En 2020 se perdieron un millón 870 mil ocupaciones en Chile y 700 mil fueron suspendidas de forma temporal, como uno de los efectos de la crisis sanitaria. De ahí que se adoptaron medidas para ir recuperando los empleos, junto con el fomento de la inversión pública y privada, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas y la agilización de la acción estatal. Era esperable que los efectos de la emergencia se traducirían en el cierre de empresas, en el desempeño a media marcha de otras, en una baja en las actividades productivas y en el aumento de la cesantía. Ha sido un duro golpe que ha afectado a todas las economías en el mundo. El menor crecimiento, sobre todo durante las cuarentenas, incidió en un alza del desempleo, debido al cierre de empresas y la menor actividad.

Pero a partir de este año ya se ve mayor crecimiento de la actividad productiva y ocupaciones. El Índice Mensual de Actividad Económica creció 20,1% en junio; 18,1% en julio y 19,1% en agosto, comparado con iguales meses de 2020. La tasa del desempleo alcanzó 8,5% en el trimestre junio-agosto, con una baja de 4,4 puntos porcentuales respecto de iguales meses de 2020. Además, un sondeo del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica reveló que el 78% de los empleos que se perdieron por la pandemia ya se han recuperado y restan 528 mil puestos de trabajo por cubrir para llegar a los niveles anteriores.

El año pasado, en la fase más crítica de la pandemia, el país tuvo tasas de desocupación de dos dígitos, que este 2021 comenzaron a revertirse. Y hay algunos indicadores que permiten proyectar que la situación económica y laboral seguirá con avances. La economía chilena da muestras de una importante reactivación, lo que ha significado que se han elevado las proyecciones de crecimiento para Chile.

Se prevé que en el último trimestre de este año debiese notarse con más fuerza el efecto vacunas, provocando un repunte en el mercado laboral, con la apertura de actividades y la recuperación de los consiguientes empleos. En la medida que se vaya superando la emergencia se necesitarán esfuerzos enormes, disciplina y trabajo de toda la sociedad para iniciar la reapertura de empresas y avanzar en la creación de fuentes de trabajo.

No es ningún secreto que Chile está viviendo una de las crisis migratorias más grandes de su historia, ya que en los últimos tres años han ingresado clandestinamente al país más de 30 mil personas. Los inmigrantes irregulares no sólo son de Venezuela, sino también de Haití, República Dominicana o Cuba, que tienen restricciones para el ingreso a territorio chileno y deben pedir un visado en sus países de origen, algo que, por ejemplo, para los venezolanos es imposible de obtener.

Según fuentes del Dpto. de Extranjería, al 31 de diciembre de 2020 la mayoría de la población extranjera en el país se concentra en la Región Metropolitana, en donde residen 905.681 personas, equivalente a 61,9% del total país. Le siguen Antofagasta, Valparaíso y la Región de Tarapacá. Es importante señalar que las regiones que presentan mayor crecimiento relativo en el periodo 2018-2020 son Magallanes (25,1%), Biobío (23,8%) y Los Lagos (22,5%).

Los gremios sabemos que la manera de ayudar a estas familias es tendiéndoles la mano y dándoles las facilidades para que puedan obtener un trabajo digno que les permita mejorar sus condiciones de vida. El valor de la solidaridad y la acogida hacia un hermano debe ser la actitud que mejor grafica a las personas de este hermoso sur. Hace un tiempo hemos tenido problemas para afrontar la ocupación intensiva de mano de obra en aquellos procesos productivos de temporada, por lo que es urgente generar una coordinación pública y privada capaz de resolver de manera efectiva la oferta laboral que se desarrolla en el territorio en los próximos meses.

El llamado que hacemos al alcalde y autoridades es a desarrollar políticas que articulen y generen externalidades positivas con la coordinaciones de las respectivas OMIL, y que los distintos organismos públicos y territoriales logren un acuerdo atingente a las necesidades de nuestro sector productivo que necesita por ahora el capital humano para generar la productividad necesaria en cada uno de los rubros económicos que lo necesiten.

Por ahora nos preocuparemos de dar trabajo con calidad, capacitación y/lo formación a cada una de estas personas que ven en nuestro país una forma de solucionar sus problemas, esperando logren saciar sus necesidades básicas con alegría y fuerte compromiso con nuestro Chile.

Carlos Bustos, presidente de la Multigremial