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El líder gremial no cree que las tasas de créditos hipotecarios vuelvan a estar al 2%.
-Siempre han ido en alza. Este efecto no tengo recuerdo que haya ocurrido antes. Tal vez en la crisis del 2008. Pero este efecto fue mucho más grande que en décadas anteriores. Ahora, tiene que ver con la capacidad de los bancos de estar cercanos a nuestros clientes cuando requieren liquidez. Porque las ayudas favorecen a personas, no pequeños o microempresarios o empresas, y en ese sentido el tiempo ha demostrado que la banca ha generado un flujo de crédito que nunca antes en la historia se había visto. A estas alturas hay más de 25 mil millones de dólares aprobados. Es una cifra gigantesca: cerca del 8% del PIB corresponde a créditos aprobados, que es inédito a nivel internacional. Al mismo tiempo ha habido un proceso de renegociación, de reprogramación de deudas hipotecarias, de personas, que ha abarcado a más del 35% de la cartera. Vale decir, de cada 10 deudores, más de tres han renegociado sus deudas y eso también es inédito a nivel internacional. Estuve hablando, por ejemplo, con gente de España, que me cuenta que ellos han renegociando del nivel de un dígito, vale decir, de un cinco a un siete por ciento. Son proporciones distintas. ¿Qué ha implicado eso? Que se ha aplanado la curva de los pagos para los próximos años.
-Pero son créditos que ahora se tienen que pagar.
-Todavía nos quedan como tres a cinco años para que los Fogape puedan terminar en su cobro. Pero hasta ahora las cuotas han ido pagándose muy al día. La morosidad está bajo el 2%. Igual hay sectores más afectados. Entonces, hemos dicho que es exitoso desde el punto de vista del otorgamiento de los créditos, de reprogramación, porque se hizo en muy poco tiempo, a pesar de que se decía que esto no iba a ser posible, pero falta cobrar y si eso se cobra es porque el deudor se pudo levantar. Hasta ahora los pagos están demostrando que los deudores están haciendo el esfuerzo. Pero nos queda que la economía se consolide, al menos los sectores más golpeados como la hotelería y los restoranes, para que este producto termine de ser cobrado y volvamos a una situación de normalidad.
-Hace poco se publicaron las ganancias de los bancos y todo indica que la pandemia fue un buen tiempo para la industria.
-Si tú hablas del punto de vista de generación, no. El año pasado la banca generó el menor nivel de los últimos 30 años. Siempre miramos como indicador un porcentaje sobre activos. Básicamente, la industria ha estado generando en torno al 1% del total de activos que se administra. El año pasado se generó un 0,38%, que es el más bajo de los últimos 30 años. Se escuchó que los bancos ganaron mucha plata. Claro, son montos que parecen altos. Pero la pregunta es "tu negocio, ¿qué capital tiene, cuánto están ganando respecto a tu capital?". Esa es la pregunta relevante. La banca tiene el mayor monto de capital de todas las industrias de Chile. Hoy la banca tiene más de tres veces el total de capital que tiene Codelco. Son más de 30 mil millones de dólares. Esa cifra ha aumentado nueve mil millones en los últimos cinco años. El punto es que en los próximos cinco años los escenarios más probables son que debe aumentar en 18 mil millones más.
-¿Y cómo está la banca nacional respecto a la internacional?
-De 54 países, Chile está 39. Chile rentó menos el año pasado que Luxemburgo, menos que Inglaterra, menos que Sudáfrica, por poner ejemplos. Rentó parecido a Bélgica y Suiza. La rentabilidad tiene que ver con dónde estoy, según el tipo de cliente, la estabilidad de la economía… y esto hace sentido porque los bancos tienen que administrar riesgo, que es el negocio de los bancos. Chile debiera tener una posibilidad mayor de generación y acercarnos tal vez a países como Hungría o Islandia. ¿Sabes cuál es el país más rentable de todos estos 54?, ¿que genera seis veces lo de Chile? Es Argentina. Esto demuestra que las cifras hay que saber leerlas, porque en Argentina no existe el mercado de capitales. Acá los bancos gestionan 440 mil millones de dólares, que es más que el PIB, que redondeando está en 300 mil millones. El 80% de estos son créditos hipotecarios, créditos largos. Si acá en Chile estamos 1,3 veces el PIB, Argentina debe tener el 20%. Es muchas veces más chico, porque allá no hay créditos hipotecarios como acá. Allá una empresa no puede comprar una máquina a 10 años. No hay créditos a largo plazo. En resumen, la banca chilena es la que menos renta en Latinoamérica, en términos internacionales está en el segmento más bajo.
