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Castillo fuerza la renuncia de su primer ministro "en favor de la gobernabilidad"

PERÚ. Pidió la dimisión de todo el gabinete. Pocas horas antes, la Justicia había dictado una orden de alejamiento a Guido Bellido por "violencia machista" y ordenado someterse a terapia. El renunciado dijo que "fuerzas fácticas" lo sacaron del cargo.
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El presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció ayer en la noche que aceptó la renuncia de su primer ministro, Guido Bellido, y que en las próximas horas tomaría juramento a un nuevo gabinete -al cierre de esta edición, esto aún no se concretaba-, pues la dimisión de este cargo arrastra a todos los secretarios de Estado, dicta la norma peruana..

"He decidido tomar algunas decisiones en favor de la gobernabilidad", enfatizó Castillo en un breve mensaje televisado en el que confirmó los rumores de la salida de Bellido, cuya permanencia en el cargo era cuestionada por la oposición política y gran parte de la ciudadanía.

Desde que asumió el cargo, el pasado 28 de julio, Bellido mantuvo una pugna constante con las fuerzas políticas opositoras, que dominan el Congreso y lo consideran un político de izquierda radical que generaba "inestabilidad" en el país.

Insulto machista

Si embargo, pocas horas antes de que Castillo forzara la salida de Bellido, la Justicia peruana había dictado una orden de alejamiento contra el primer ministro, Guido Bellido, luego que la congresista opositora Patricia Chirinos lo denunciara por "violencia machista".

La legisladora, del partido derechista Avanza País, acusó a Bellido de haberle dirigido "frases con la finalidad de humillarla, avergonzarla e insultarla".

Según su declaración, los hechos ocurrieron en una reunión de la mesa directiva del Parlamento, cuando ella pidió que le asignaran la misma oficina que usó su padre, el ex legislador Enrique Chirinos.

"Anda, cásate", le habría respondido Bellido. "Ahora solo falta que te violen", remató el primer ministro y también congresista del oficialista partido socialista Perú Libre, de acuerdo al testimonio de Chirinos.

Tras una querella presentada por la parlamentaria, la jueza Virginia Arroyo otorgó medidas de protección a su favor y prohibió a Bellido acercarse a menos de 300 metros de la denunciante y ejercer cualquier tipo de violencia a la víctima "bajo apercibimiento de ser denunciado penalmente por desobediencia y resistencia a la autoridad judicial".

La jueza también instruyó una evaluación psicológica al denunciado y ordenó que la autoridad realice una terapia en el centro de salud más cercano a su vivienda.

Pese a que en un primer momento Guido Bellido había amenazado con denunciar a Chirinos por difamación si no se retractaba de su acusación, finalmente desistió.

"PODERES FácTICOS"

Ya como exprimer ministro, Bellido aseguró desconocer los motivos de su salida del Gobierno y lo achacó a "poderes y fuerzas fácticas" contrarias al Ejecutivo.

Bellido consideró que durante los 70 días que ostentó la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), ejerció el cargo "con decoro conforme a las promesas de campaña" hechas por el partido marxista Perú Libre, que promueve una Asamblea Constituyente.

Consultado por los errores que pudo haber cometido, afirmó que a Perú Libre le jugó en contra "el ímpetu de ser coherentes con lo planteado en campaña. Probablemente le hemos puesto mucha pasión, y tal vez alguna metáfora los medios de comunicación no han podido comprenderla en toda su dimensión", manifestó.

Polémica figura

La designación de Bellido como primer ministro causó mucha polémica y crispación por tratarse de uno de los hombres de confianza de Vladimir Cerrón dentro de Perú Libre y representante del ala más ortodoxa de este partido de izquierda socialista.

Castillo lo escogió para liderar su gabinete pese a estar investigado por presunta apología al terrorismo al difundir mensajes en redes sociales que ensalzaban la figura de Edith Lagos, una de las primeras caras más conocidas del grupo terrorista Sendero Luminoso.

