Países árabes condenan "ola de odio" en Suecia tras protestas contra el islam
CONFLICTO. Consideran una "provocación" las manifestaciones convocadas por el grupo de extrema derecha Stram Kurs para quemar ejemplares del Corán.
Agencias
El mundo árabe salió este lunes a condenar enérgicamente las expresiones de odio ocurridas el fin de semana en Suecia, donde organizaciones de extrema derecha convocaron a varias manifestaciones contra el islam.
Según informó la policía, 26 personas fueron detenidas en los disturbios registrados en distintos puntos del país.
El domingo hubo incidentes en la ciudad de Norrköping, unos 100 kilómetros al sur de Estocolmo. La mayoría de las detenciones tuvieron lugar en la vecina localidad de Linkoping, donde se registraron paralelamente protestas contra las convocatorias lanzadas por el partido ultraderechista "Stram Kurs" (Curso Firme).
El líder de este grupo radical, el sueco-danés Rasmus Paludan, había organizado concentraciones en varias ciudades, incluida Estocolmo, en cada una de las cuales anunciaba la quema de un ejemplar del Corán.
Graves altercados
El sábado hubo graves altercados en Malmö, donde fueron incendiados un autobús y otros vehículos resultaron dañados en el punto donde iba a celebrarse esa concentración. El viernes se habían producido incidentes parecidos entre ultraderechistas y contramanifestantes en la ciudad de Örebro, donde varios policías resultaron heridos.
Países y organizaciones árabes e islámicas condenaron estas manifestaciones, que calificaron como una "provocación".
"La ola de odio e intolerancia en Suecia contra nuestra religión islámica es peligrosa por su adopción de una ideología contraria a los principios de la convivencia", dijo este lunes el consejero político del presidente de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash.
Arabia Saudita, que acoge los principales santuarios islámicos del mundo, también condenó la "ofensa intencional por un grupo de extremistas en Suecia", y el Ministerio de Exteriores saudí subrayó en un comunicado "la importancia de concertar los valores del diálogo y la convivencia, y renunciar al odio, el extremismo y la exclusión".
En la misma línea se manifestaron países como Kuwait y Qatar, que coincidieron, en la necesidad de que "la comunidad internacional asuma su responsabilidad para frenar esas acciones" y "trabaje por una solución a la controvertida relación entre la libertad de religión y creencia y la de expresión".
El gobierno qatarí consideró este acto como una "incitación y una grave provocación a los sentimientos de más de dos mil millones de musulmanes en el mundo". Por otro lado, la Liga Mundial Islámica, integrada por 57 países, calificó la acción como un "acto absurdo y vergonzoso".
El domingo, Irak e Irán convocaron a los diplomáticos suecos en sus respectivos países para protestar por las convocatorias contra el islam.