Según la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), en Chile diariamente fallecen en promedio cinco personas en accidentes de calles y carreteras. Pero no se trata de números, porque detrás de cada muerte hay una familia, amigos, toda una vida de desarrollo, de esfuerzos y planes.

Influyen factores como la velocidad, imprudencia de conductores y peatones que cruzan con luz roja o por lugares no habilitados, y la conducción descuidada, donde hablar y escribir por celular tiene una alta incidencia. Es usual que durante los fines de semana largos o en la temporada de vacaciones se incrementan estos trágicos siniestros, por lo que las autoridades llaman a adoptar medidas preventivas, sobre todo que por estos días viajan familias completas, con niños.

Las cifras de Conaset indican que durante 2019 se registraron en el país 89.983 accidentes de calles y carreteras, en los que 57.749 personas quedaron lesionadas y 1.617 perdieron la vida, en este último caso, con un aumento de 7,3% respecto a los fallecidos informados en 2018. Durante el 2020, murieron 1.500, pese a que debido a la pandemia de coronavirus hubo mayores limitaciones para que las personas salieran, y a que en oportunidades hubo cuarentena y cordones sanitarios para evitar la movilidad. Sin embargo, en el presente verano ha habido mayor movilidad de las familias que han salido de vacaciones.

Chile se ha destacado en los últimos años con campañas como las de tolerancia cero alcohol y la ley Emilia, que buscan erradicar conductas altamente riesgosas al conducir, como manejar después de haber bebido o consumido drogas. Sin embargo, sigue siendo de real importancia que todos quienes de una u otra manera intervienen en el sistema vial, asuman con responsabilidad la conducción y su comportamiento en el tránsito, en general.

Los balances de Carabineros advierten la poca preocupación de los automovilistas. Es cierto que se producen más accidentes en las zonas urbanas que en las rurales, pero en éstas son más graves porque se circula a mayor velocidad. Por ello, han sido pertinentes los reiterados llamados de las autoridades en el sentido de que hay que redoblar los cuidados en estas vacaciones.

En un mundo donde la única constante es el cambio, la educación continua se ha convertido en una necesidad imperiosa para la industria y los sistemas productivos, cuyos trabajadores deben implementar soluciones innovadoras y eficientes, en un entorno laboral exigente y cada vez más competitivo.

La especialización de los trabajadores no sólo significa un beneficio o contribución para la empresa, también otorga valor agregado al profesional o técnico que adquiere el conocimiento, en circunstancias que la diferenciación es una opción para estar vigente en el mundo del trabajo

Una de las tantas lecciones que nos ha dejado la pandemia en los últimos años, es la necesidad de adaptarnos al cambio incluyendo nuestras formas de trabajar en las distintas áreas del conocimiento, espacio en que la tecnología permeó transversalmente todas las disciplinas y dejó desafíos en materia de capacitación para todos.

Lo anterior, sin duda requiere de un esfuerzo adicional para aquellas personas que se atreven a volver al aula, debiendo conjugar tiempos laborales, familia y espacios invertidos en formación, situación que -por otra parte- es compensada con la satisfacción y motivación profesional que otorga la capacitación.

Como INACAP, desarrollamos una Educación Continua innovadora y flexible, integrada en las Trayectorias Formativas Laborales (TFL), y que se vincula con las necesidades de la industria y de las comunidades.

Esto, traducido en cursos y diplomados, en diferentes modalidades y áreas del conocimiento. Buscamos contribuir a la empleabilidad de las personas y a la productividad de las empresas en un contexto de progresiva digitalización de los procesos productivos y de servicios. Nuestro programa ofrece a las personas alternativas ágiles y de aprendizaje significativo para que adquieran las competencias que hoy se demandan y se demandarán en el futuro.

Así, un nuevo año académico, también presenta nuevas oportunidades de especialización para los trabajadores y trabajadoras, que pueden fortalecer su capacidad de respuesta ante los cambios del entorno, una decisión que también significa mayores beneficios en el futuro, y en lo inmediato mayor realización personal.

Luis Felipe Román, gerente Educación Continua INACAP sedes Osorno y Puerto Montt