Tras la renuncia, Bellido solicitó al Congreso el cese de su licencia como parlamentario para poder retomar sus funciones legislativas e integrarse a la bancada del partido gobernante.

Los legisladores peruanos de oposición aplaudieron este miércoles la renuncia -mantenían una abierta confrontación- y expresaron su deseo de que el presidente Pedro Castillo convoque a un nuevo gabinete con "espíritu concertador".

Al respecto, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, saludó en Twitter "la decisión del presidente de cambiar al gabinete ministerial" después de "varios días de innecesaria incertidumbre y ministros muy cuestionados" .

70 días de gobierno y Pedro Castillo tuvo que realizar un importante ajuste.

Preso de Guantánamo busca desbaratar sistema de torturas y cárceles de la CIA

CASO. Abu Zubaydah pidió al Tribunal Supremo de EE.UU. que investigue los tratos crueles sufridos durante su paso por una prisión del organismo en Polonia.
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Un recluso de la cárcel de Guantánamo busca poner en jaque el programa de torturas de la CIA, creado para interrogar a sospechosos de terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Se llama Abu Zubaydah y para lograrlo pidió al Tribunal Supremo de EE.UU. que investigue las torturas que sufrió hace dos décadas en Polonia, en una prisión clandestina del organismo de inteligencia norteamericano.

Es la primera vez que el máximo tribunal del país evalúa el polémico programa de la CIA y las prisiones clandestinas que dicha agencia abrió en el extranjero para burlar las garantías del sistema judicial estadounidense.

El abogado de Zubaydah, David Klein, pidió a dicha instancia judicial que obligue a testificar en Polonia a los psicólogos Bruce Jessen y James Mitchell, sindicados como autores de las torturas al recluso y quienes diseñaron las llamadas "técnicas de interrogatorio mejoradas".

En Polonia existe desde 2010 un proceso judicial abierto por estas prácticas de la CIA, en el que se cuestiona si las autoridades polacas ayudaron a la agencia con las torturas.

Klein busca que el gobierno de Biden confirme oficialmente que el país europeo alojó una de las prisiones clandestinas del organismo donde se produjeron estos hechos, pero la Casa Blanca se niega aduciendo motivos de seguridad nacional.

El caso de Zubaydah no es nuevo. Su historia ha sido difundida en los medios y forma parte de un informe del comité de inteligencia del Senado de EE.UU. parcialmente desclasificado en 2014.

Incluso el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) estableció que Polonia fue "cómplice" de las torturas y cooperó con la CIA, por lo que ordenó al gobierno polaco pagar una indemnización de US$ 100.000 a Zubaydah.

"Ya no estamos hablando de un secreto de Estado, sino de que el gobierno no quiere colaborar con la investigación en Polonia", manifestó Klein ante la Corte Suprema de EE.UU.

El historial

Zubaydah, palestino y nacido en Arabia Saudí con el nombre de Al-Abidin Huséin, fue la primera persona torturada por la CIA en el marco de este programa.

Fue capturado en 2002 en Pakistán bajo la sospecha de ser uno de los "cerebros" de los atentados del 11 de septiembre y de ser "el número tres o cuatro" de Al Qaeda después del fallecido Osama Bin Laden. Sin embargo, esa versión ha sido puesta en duda por ex miembros de la CIA y el FBI, que han rebajado la importancia de su papel.

Tras su detención, Zubaydah fue encerrado en prisiones clandestinas de la CIA en Tailandia y Polonia, donde permaneció entre 2002 y 2003, según consta en el informe del Senado estadounidense.

El gobierno de George W. Bush (2001-2009) lo trasladó a la cárcel de la base militar de Guantánamo (Cuba) en septiembre de 2006 y aún no se han formulado cargos en su contra.

Además, diferentes administraciones han bloqueado sus peticiones para salir provisionalmente en libertad.

Algunos jueces del Tribunal Supremo han cuestionado la decisión del gobierno de Biden de mantener a Zubaydah preso en Guantánamo 15 años después de su ingreso en esa prisión.