Informes comerciales
Una iniciativa parlamentaria llamada "Borrón y cuenta nueva" probablemente colocará en la discusión pública los registros financieros y el endeudamiento. La propuesta, por supuesto, ya cuenta con defensores y detractores, en un particular momento económico que se irá agravando.
Una voz de alerta han levantado los bancos a nivel nacional luego de la propuesta parlamentaria llamada "Borrón y cuenta nueva", que plantea la eliminación de registros de deudas impagas inferiores a $2,5 millones. Es decir, sacar de los boletines de morosos a las personas que no han podido cumplir sus compromisos por esos montos; con el objetivo -indican los diputados impulsores- de evitar que esos antecedentes comerciales negativos puedan impedirles actividades laborales o emprendimientos. La idea podría llegar a cuatro millones de chilenos que registran un promedio de $2 millones en saldos pendientes.
En los últimos años, producto prácticamente de los retiros del 10%, una buena parte de esos fondos que eran para el ahorro previsional se destinaron por parte de los beneficiarios a cubrir enormes montos de deuda, pero aun así hay muchas familias atadas de manos todavía por una situación financiera compleja que se refleja precisamente en los informes comerciales.
Con todo, más allá de una primera mirada favorable, desde la banca se advierte que al borrar los antecedentes se abre una puerta al sobreendeudamiento. Y la opción de reducir la entrega de datos va en contra de todas las sugerencias efectuadas desde organismos como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la cual ha reiterado la importancia de contar con un registro consolidado de deudas a nivel nacional, que "permita a las instituciones evaluar correctamente la capacidad de pago de los clientes".
Ambos argumentos son atendibles. Resulta negativo contraer compromisos más allá de las capacidades efectivas para cubrirlos; pero también es muy difícil que los ciudadanos puedan surgir o bien recomenzar con un "dicom negativo".
Por lo mismo, se debe recordar que tras cada cifra hay situaciones humanas diversas y que en tiempos complejos como los actuales, se requiere de herramientas de apoyo. Lo sucedido con los retiros de las AFP es una muestra de esa necesidad: un 36% de los solicitantes usó el dinero para pagar cuentas pendientes. Decidor, más allá de las otras consecuencias que esa medida trajo.