Juan Barrientos: el periodista que cubrió los hitos más relevantes de la región en el siglo XX
TRAYECTORIA. Vivió en Río Negro y luego se trasladó con sus padres hasta Puerto Montt, donde murió recientemente a los 96 años de edad. Fue un reconocido reportero de El Llanquihue e Hijo Ilustre de la capital de Los Lagos.
Centenares de autoridades, periodistas, parlamentarios de las diferentes corrientes políticas, dirigentes deportivos y vecinos de la capital regional, manifestaron recientemente sus condolencias por la partida de Juan Barrientos Oyarzún, periodista de importantes medios de comunicación de Los Lagos e Hijo Ilustre de Puerto Montt, quien falleció a los 96 años.
El reconocido comunicador era padre de cinco hijos, abuelo de 11 nietos y tenía 10 biznietos.
Barrientos se desempeñó en el diario El Llanquihue y también fue corresponsal de El Mercurio de Santiago, Diario 24 Horas y la Radio Llanquihue. Por más de medio siglo fue testigo privilegiado de los hechos más relevantes de la zona sur.
Comenzó a reportear cuando aún la carrera no se dictaba en las universidades chilenas, un autodidacta con vocación a toda prueba. "Fue uno de los fundadores del colegio nacional de periodistas en 1956 y siempre estuvo como socio activo. El gremio lo homenajeó el año 2017 por su dilatada trayectoria", se mencionó en los discursos de despedida.
"Pero Juaniquillo, como le llamaban sus colegas en el diario, también fue un excelente deportista. Se inició jugando en el club Zenteno de su barrio y por el equipo del diario El Llanquihue. Y en 1959 fue nombrado secretario del Consejo Local de Deportes. Y en 1949 ejerció como presidente fundador del Círculo de Cronistas Deportivos desde 1949", indicó el dirigente deportivo de Puerto Montt, Heriberto Soto.
Durante el ejercicio de su trabajo, Barrientos fue enviado a cubrir el asesinato del teniente Merino en Laguna del Desierto, siendo el primer periodista en llegar al apartado lugar; asimismo, le tocó cubrir el naufragio de la escampavía "Janequeo" de La Armada en Manquemapu, en la costa de Purranque, que zozobró tratando de auxiliar al patrullero "Leucotón", donde murieron 52 hombres.
En Riachuelo
Juan Barrientos vivió de niño en la comuna de Río Negro. "Mi infancia la desarrollé en el campo, en Riachuelo, comuna de Río Negro. Ahí tenían terrenos mis abuelos y a los 9 años fuimos a Puerto Montt", relató.
Y cumplidos los 15 años ya estaba trabajando en los talleres del diario El Llanquihue, casa periodística de donde no salió más. En 1942 surgió la posibilidad laboral en la redacción de El Llanquihue, gracias a las gestiones del gerente José Ignacio Maldonado, tras lo cual Barrientos inició una extensa trayectoria periodística que duró hasta 1995.
"Llegaba el tren todos los días, a veces dos. Al puerto atracaban los buques con gente de Aysén, Chiloé y de toda la costa. No había camino a Pargua ni a Maullín. Todo se hacía por barco", recordaba Juan Barrientos.
El investigador en Historia y Antropología del sur de Chile, Wladimir Cárcamo, entrevistó a Juan Barrientos, donde el extinto reportero relató que el "9 de marzo de 1969 se produjeron en Puerto Montt los lamentables sucesos de Pampa Irigoin. Un enfrentamiento de carabineros en contra de pobladores que causó 10 muertos y 50 heridos. Fue una experiencia muy triste". Barrientos siempre anduvo acompañado de su infaltable y fiel amigo fotógrafo Sergio Campos, con quien trabajó durante 34 años.
Tiempos difíciles
Barrientos comentó que los tiempos de la Unidad Popular (1970 a 1973) y los primeros días del régimen militar no fueron fáciles.
"Era complicado reportear. Cuando íbamos a entrevistar a Allende, por ejemplo, en el aeropuerto, unos miembros del GAP (Grupo de Amigos del Presidente) usaban coderas de acero, entonces pegaban codazos por las costillas y uno llegaba a saltar. Le pegaron a René Salinas Palacios, de la Radio Reloncaví", recordaba.
Y todo se complicó más para la prensa con la instalación del gobierno militar. "Tenías que andar con salvoconducto y si no estabas frito", indicó.
En la década de 1960 se registraron una serie de roces fronterizos entre Chile y Argentina por la disputa limítrofe del río Encuentro-Alto Palena. Incluso, vinieron autoridades de Santiago con una patrulla bien fortalecida. Estuvieron a tiro de cañón.
"Al final se reunió una comisión chileno-argentina de límite y el general Urra presidió la comisión, que quedó en nada. El arbitraje de la Reina de Inglaterra terminó con el conflicto. Partió el Valle de California", contó no de los testigos de la historia reciente que a través de sus notas grabó la memoria.