Wallmapu?, no, ¡Araucanía!
Este gobierno, junto con los grandes medios que son fieles a propagandas políticas, resultaron en estos días, a mi parecer, en una burla y un problema ya aún más desagradable de lo que ya ha sido por años, puesto que se han referido en múltiples ocasiones al territorio que hay en la macrozona sur, específicamente la Región de la Araucanía, como "wallmapu", utilizando aquello como remplazo específico para referirse al sector. Esto no es, sin más, dejar encauzado de forma "legítima" la apropiación de la denominada "Coordinadora Arauco Malleco (CAM)" y otros grupos extremistas, de territorios mediante una violencia extrema e irreparable que la región y, por ende, el pueblo, vive agonizantemente día a día y año tras año. Esto, según mi forma de sentir, es una burla para todas las víctimas que han sido afectadas directa e indirectamente por la reivindicación del "wallmapu", que a punta de pistola los han dañado mientras escuchan incesantemente aquella palabra como fin por la cual ellos tienen que sufrir las consecuencias.
La Araucanía es el olvido de Chile, la región más pobre y, además, por el cual en el índice global de terrorismo 2022 Chile se ha situado en el puesto 18. Somos de los países con mayor presencia de terrorismo en el mundo, sólo por unos pocos puntos no superamos al Congo, que está en el puesto 17, por lo que esto me hace cuestionar muchas cosas. Más de una vez Piñera arremetió contra la Bachelet diciendo que esperaba que la gente se armara para defenderse. Ya sabemos como terminó, fue Presidente y no hizo nada, más que cuando vemos a políticos defender el terrorismo e invisibilizar a las víctimas.
Los medios mandan a corresponsales de prensa a miles de kilómetros para reportear una guerra, pero no son capaces de hacerlo en su propio país, donde la violencia está más cerca y es más doloroso, porque existe y porque a los chilenos no les interesa lo que le pase al pueblo de La Araucanía.
Francisco Villarruel Morales
Senado y democracia
El vocablo pueblo designa a la masa de personas no dotadas de formación, virtudes, estudio para a ser gobernantes: excepto, las reconocidas excepciones esculpidas en el relieve de un alto edificio en las ruinas de la antigua Roma (que el turista hoy puede visitar). Ahí se lee Senatus Populusque Romanus. Esa inscripción esta iniciada con la descripción del oficio que cumple este edificio, el Senatus (senatus -us; asamblea de ancianos; anciano; senex -is) expresión que determina la condición de experiencia, además de la debida preparación para ser parte de esta corporación.
Clara demostración del origen del concepto democracia. Esa palabra no tiene relación con el mal uso que hoy se le da. Evidente es hoy, que en lugar de trabajar en la selección de los mejores, buscan igualdad en número de machos y hembras, desprecio por la experiencia y todo lo demás que está a la vista.
Consecuente con el natural deseo del personal progreso civil, es necesario ofrecer un camino para lograrlo. Para eso tengo una sugerencia: podría ser que para optar como candidato a consejero municipal, debe haber presidido alguna junta de vecinos; para optar a candidato de alcalde debe haber servido como consejero y así sucesivamente, con estudios adecuados de alcalde a diputado, de diputado a senador, de senador a posible ministro o presidente.
Rodolfo Larson
Pena de muerte
Según la doctrina de la Iglesia Católica, toda autoridad proviene de Dios y la legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad culpable del hechor, el recurso a la pena de muerte.
Sin embargo, el Papa Francisco modificó el texto del artículo 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte, indicando que "la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona".
Al recordar el asesinato a sangre fría del empresario Alejandro Correa afuera de su casa en Concón y el reciente acribillamiento a quemarropa de la hija de Cristián de la Fuente y de Angélica Castro durante un asalto al auto en el que viajaba, me entran serias dudas acerca de la conveniencia de la precitada modificación al Catecismo introducida el año 2018.
En el debate sobre la pena de muerte no he visto referencias al libre albedrío de la persona humana. Si un acto de extrema gravedad procedió de la voluntad libre y deliberada de una persona -empleando plenamente su razón, sabiendo y queriendo lo que hace- lo justo es que deba asumir su responsabilidad correlativa.
La sociedad tiene derecho a defenderse frente al peligro que representa la conducta delictual de ciertos individuos. Las penas deben implicar un castigo que sea proporcionado al mal que el delito ha inferido al orden jurídico y social. Visto bajo este prisma, hay delitos que merecen la pena capital.
Lo más contradictorio de esta secular polémica es la de quienes se oponen a la pena de muerte, pero que son fervientes partidarios de la ejecución de abortos directos (aquellas acciones que buscan intencionalmente suprimir la existencia del nasciturus; de un nuevo ser, distinto de la madre, que se gesta en su seno), es decir, del asesinato de seres humanos inocentes e indefensos.
Adolfo Paúl Latorre, abogado
¿Educación especial
En momentos donde se debate sobre el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, y con ello la existencia de los colegios particulares subvencionados, vemos con tristeza la desinformación existente sobre este sector que, además de atender al 55% de los alumnos más vulnerables del país, también abarca nada menos que al 91% de los alumnos con necesidades educativas especiales.
Como mi hijo, miles de niños en Chile han encontrado en los colegios de Educación Especial la oportunidad no sólo de recibir contenidos, sino también las herramientas para desarrollar independencia de acuerdo a sus necesidades que son muy diversas y específicas. Y esa respuesta no la encontramos en el Estado, pero sí en el sector particular subvencionado (90% de sus establecimientos gratuitos), que abrió históricamente oportunidades con diversidad de proyectos.
Y es así como en ese sector existen hoy 2.027 escuelas, a las que se suman 5.682 establecimientos escolares de integración, que en total cubren a 183.373 estudiantes de educación especial, alumnos con discapacidades y trastornos de diferente tipo: intelectuales, auditivos, visuales, motores, de lenguaje, autismo y de capacidades en comunicación y relación. No podemos guardar silencio cuando, para diferentes sectores, nuestros hijos y su educación especial sigue invisibilizada.
Ingrid Rojas Silva