Berdine Castillo y Lucas Nervi aportaron dos oros al medallero de Chile en el Campeonato Sudamericano de Atletismo Sub-23, que se desarrolló en Guayaquil, Ecuador.

Castillo ganó los 800 metros planos con un registro de 2.05.98, por delante de la brasileña Isabelle Cristina de Almeida (2.07.68) y la peruana Anita Poma (2.09.92).

En declaraciones a la transmisión oficial, la velocista relató que al inicio de la prueba De Almeida estaba "muy lejos".

"Noté que todavía me quedaba energía y en los 800 hay que darlo todo", señaló la deportista de 21 años.

Consultada por las claves de la especialidad, contó que "en los últimos 300 metros es donde comienza a definirse, uno empieza a dar todo".

Castillo sumó una plata a su cuenta en la posta 4x400, en equipo con Rocío Muñoz, Anaís Hernández y Martina Weil.

Junto con María Trinidad Hurtado, estas tres últimas se adjudicaron el bronce en el relevo 4x100. En solitario, Weil fue bronce también en los 400 metros planos.

Recordwoman

Otra chilena con presea dorada fue Catalina Bravo, quien el sábado por la noche había establecido el récord nacional sub-23 en el lanzamiento del disco, con una distancia de 55,38 metros.

Quien también se adjudicó la medalla de oro en el disco fue Lucas Nervi, quien registró 60,87 metros.

"Fue una competencia muy buena, que estuvo mano a mano, no perdimos en ningún momento la calma para estar bien técnicamente", relató el deportista.

En palabras de Nervi, "tuve una serie pareja, sobre los 60 metros, que nos dio una muy oportunidad. Es una preparación súper buena para el Panamericano en Cali".

El brasileño Alan de Falchi (58,79) y el argentino Nazareno Sasia (55,24) completaron el podio en la disciplina.

En el salto alto, Nicolás Numair obtuvo la medalla de plata, con un brinco de 2,12 metros.

Daniel Leal consiguió la plata en el lanzamiento del martillo, con 64,57 metros.

La chilena Antonia Crestani remató tercera en el salto con garrocha, con un registro de 3,90 metros.

2 medallas totalizó Berdine Castillo. A la dorada, la velocista de 21 años sumó una de plata en la posta 4x400.

55,38 metros lanzó el disco la nacional Catalina Bravo. Fue medalla de oro en el Sudamericano y récord nacional sub-23.

La turbulenta vida del mítico campeón de ajedrez estadounidense Bobby Fischer recorre las páginas de "Blanco y negro", una novela gráfica con guion de Julian Voloj e ilustraciones de Wagner Willian que acaba de publicar Salamandra Graphic.

En 2022, se cumplirá medio siglo del combate mental más célebre de todos los tiempos, el Campeonato del Mundo de Ajedrez que enfrentó en Reikiavik, la capital de Islandia, al entonces campeón, el ruso Boris Spaski, y al aspirante Bobby Fischer, que había arrasado a sus oponentes en su camino hacia el título.

El llamado "Match del Siglo" no fue solo un torneo para dilucidar quién era el mejor ajedrecista de la época, pues se vivió como un auténtico episodio de la Guerra Fría, en el que un genio del tablero representante de Estados Unidos se enfrentaba casi en solitario a la hegemonía de la URSS en este deporte desde hacía 34 años.

Guion cinematográfico

La novela "Blanco y negro. Auge y caída de Bobby Fischer" no solo revisa este histórico campeonato, plagado de anécdotas y de un suspenso digno del cine cinematográfico, por las continuas exigencias de un aspirante que a punto estuvo de perder sus opciones tras no presentarse a la segunda partida del duelo, sino que traza un recorrido a lo largo de los vaivenes de su vida.

Buena parte del volumen se centra en la infancia y juventud de Fischer en Nueva York, y cómo desde niño se sumergió en el ajedrez, hasta el punto de que a los 16 años se centró en su única vocación.

La biografía gráfica muestra la complicada y extravagante personalidad de Fischer, sus exigencias para jugar el Campeonato del Mundo, que lo dejaron a un paso de quedar desclasificado, y cómo, se proclamó con el título tras un intenso duelo con Spaski en 1972.

Tras convertirse en héroe nacional, Fischer vivió una breve etapa de gloria, pero pronto inició un camino de no retorno, negándose a defender el título y desapareciendo de la vida pública.

Dos segundos lugares cosechó el fin de semana el piloto chileno Nicolás Pino en la serie Supercars Endurance GT4.

En la jornada final de la tercera fecha de la categoría, disputada ayer en el Autódromo Internacional de Algarve, emplazado en la ciudad portuguesa de Portimao, el nacional culminó los 45 minutos de la prueba en la segunda posición, al igual que el sábado.

En el asfalto del sur luso, al chileno le tocó abrir la primera parte de la carrera en su Porsche Cayman GT.

Tras 25 minutos en pista, ingresó a los boxes para entregarle el vehículo a su compañero, el local José Carvalhosa, en la primera posición.

Culminado el turno final, la escudería Garagem Joao Gomes cruzó la meta en la segunda posición.

"Fue un fin de semana positivo, pero muy duro, con dos carreras muy fuertes", analizó Pino.

Según destacó el joven, "logramos un buen rendimiento, íbamos bastante rápido en un circuito muy entretenido".

Buena faena

De esta manera, Nicolás Pino totalizó cuatro podios en las cuatro carreras disputadas de la serie de vehículos carrozados.

Anteriormente, el corredor de 17 años había conseguido una victoria y un segundo puesto en las dos pruebas correspondientes a la primera fecha, que se efectuó en el circuito de Jarama, España.

Su próximo reto será la semana entrante en las 4 Horas de Portimao, del calendario de la European Le Mans Series.