Convención versus ciudadanía
Dos instancias han tenido las personas para participar en el debate constitucional. La primera en la elección de los constituyentes y la segunda en las iniciativas populares que lograran más de 15.000 apoyos ciudadanos. Ambos procesos con voto popular buscaban afianzar el proceso constituyente, pues hay que elegir a quien representa a la ciudadanía, pero también elegir qué es lo que quiere la ciudadanía.
Lamentablemente, la iniciativa ciudadana "Con mi plata no" -la más votada con 60.850 patrocinios- fue rechazada en la comisión de derechos fundamentales, la cual sí aprobó la iniciativa de la Coordinadora No+AFP, que obtuvo sólo 24.110 apoyos.
Claramente el trabajo constitucional no está construyendo "la casa de todos", y por el contrario, va en el sentido contrario del clamor popular en lo referente a nuestro modelo previsional, que con mayoría indiscutible apoyó la propiedad sobre los ahorros previsionales, y la heredabilidad de los mismos.
Desde que se rechazó la iniciativa "Con mi plata no", el rechazo superó al apruebo en las encuestas.
Eduardo Jerez Sanhueza
La dignidad de la pobreza
Cuando vemos la situación que hoy en día viven muchos servidores públicos, no podemos menos que contrastarlos con lo vivido en Mendoza por Bernardo O'Higgins, en los meses previos al cruce de la cordillera en busca de la liberación de su Patria.
Para sobrevivir había logrado que le prestaran $300 de la época, los que necesitaba devolver.
Producto de ello le solicitaba a su amigo Ramón Freire, que se encontraba en Buenos Aires, que vendiera una acción de un buque de la que era dueña su madre, para con eso saldar la deuda y comprar algunos elementos básicos y necesarios para emprender la odisea andina.
El primer encargo era la compra de paño azul, ya que no tenía uniformes que lucir; lo segundo era la adquisición de un sable con vaina metálica y del tamaño concordante con su estatura; y lo tercero, una maletita acharolada para llevar detrás de su silla de montar, con elementos de aseo.
Como vemos, la lucha de la independencia lo había empobrecido totalmente, pese a lo cual no necesitaba más que algunos elementos básicos para continuar en la lucha por esa libertad, la que una vez obtenida, nos legó a todos los chilenos, algunos de los cuales parecen no estar conscientes de ello. Antonio Yakcich Furche, presidente del Instituto O'Higginiano de Rancagua
Crímenes de Guerra
Después de la retirada rusa en el norte de Ucrania, múltiples reportes demuestran las atrocidades cometidas por el régimen de Putin. Ejecuciones masivas, tortura, y secuestros, entre otros. Estos hechos hacen los diálogos de paz aún más difíciles, por lo que no me sorprendería ver una pronta escalada en las sanciones, retórica y esfuerzo bélico, que se podría traducir en más armas para Ucrania, y una potencial contraofensiva. La guerra, pareciera ser que es el nuevo normal en Europa.
Juan Pablo Sims
Guerra revolucionaria
Estamos viviendo un clima de guerra revolucionaria. Esta guerra, cuando recurre a la violencia armada, se transforma en subversión y terrorismo; cuando recurre a la violencia sicológica se llama cambio cultural.
Esta guerra está siendo llevada a efecto en Chile por ambas vías, tanto por el terrorismo y la guerrilla rural y urbana, como por la destrucción de la institucionalidad, de la democracia y de la nación chilena que está siendo promovida por la mayoría de los convencionales constituyentes.
Esta situación se ve agravada por la vasta y sistemática campaña internacional que apunta a inhibir a las autoridades a hacer uso de la violencia física legítima del Estado, so pretexto de acusar como violatoria de los derechos humanos cualquier acción destinada a reprimir el flagelo terrorista o la amenaza subversiva, lo que deja indefensos a los ciudadanos y es atentatorio contra el bien común.
El "discurso de los derechos humanos" se ha transformado en un arma estratégica del comunismo, cuyos regímenes en todo el mundo han asesinado a más de cien millones de personas, según lo publicado el 30 de octubre de 1997 en el diario moscovita Izvestia, con motivo del 80º aniversario de la Revolución de Octubre.
Adolfo Paúl Latorre
Autonomía e inflación
Al elevar la tasa de política monetaria, el Consejo del Banco Central revela que se preocupa de los estragos que causa la inflación en las personas. Una de las desgracias del aumento sostenido en precios es que afecta más a aquellos cuyos ingresos y ahorros no están indexados a la UF: corroe su capacidad de adquirir bienes, agudiza su estrés financiero o profundiza su pobreza. A modo de ejemplo, piense en un trabajador cuyo sueldo a inicios del 2021 era $700.000. Si hoy su sueldo no es por lo menos $761.000, dicho trabajador está impedido de pagar sus cuentas habituales y de adquirir los bienes que solía comprar.
En tiempos difíciles, la acción del Banco Central da cuenta de la importancia de la autonomía. Por ello conviene analizar con cautela la propuesta planteada por la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional referida a la estructura y atribuciones del instituto emisor. En particular, preocupan las menciones a la coordinación entre el Banco Central y el gobierno, así como la asignación al Banco Central de ciertos objetivos (protección del empleo, diversificación productiva y cuidado del medio ambiente) para los cuales no cuenta con instrumentos adecuados y cuya persecución puede estropear aquello para lo cual el Banco Central existe: la estabilidad de la moneda, el control de la inflación y el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Adicionalmente, para frenar el poderoso espiral inflacionario es necesario que la política fiscal no borre con el codo lo que la política monetaria intenta escribir.
Es crucial postergar nuevos impulsos a la demanda, pues en una economía sobrecalentada los incentivos a la demanda generan más presión sobre los precios, un lujo que en estos momentos Chile no se puede dar.
Karin Jürgensen, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de los Andes