Cómo es "Voyage" de ABBA, un disco inesperado, nostálgico y con vitalidad
MÚSICA. El grupo sueco lanzó ayer su novena placa de estudio tras un interludio de 40 años desde su separación. Son 10 canciones y la crítica está muy dividida.
Tras casi 40 años sin un álbum ni apenas comparecencias conjuntas, permitiendo que su legado en canciones y su leyenda crecieran por sí solas, ABBA sorprendió de repente con un retorno discográfico que se publicó ayer en todo el mundo.
Titulado "Voyage", el noveno disco de estudio de la banda sueca por antonomasia y el sucesor de "The Visitors" (1981), incluye diez canciones inéditas que han dividido a la crítica entre quienes advierten un regreso "lleno de vitalidad" (Rolling Stone), quienes ven en él "un viaje nostálgico en el que vale la pena embarcarse" (NME) y quienes lo consideran "atrapado en el pasado" (The Guardian).
"Lo hicimos lo mejor que pudimos a nuestra edad", dijeron en una rueda de prensa y también coincidieron en que, al volver a juntarse, "parecía que no había pasado el tiempo".
El doble proceso de separación al que se habían sometido sus miembros hizo mella y la tensión se palpaba en su última aparición pública en el programa de Noel Edmonds en 1982. Promocionaban entonces un grandes éxitos, incapaces de llevar a término los temas nuevos que habían comenzado, y habían dejado de ser ese grupo agradable de los 70. Muy poco después, llegó la separación.
El origen de este inesperado álbum, según unas declaraciones de Ulvaeus de octubre de 2016, está en la gira virtual que próximamente convertirá al cuarteto en unos hologramas rejuvenecidos y para la que se habían grabado inicialmente solo dos temas nuevos.
Ni tanto éxito
En septiembre se estrenaron las dos primeras canciones. Con un sonido "inconfundiblemente Abba", llegó por un lado "I Still Have Faith In You", que los devolvía a la balada sosegada e intimista en la senda de "The Winner Takes It All"; por otro, "Don't Shut Me Down", en las vibraciones vívidas de la música disco, como "Dancing Queen", pero sin su gancho.
Es cierto que en solo tres días se superaron las 80.000 copias de reserva del disco, pero superado el entusiasmo inicial, su recepción comercial fue regular para un grupo con 400 millones de discos vendidos.
En su propio país, los sencillos tuvieron que conformarse con el segundo puesto, mientras que en el resto solo consiguieron un "top 5", concretamente en Alemania con una tercera plaza, mientras que en Reino Unido no pasaron de la decimocuarta posición.
Tras escuchar por fin "Voyage" completo, todas las opiniones -incluso ellos mismos- coinciden en que se hizo de espaldas a la evolución del pop desde la separación del grupo en 1982, siguiendo solo la esencia del cuarteto conformado por Anni-Frid Lyngstad (75), Agnetha Fältskog (71), Björn Ulvaeus (76) y Benny Andersson (74).
En ese sentido, habrá quien disfrute la jovialidad "naif" y un tanto "hippie" de cortes como "Bumblebee" o "No Doubt About It" y quienes, sin embargo, echen de menos una remezcla más moderna para "Keep And Eye On Dan".
En una alternancia casi perfecta de temas lentos y vívidos, ofrecen una aproximación bailable al folclor gaélico ("When You Danced With Me"), se atreven con el vals ("Ode To Freedom") y hasta con el villancico ("Little Things").
"Voyage", que será probablemente el auténtico último disco de ABBA, suma más a la base que a la cúspide de su legado. Eso sí, con su capacidad intacta para convertir la luz en sonidos, no podría haber mejor momento para su vuelta que estos estertores de una pandemia que sumió al mundo en un confinamiento asfixiante.