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hicieron más compleja la temporada pasada, este año los encargados de los huertos ya están conscientes de ello, por lo que están mejor preparados y las estrategias de reclutamiento de personas están mucho mejor pensadas ahora, donde ya se analiza la incorporación de incentivos económicos para atraer a los cosecheros.

Además de ello, hay planes de expandir las ofertas de trabajo a otras localidades, donde antes no se había llegado a mostrar estas oportunidades.

"Pienso que el problema lo vamos a tener igual, solo que ahora somos más conscientes de ello y se pueden hacer más cosas", indicó Poblete.

Además, una estrategia que se va a utilizar es la de perfilar los huertos de mejor manera.

Esto quiere decir que si antes se cosechaba la totalidad del producto, ahora se van a privilegiar los planteles que son mucho más atractivos, con las mejores variedades de frutas para exportar y, las que no tienen ese destino, se extraerán con máquinas.

"El año que recién terminamos, desde el punto de vista de la fruta, fue un buen año, hubo un buen rendimiento, tanto en arándanos, cerezos, frambuesas y frutillas. Fue muy bueno", concluyó Poblete.

Control de la mosca

Otro de los factores que se debe considerar a la hora de la producción de frutas de cáscara blanda, como es el caso de los arándanos o las cerezas, es la presencia en la zona de la mosca de alas anchas o Drosophila Susukii, por lo que los huertos y entidades públicas comenzaron a trabajar en conjunto para su control.

Uno de los participantes en esta iniciativa es Andrés Valdivia, productor de cerezas y propietario de la Frutícola Rupanco, quien se refirió a la importancia y la dependencia que reviste la presencia de esta plaga en los campos de la provincia, que de no tenerla bajo control, la fruta perdería inmediatamente la calidad exigida en los mercados extranjeros a los cuales actualmente llega.

"Nuestra preocupación es máxima, porque nuestra calidad de fruta depende mucho de que esté presente o no esta plaga y por eso está el interés de participar en esta mesa y tratar de difundir la importancia que tiene bajar la presión de este insecto", manifestó Valdivia.

En este sentido, los acuerdos que se han alcanzado entre el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Seremi de Agricultura y los empresarios son el apoyo en el control de la plaga en huertos pequeños, o árboles en jardines, para de esta manera controlar no sólo en las grandes plantaciones que están siendo constantemente supervisadas, donde se elimina rápidamente mediante la instalación de trampas o limpieza.

Sebastián Navarro, profesional del área técnica del Grupo Hijuelas, que en la zona se dedica a la producción de arándanos, señaló que dentro de las estrategias para evitar la presencia de la mosca, la empresa resguardará el perímetro donde se encuentran sus huertos, lo que quiere decir que también llevarán los programas sanitarios en las cercanías para descartar la presencia de esta plaga en sus cultivos.

"Como privados estamos muy enfocados en el control de la plaga, siendo muy cuidadosos en los tiempos de protección y carencia de los productos. Esta temporada vamos a realizar controles culturales complementarios en el borde y perímetros del huerto. También llevamos el programa sanitario de un vecino, a fin de no correr el riesgo de que la plaga llegue por sectores aledaños", expresó Navarro.

Al respecto, el director regional del SAG (s), Luis Alfredo Paredes, destacó la importancia de la mesa formada para proteger a los frutales, ya que la llegada de la mosca de alas manchadas ha significado un riesgo permanente para las exportaciones de la región, además de las plantaciones pequeñas y las caseras.

"La mesa tendrá la función de capacitar y difundir cuáles son las formas de control que permiten disminuir las pérdidas que se pueden producir", manifestó Paredes.

En tanto, el seremi de Agricultura de la Región de Los Lagos, Eduardo Winkler, destacó esta estrategia que implica una alianza entre el mundo público y el privado.

"Con acciones de los pequeños, medianos y grandes productores de frutas, vamos a poder controlarla y convivir con ella, sacando una buena calidad de producción , fruta y un buen retorno para quienes se dedican a esta actividad", concluyó el seremi de Agricultura, Eduardo Winkler.

80% de los huertos de arándanos de la región se concentran en la provincia de Osorno, cifra que está en constante aumento por la excelente calidad de las frutas que crecen en esta zona.

Un incentivo económico es el que se analiza entre empresas frutícolas para conseguir personas que trabajen en la cosecha de esta temporada, ya que se prevé que el reclutamiento será complejo.

3 mil toneladas de arándanos se exportaron en la última temporada