Frutícolas advierten un balance negativo por retraso en los barcos
AGRO. La temporada presentó varias complicaciones para los productores de arándanos y de cerezas, donde el principal problema se dio en la demora de los fletes marítimos. Ello generó que la fruta llegara varios días después de lo indicado, con la consiguiente pérdida de la calidad exigida en los mercados internacionales y siendo rechazada por ello.
Una temporada muy compleja golpeó nuevamente a productores de los principales frutos que se producen y exportan en la provincia, que son los arándanos y las cerezas. Esta vez el retraso en los puertos complicó la llegada de los barcos a destino, generando una pérdida en la calidad de la fruta, que fue rechazada, lo que ocasiona pérdidas que aún no se calculan, pero que se estima podrían arrojar un balance negativo.
Es por ello que ambos rubros ya están trabajando para analizar alguna salida para evitar verse perjudicados en la próxima temporada, ya que un nuevo revés podría comprometer sobre todo a quienes llevan poco tiempo en el negocio.
El asesor técnico comercial de Cooprinsem y coordinador del Grupo de Transferencia Tecnológica de Arándanos del Sur, Miguel Cordero, explicó que esta temporada fue bastante compleja para el arándano, ya que la cosecha se debió adelantar, a lo que se sumó el temor de muchos productores de no contar con suficiente mano de obra para estas faenas.
Concretamente lo que ocurrió es que las variedades se comenzaron a juntar en su periodo de cosecha, por lo que los productores se vieron obligados a priorizar las de mayor rentabilidad.
"Se trabajó con un sistema mixto, es decir, con contratistas más gente de la zona. Mayor escasez de gente no hubo, pero sí el problema fue de la calidad de la fruta. Según se comentó desde la exportadora, ese factor, sumado a las lluvias de enero, la fruta no estaba llegando bien a destino", explicó el experto.
A ese problema se le agrega un retraso en los fletes, según comentó Miguel Cordero, con tiempos mucho mayores a lo normal a destinos como Estados Unidos, Europa y China.
"Obviamente la fruta no está hecha para aguantar 50 días o hasta 60 en un barco, por lo que cuando abrían los contenedores no era la mejor fruta y por eso también la temporada se terminó antes, la primera semana de febrero para fruta de exportación. La temporada pasada había pasado esto, pero fue por Drosophila y no por calidad", añadió.
A todos los problemas anteriores se agregó que debido a las lluvias hubo un gran aumento de oferta de arándanos para IQF, es decir, en formato de congelado, lo que hizo que las congeladoras cumplieran con sus programas anticipadamente, por lo que en febrero no recibieron más fruta.
"Los productores quedaron en muchos casos con varios kilos en la planta y no supieron qué hacer con ellos", precisó el profesional.
En cuanto a las expectativas de los retornos para este año, Miguel Cordero señaló que lo más probable es que estén menos auspiciosos que en la temporada anterior, ya sea dentro del promedio o también a la baja.
"Creo que hoy día todos los productores están esperando las liquidaciones para saber qué van a hacer este año, sí empezarán con la poda o a realizar aplicaciones por cosecha. No ha sido fácil, pero diría que el arándano está en mejor posición que los cerezos", expresó.
El experto indicó que ahora lo que viene en el sector es realizar un análisis general de la situación.