COSECHA DE TRIGO: de "yegua suelta" a eficientes automotrices
El cultivo está presente desde la repoblación de Osorno en el siglo XVIII.
Texto y fotos: Archivo Guillermo Sáez Eickhoff
Una de las tareas agrícolas propias del verano es la cosecha de trigo, labor que en el siglo XIX se realizaba de forma rudimentaria y con la ayuda de animales. Este cultivo ha estado presente desde la repoblación misma de la ciudad, a fines del siglo XVIII, y se obtiene de muy buena calidad en determinadas áreas, tal como en los sectores de la comuna aledaños a las rutas al Mar y a la Misión.
Los inicios de la cosecha mecanizada en la zona datan de principios de 1900. Antes la tarea era con el tradicional y romántico sistema de "trilla a yegua suelta", que ocupaba harto tiempo y requería mucha mano de obra. El arribo al país de máquinas segadoras atadoras, de motores a vapor primero y explosión después, junto a las trilladoras de planta, dio un vuelco a la actividad. La cosecha y trilla fue más expedita, pero demandaba bastante mano de obra: expertos guiadores de bueyes "bueyerizos", para las atadoras y las carretas; operarios en la máquina, los ensacadores y finalmente los despajadores. Dependiendo de la magnitud de la cosecha, unas 25 a 35 personas giraban en torno a esta actividad.
Hacia la década del '30 comenzaron a funcionar en la zona las primeras cosechadoras llamadas "combinadas", tiradas por bueyes o tractor. Combinaban la faena de segar con la trilla y el ensacado, de ahí su nombre. Por la misma época hacen su aparición las primeras automotrices, que como su nombre lo indica, eran autopropulsadas.
En la imagen principal vemos una típica escena de la cosecha de trigo en mitad del siglo XX. Es en el fundo Rupanco, en el verano de 1957. Atrás podemos apreciar la maquinaria de trilla en plena faena. A la izquierda el potente motor a vapor de 8 HP. de la marca Ransomes, Simms&Jefferies, que era operado por un solícito fogonero encargado de su funcionamiento. Por medio de una correa plana, en especial de pelo de camello, se ponía en movimiento la máquina trilladora de planta a la derecha fabricada por la fundición Volcán. Sobre ella vemos dos operarios cuya tarea era alimentar con gavillas el cilindro desgranador. Todo el material pasaba por distintos mecanismos, como los harneros, los despajadores, el sistema aventador dentro de tan útil aparato, de manera que por un lado salía el grano a los sacos y por otro la paja hacia el muelle. Este material servía en algo como alimento voluminoso para el ganado en invierno.
El trigo ensacado era transportado por carretas a las bodegas del fundo, para posteriormente ser llevado a la molienda para convertirlo en harina.
Delante de la escena, sobre las cabalgaduras están Carlos Stückrath Schüler, administrador del predio y su hijo Carlos Stückrath Piwonka, acompañados por un mayordomo del fundo supervisando las faenas.
Los tiempos cambian y hoy esta antigua labor es realizada con moderna maquinaria trilladora, guiada por un solo operario capaz de rendir hasta 50 hectáreas en una jornada de trabajo.
1. Vista de la cosecha de trigo en el fundo Rupanco, en el verano de 1956. Al fondo se observa la maquinaria de trilla.
2 y 3. Antaño se usaban bueyes y una gran cantidad de operarios para realizar la trilla en los fértiles campos osorninos.
4. La mecanización de la trilla comenzó a inicios del siglo XX.
5. Aviso publicado en el ex diario La Prensa de Osorno en la década del '40 donde el agricultor Guillermo Sommer anunció la compra de trigo "de la próxima cosecha con anticipos".