-¿Y cuál es la proyección que hacen ustedes?
-Como bancos necesitamos estabilizarnos a niveles internacionales bajos. Esto va a ser una tendencia inexorable, que vamos a estar en el segmento más bajo, pero necesitamos generar porque la industria debe aumenta su stock de capital; yo diría que un tercio en los próximos cinco años, para poder cumplir con estándares internacionales.
-¿Y qué debe darse para que eso ocurra?
-Lo primero, básico, es que la confianza y la fe pública se tienen que mantener, y eso no depende los accionistas o gerentes generales de los bancos, depende del contexto macroeconómico, porque necesito como banco que el cliente mantenga su cuenta corriente y su depósito. Los bancos funcionan si hay de los dos. Sin eso, cerramos la puerta por fuera. Por eso son preocupantes algunas señales de políticas públicas. Lo segundo es que la banca está comprometida en aumentar su capital. De qué depende, de simplemente de que tengamos políticas estables, una mirada de confianza pública estable y que uno pueda proyectarse, porque cuando pone capital, pone para los próximos 25 años.
-Sin duda se refiere a los retiros y a la discusión sobre pensiones.
-En efecto, esos elementos son extremadamente preocupantes. Yo soy de la generación que compré mi casa a la UF +12% y hoy uno dice que eso es impensable. En la tasa más baja que tuvimos fue levemente inferior a la UF+2%. En mi vida vi que el crédito bajó seis veces la tasa, 10 puntos; y vi cómo los créditos que no los tomabas a más de 12 o 14 años, los toman ahora a 25 o 30 años. O sea, se duplicaron. Nadie en Latinoamérica tiene créditos hipotecarios tan largos ni tasas tan bajas. Hoy las tasas hipotecarias están más cerca del 4, o sea, se duplicó en poco tiempo. Eso significa que para pagar ese dividendo tienes que tener un 20% más de renta. Nosotros no estamos como país, como industria bancaria, en condiciones de que las personas que quieren comprar una casa lo hagan en las condiciones que vimos hasta hace dos años. O que una empresa pueda comprar maquinaria a 10 o 15 años. Para eso se necesitan ahorrantes de largo plazo, un mercado que dé confianza y que no aspire sólo a tener un depósito a 90 días, sino que esté disponible a comprar bonos a 30 años. Los retiros han originado principalmente que las tasas suban en la magnitud que estamos hablando y sus efectos son acumulativos. No sé qué efecto tendrá el cuarto retiro, si se aprueba, pero lo que sí tengo claro es que será muy difícil volver a ver una tasa de UF+2.
-¿Qué esperan de la Convención Constitucional?
-Como ciudadano espero que cumplan el mandato, que entreguen un proyecto que yo pueda votarlo. Segundo, espero que por consecuencia de lo anterior existan acuerdos que representen a todos los que viven en el país. Como industria bancaria necesitamos que existan reglas claras, que exista confianza jurídica, esquemas que permitan al país mantener una economía privada con posibilidades de confianza para invertir en el largo plazo. Que podamos equilibrar las necesidades que requiere el país, pero con un grado paulatino para que se puedan alcanzar. Hace mucho rato que dejé de creer que en un año arreglamos todo. Eso no se va a hacer. Necesitamos que haya un marco que luego dé leyes razonables. En cuanto comiencen las comisiones a trabajar, como otros del mundo del trabajo, también queremos pedir audiencia para compartir nuestra mirada.
"Como industria bancaria necesitamos que existan reglas claras, que exista confianza jurídica, esquemas que permitan al país mantener una economía privada con posibilidades de confianza para invertir en el largo plazo".
"Todavía nos quedan como tres a cinco años para que los Fogape puedan terminar en su cobro. Pero hasta ahora las cuotas han ido pagándose muy al día. La morosidad está bajo el 2%".
"Cerca del 8% del PIB corresponde a créditos aprobados, que es inédito a nivel internacional (...) De cada 10 deudores, más de tres han renegociado sus deudas y eso también es inédito a nivel internacional".