ranking, competencia, prioridad en los resultados, descontextualización pedagógica y una curiosa forma de entender la calidad de la educación.
René Valdés, académico Facultad de Educación y Ciencias Sociales, U. Andrés Bello Viña del Mar
Propuesta constitucional
Chile vive un gran dilema que nuestros políticos y constituyentes no identifican o ignoran a propósito: o nosotros ponemos límites a las funciones, poderes y recursos de los gobiernos, o la Convención Constituyente y su estatismo nos seguirá imponiendo cada vez más límites a nosotros, el pueblo: límites a nuestras actividades, nuestras libertades y recursos.
Debemos recuperar los tres pilares del capitalismo y del liberalismo clásico, que son la verdadera expresión que genera prosperidad y bienestar a las personas: 1. gobiernos limitados en funciones, poderes y recursos; 2. mercados libres; y 3. respeto a la propiedad privada. Porque son las tres únicas vías idóneas para tener orden, justicia y libertad.
La propuesta constitucional que nos ofrece la izquierda nos garantiza todo lo contrario: desorden, injusticia y opresión con más Estado, más impuestos y menos prosperidad para todos.
Lionel Álvarez Westermaye r