El actor Keanu Reeves vuelve a tomarse la pastilla roja en "Matrix Resurrections"
CINE. Cuarta entrega de esta saga se estrenó ayer en todo el mundo, tanto en salas como en HBO Max.
Efe
Como si se negara a tomar la píldora roja de Matrix para enfrentar la realidad, Hollywood mira al pasado para rescatar sus formatos más famosos: ahora es el turno de la saga de ficción protagonizada por Keanu Reeves, que regresa con un título tan apropiado como "Matrix Resurrections".
"No lo sé, parece que es lo que los humanos hacen. No se reinician ni se reciclan, pero vuelven a visitar el pasado, es interesante", analiza Reeves por su retorno a la saga de las hermanas Wachowski, más de 20 años después del estreno de la primera película.
En un momento tan complejo y turbulento como el actual, parece que los grandes estudios cinematográficos están enganchados a la pastilla azul que introdujo la cinta original y viven en la prisión de la nostalgia.
Todo vuelve. Hay reencuentros de "Friends", "Harry Potter", nuevas temporadas de "Sex and the City" y secuelas de "Ghostbusters" o "Top Gun".
"Esa nostalgia nos ancla a veces. Nos hace sentir como si no estuviéramos flotando a través del universo. Te recuerda que te mantienes un poco firme y te hace sentir mucho mejor, más conectado", responde por su parte Carrie-Ann Moss, la compañera de reparto de Reeves en esta saga.
Así, tanto Reeves como Moss admiten que ellos también sintieron las ganas de volver a los personajes que encarnaron por primera vez en 1999 con "The Matrix" para continuar la historia exactamente en el punto donde se dejó tras tres entregas sucesivas.
Lana Wachowski, codirectora de las tres primeras cintas junto a su hermana Lilly Wachowski, se puso tras las cámaras en esta película que se estrenó ayer en cines y HBO Max y que da continuidad a "The Matrix" (1999), "The Matrix Reloaded" y "The Matrix Revolutions" (ambas de 2003).
Una revelación
Aunque, pese a la insistencia de Warner Bros., las Wachowski se habían negado a dar continuidad a una historia que consideraban cerrada, pero todo cambió una noche en la que Lana Wachowski despertó a sus protagonistas en la imaginación y se puso a escribir el guion de la nueva película.
"Es hermoso ver a Keanu y a Carrie en esto. Ellos tienen la edad perfecta para hacerlo, todos tenemos la edad perfecta", explica la directora en la presentación de la película.
"Y Keanu está en la edad cúspide: si fuera demasiado mayor no sería posible y si fuera más joven no tendría tanto peso y resonancia", añade.
Parte del reparto vuelve: además de Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss, regresan Jada Pinkett Smith (Niobe), Lambert Wilson (Merovingio) y Daniel Bernhardt (Agente Johnson).
A ellos se suman nuevas incorporaciones como Neil Patrick Harris, Jessica Henwick, Christina Ricci y Yahya Abdul-Mateen II, quien interpreta una nueva versión de Morfeo, el personaje de Laurence Fishburne en la trilogía original.
Neo renace
"The Matrix: Resurrections" presenta a un Neo (Reeves) que no recuerda nada de sus cibernéticas y existenciales aventuras, con un pie en la Matrix y otro en la realidad.
El personaje trabaja ahora como diseñador de videojuegos y acude a un terapeuta que le prescribe pastillas azules para que se mantenga en la ignorancia. Aunque todo da un giro cuando en las calles de San Francisco se cruza con una mujer que se parece a Trinity (Moss).
Entonces, los recuerdos del pasado empiezan a hacerse más evidentes y regresa la maquinaria de Matrix.
"Es bonito saber que el vínculo entre Neo y Trinity sigue existiendo, agradezco volver a sentirlo", explica Moss.
Con el enigmático aroma de "The Matrix", pero mucho más actual, la película reincide en temas como la búsqueda de la verdad, las fantasías que genera la memoria y la elección voluntaria de la pastilla.
"Me gusta ese tipo de interacción con la película, que promueva este tipo de conversaciones, como si fuera su alimento", explica Reeves.
El guion de Wachowski incluye escenas del pasado y hace guiños a la técnica del "tiempo bala" ("bullet time"), esos planos a cámara ultralenta que hicieron su seña de identidad en los años 2000. Y, por supuesto, insiste en la acción más espectacular con ayuda de tecnología de punta. "Yo soy mayor, pero creo la acción de mi personaje es la misma", bromea Reeves.