Según la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) las cooperativas se definen como: asociaciones autónomas de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada.
En el mundo, uno de cada 4 habitantes de Estados Unidos es socio de una cooperativa, el 74 % de la producción agrícola en Finlandia es generada por las cooperativas, 18,5 millones de socios en Alemania tienen las 875 cooperativas financieras, en Japón el 90% de los agricultores son socios de una cooperativa, en Argentina cerca de 10 millones de personas son socias de una cooperativa y el 37% del PIB agrícola en Brasil es generado por el sector cooperativo.
En nuestro país, las cooperativas existen hace más de 130 años, aportando al desarrollo nacional de norte a sur. Están presentes en las 16 regiones, en las 346 comunas de Chile; y a agosto de 2020, existen 3.499 cooperativas, de las cuales 1.327 están vigentes y activas, con más de 2 millones de cooperados a nivel nacional.
Las cooperativas son organizaciones virtuosas y especiales que persiguen mejorar la calidad de vida de sus socios. Su formación en general nace de la necesidad de un grupo de personas de solucionar un problema común, el que resolver solos sería muy difícil; permiten así tanto consolidar una clase media fuerte, como sacar a las personas de la pobreza.
Algunas características de las cooperativas son un socio, un voto, independiente del monto de sus aportes; el modelo es inclusivo y territorial, y aporta al desarrollo social y económico del país.
Y si bien en la Constitución de Chile de 1980 existe garantizado el "del derecho de asociación", las cooperativas no participan hoy en ciertas áreas de la economía, en las que sólo pueden operar sociedades anónimas. En el actual contexto histórico, social y político del país, el reconocimiento constitucional de las cooperativas permitirá superar su actual posición, disminuida en algunos sectores o rubros, dentro de las actividades que constituyen el desarrollo.
Así, el derecho de asociación reconocido en el texto constitucional de 1980 se torna insuficiente para que las personas puedan elegir la forma de organización más adecuada a sus intereses (personales, comunitarios, económicos, etcétera). Así, es necesario remediar esta situación y una nueva Constitución puede contribuir en este sentido.
Es por esto que la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, en conjunto con sus asociaciones y federaciones socias, han trabajado junto a expertos para analizar la situación de las cooperativas en las diversas constituciones internacionales, y así presentar una propuesta a la Convención Constitucional, con el fin de que las cooperativas obtengan un reconocimiento en la próxima Carta Magna.
Por ello, proponemos que en el capítulo donde se consignen los Derechos y Deberes Constitucionales en la nueva Carta Fundamental, se establezca el siguiente artículo: "Del reconocimiento y fomento de las cooperativas. El Estado reconoce la función social, cultural, económica y productiva de las cooperativas, conforme al principio de la ayuda mutua. La Ley fomentará y promocionará las cooperativas, garantizará su independencia y autonomía, preservando mediante los instrumentos correspondientes, su naturaleza y finalidades".
Ya le hemos presentado a los convencionales esta propuesta y estamos a la espera de que se vote este de artículo de reconocimiento constitucional. Desde Cooperativas del Sur, estamos comprometidos por seguir fomentando el modelo y la educación cooperativa a todo nivel.
"El derecho de asociación reconocido en el texto constitucional de 1980 se torna insuficiente para que las personas puedan elegir la forma de organización más adecuada a sus intereses".