Proceso de vacunación
Quienes no se vacunan se exponen con una altísima mayor probabilidad a sufrir las consecuencias de agravarse por el coronavirus. Pese a tan contundente evidencia, lamentablemente todavía hay quienes "no creen" en el proceso de vacunación.
El Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) de la OMS completó su revisión de la vacuna CoronaVac, sobre la base de la evidencia disponible, recomendó su uso debido a la eficacia que mostró en los estudios, previniendo la enfermedad sintomática en el 51% de los vacunados y la hospitalización y muertes en porcentajes aún mayores.
Pese a tan contundente evidencia, lamentablemente todavía hay quienes "no creen" en el proceso o -peor aun- difunden afiebradas teorías sobre la naturaleza de la vacunación contra el covid-19 y sus eventuales efectos.
Y aunque algunos de estos alcanzan ribetes sencillamente ridículos -como el caso de un "profesional" de la salud que aseguraba hace algunos meses que las vacunas producen un cierto tipo de magnetismo y, por consiguiente, se pueden adherir artículos como los teléfonos celulares a los brazos- la verdad es que el daño que estos mensajes provocan es inconmensurable.
Es indudable que el afán por figuración suele no tener límites y aquello incentiva a abrazar insólitas teorías a medida que se suman "likes" o seguidores a través de las redes sociales. Y es que, lamentablemente, parece ser creciente el grupo de personas que adoleciendo de una mínima cuota de pensamiento crítico -aspecto que, sin duda, debería reforzarse en todos los niveles educacionales- toman como ciertas algunas afirmaciones que carecen de los más mínimos fundamentos o verosimilitud.
Derivado de lo anterior, en este caso, aquellas personas que no se vacunan son las que se exponen con una altísima mayor probabilidad a sufrir las consecuencias de agravarse por el coronavirus, situación que conocimos de sobra cuando todavía no existía esta eficiente fórmula de hacer frente a la pandemia.
Es de esperar que los permanentes llamados de autoridades, especialistas y el mundo científico en general encuentran un mayor eco en aquellos rezagados que, de manera incomprensible, se exponen a un riesgo innecesario al no vacunarse.