Correo
Sólo un mal sueño...
"Durante la celebración del año nuevo 2025 uno de mis nietos -de mi hijo mayor, que se vio obligado a cerrar su pyme asfixiado por los impuestos y regulaciones laborales- me preguntó: Abuelo: ¿por qué te dejaste engañar por consignas y promesas vacías?, ¿por qué permitiste que se perdieran virtudes morales y valores esenciales de la civilización cristiana occidental; que se sustituyera un sistema de economía de mercado por otro socialista, que ha desincentivado la inversión y la creación de riqueza y que ha incrementado la pobreza; que se demolieran las Fuerzas Armadas y Carabineros; que el Poder Judicial se politizara y que los jueces administraran torcidamente la justicia; que se destruyera la unidad nacional; que se produjera una secesión de territorios en La Araucanía; que se ultrajaran nuestros emblemas nacionales y monumentos de héroes patrios; que miles de políticos y empleados públicos innecesarios parasitarán del presupuesto nacional; que se alcanzara una deuda externa astronómica cuyo servicio recaerá sobre nuestros hombros; que se haya aprobado una nueva Constitución Política refundacional, que coarta derechos y atenta contra los principios de una sociedad libre, que le permite a una mayoría impedir la libertad de las minorías, y que no respeta la cultura y las tradiciones de la nación chilena, una nación mestiza que hemos construido entre todos a lo largo de cinco siglos?
¿Por qué ahora te estás quejando que has perdido la libertad, cuando ya es demasiado tarde para recuperarla?".
Afortunadamente, sólo fue un mal sueño...
Adolfo Paúl Latorre
Desconexión y cuidados
Navidad y Año Nuevo dan el puntapié inicial al periodo estival y a las tan ansiadas vacaciones.
A nivel social, nos hemos visto enfrentados estos dos últimos años a la pandemia por covid-19, la cual ha influido directamente en nuestra vida, afectando relaciones familiares, sociales, laborales y nuestra rutina cotidiana. Estos años marcados por procesos de confinamiento y desconfinamiento social, y de incertidumbre a nivel laboral, han generado en la población altos montos de ansiedad y estrés, volviéndose necesario realizar una pausa en nuestra rutina diaria.
El periodo de vacaciones, sean estas laborales o escolares, constituye un espacio de descanso de las tareas o actividades realizadas y acumuladas durante el año. Vacaciones es una instancia para recargarnos de energía y fortalecer nuestra salud mental, distanciándonos por un tiempo de las obligaciones asumidas y priorizando nuestro bienestar personal, fortaleciendo lazos familiares y sociales, y por sobre todo, realizando actividades que promuevan nuestro autocuidado.
Realizar actividades postergadas durante el año (deporte, arte y lectura), reencontrarnos con nuestros gustos y afinidades, retomar vínculos sociales (amigos, familia), implicarnos en actividades lúdicas, sean estas de carácter personal o en contacto con nuestros hijos, permitirnos descansar, desconectarnos directamente de lo laboral (correos, grupos telefónicos), son ejemplos de acciones específicas que promueven nuestra salud mental y fomentan nuestro bienestar individual, teniendo efectos positivos en lo laboral, ya que facilitan que podamos reencontrarnos y reencantarnos con nuestro trabajo.
Si bien a la fecha en nuestro país un gran porcentaje de la población se encuentra con sus esquemas de vacunación completo con miras a enfrentar los efectos de la pandemia, esto no implica enfrentar el periodo de vacaciones con menos restricciones y resguardos preventivos. Ceñirnos a las indicaciones sanitarias en nuestro periodo de receso laboral o académico nos permitirá disfrutar sin riesgos futuros, otorgándonos una capacidad de control en torno al escenario de incertidumbre que ha planteado e instaurado el covid -19 a nivel global.
Monier Villarreal, académico Escuela de Psicología U. de Las Américas
"Superhéroes sin capa"
Hace 69 años la fiesta de año nuevo se vestía de negro en Valparaíso. Poco duraron las celebraciones para recibir el año 1953, a eso de las 2 de la madrugada las sirenas alertaban el fatal incendio en la barraca Schulze de calle Brasil.
Bomberos de todas las compañías porteñas llegaron al incendio, era el primero del año, nadie quería estar ajeno. De lo que no sabían, era del depósito ilegal de explosivos, cuya explosión cobró la vida de 50 personas, de ellas 36 bomberos y un carabinero, quienes sin saber su destino partieron por el llamado del deber.
No olvidemos a estos valientes, ellos son parte de esa sociedad civil que se empodera y organiza voluntariamente, elemento gravitante en el porvenir de los países. Hombres y mujeres que por su vocación incluso entregan la vida, personas con gran sentido de la solidaridad y que abrazan la libertad en su frenética disposición frente a nobles causas. Todos ellos son "superhéroes sin capa".
Mauricio Faúndez