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La "mala vejez" del otrora pujante y bohemio barrio de la estación de trenes

El eje de Bulnes, Rodríguez y la plaza Vivaceta estaba deteriorado en 1985.
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Fotografías: Archivo diario El Austral de Osorno

En la imagen se observa lo que quedaba de la casona donde antaño funcionó el hotel "El Viajero", en Bulnes con Rodríguez. Para 1985 era la casona más deteriorada del barrio, ocupada como cité.

Con la inauguración del ferrocarril entre Osorno y Valdivia a fines del siglo XIX se generó todo un movimiento comercial y de servicios en torno al barrio de la estación. Restaurantes, hoteles, hostales y pensiones, emporios, bares, entre otros locales funcionaron en el radio de las calles Bulnes, Portales y Rodríguez, en el eje de la actual plazuela y rotonda Fermín Vivaceta. Los viajeros encontraban todo lo necesario en las inmediaciones para su estadía y diversión en Osorno. No obstante, cuando fue inaugurada la nueva estación en avenida Mackenna con Portales a mediados de los '60, el barrio del antiguo recinto comenzó a decaer, ya que estaba distante del nuevo centro de salidas y llegadas por los "caminos e fierro". Con el tiempo, las vetustas casonas donde funcionaron los hoteles y restaurantes se deterioraron y convirtieron en cités donde vivían numerosas familias bajo el tan usado formato de "arriendo de piezas o departamentos".

El diario El Austral de Osorno dio cuenta en octubre de 1985 del deterioro en que se encontraba aquel otrora pujante barrio. Las casonas estaban a punto de caer, algunas incluso deshabitadas.

"Un lamentable estado de abandono, que contrasta negativamente con las obras de adelanto realizadas en el sector y da un pésimo aspecto al otrora importante barrio, muestran las más antiguas viviendas aledañas a la vieja Estación Ferroviaria de esta ciudad, hasta donde llegaban los visitantes provenientes de otras regiones del país. Los inmuebles que hoy se encuentran en deprimente estado son precisamente aquellos que en la época de funcionamiento de la antigua estación cumplían el papel de albergar y entretener a los viajeros, que en gran número llegaban en el ferrocarril", comenzó la nota de este medio acerca del deterioro del barrio.

Envejecido y con casonas en mal estado

En 1985, el mal estado de estas casonas daba al entorno una imagen de abandono, que contrastaba con la recién remodelada plazuela Fermín Vivaceta, ubicada frente a la ex terminal ferroviaria, cuyos prados fueron redistribuidos por el municipio con el propósito de convertirla en un sito de mayor atractivo para la comunidad.

En la nota se precisó que los inmuebles más deteriorados eran aquellos ubicados en Bulnes con Rodríguez, y en Bulnes con Bilbao. "Estas grandes construcciones, que ocupan un amplio espacio y corresponden a por lo menos cinco numeraciones, amenazan con desplomarse en cualquier momento, a raíz del deterioro de la madera de las mismas. Aparte de ello, las puertas y ventanas clausuradas, como asimismo la acumulación de musgo y de telas de arañas, contribuyen al pésimo aspecto que de por sí muestran", se precisó en la nota de este diario.

En aquel momento, el municipio de Osorno, encabezado por el fallecido alcalde Luis Urzúa Romero, estaba en conversaciones con la empresa Ferrocarriles del Sur para comprar el edificio de la antigua estación (hoy restaurada y convertida en la Biblioteca Municipal), que también se apreciaba bastante descuidado, con la finalidad, en aquel entonces, de convertirlo en un museo.

"La concreción de este proyecto, en el que también tiene participación el Instituto Profesional de Osorno (IPO), convertirá al sector en un centro de atracción, cuyo interés se vería bastante disminuido con la presencia de las viejas casonas", se indicó.

A los ya señalados inmuebles se sumaban en ese momento tres viviendas, aunque eran varias unidas en grandes construcciones (dos en Bulnes esquina Bilbao y una en la intersección de la primera calle con Rodríguez), a las que se unían portones descuidados y casas que "requerían una limpieza y pintura en sus muros".

Si bien las construcciones jugaron un importante rol en la época de mayor movimiento, cuando funcionaba la antigua estación, en 1985 sólo eran un punto de atracción por su pésimo aspecto.

El Austral de Osorno habló con el municipio sobre los inmuebles, dos de ellos deshabitados y uno situado en Bulnes con Rodríguez donde vivían varias familias que arrendaban piezas.

La casa edilicia intentó, en octubre de 1985, buscar al dueño de la casona de Bulnes con Rodríguez para que al menos arreglara la fachada. "Con la persona que nos contactamos quería demoler la casona, pero me parece que esa no es la solución, porque no sacamos nada con tener más sitios eriazos", dijo Albrecht Freitag, director de Obras municipales de aquel entonces.

Sus temores se hicieron realidad y al final la casona fue desarmada. El sitio permaneció vacío durante varios años, hasta que en la década pasada un empresario local comenzó a construir un edificio destinado a hotel, que aún no se concluye.

Hoy el barrio luce renovado, con la estación vieja remozada e iluminada, aunque sin el ajetreo ni la bohemia de sus años de gloria.

La plazuela Vivaceta en 1985, recién remodelada en aquel entonces, y al fondo aparece la vetusta casona de Bulnes con Rodríguez.

Casona que estaba en la esquina norponiente de Bilbao con Bulnes.

La casona donde alguna vez funcionó el restaurante "Esther".