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Frutícolas preparan incentivos económicos y desinfección de huertos para asegurar cosecheros

AGRO. El cultivo de frutas de exportación es cada vez más importante en la provincia, por lo que las dos estrategias fuertes para comenzar la temporada es asegurar la mano de obra y el control de la mosca de la fruta.
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Paola Rojas Mendoza

Frente al creciente mercado de exportación del arándano en la provincia, que pese a la pandemia y las implicancias en las transacciones internacionales ha mantenido sus volúmenes que se dirigen a diversos destinos, como Asia, la Unión Europea y Estados Unidos, es urgente también sostener el nivel de calidad de esta fruta, por lo que en la región se formó una mesa de trabajo para evitar una amenaza permanente como es la mosca de la fruta.

Es por ello que para mantener este volumen, la temporada se está preparando por un lado con la prevención de las plagas de este insecto, denominado científicamente como Drosophila Susukii o mosca de alas manchadas.

Por otra parte, los próximos meses también son clave para los productores frutícolas, en cuanto a conseguir la mano de obra que fue uno de los factores más complejos en la última temporada, producto de la escasez que se atribuyó al aumento de las ayudas estatales.

Conseguir mano de obra

La temporada recién pasada mostró buenas cifras en el caso de los arándanos, ya que los volúmenes exportados de esta fruta alcanzaron las 3 mil toneladas repartidas entre Estados Unidos, Europa y Asia; algo similar ocurrió con las cerezas, aunque se trata de fruta que se transporta a otras regiones y desde allí se certifican para salir hacia otras latitudes.

Las cifras son bastante positivas para las dificultades que se vivieron producto de la pandemia y de otros factores, a lo que el jefe de la Unidad de Frutales de Cooprinsem, Ramiro Poblete, señaló que se mantienen este año.

"La primera condición, que nos golpeó mucho, fue la entrega de subsidios estatales a las personas y eso se mantiene por lo menos hasta noviembre con los IFE", comentó.

El especialista agregó que muchas veces las personas rechazaron las ofertas de trabajo por temor a perder los beneficios, lo que generó una gran incertidumbre para la operatividad de las cosechas.

El otro factor fue la pandemia, donde muchos cosecheros también desistieron de trabajar en la temporada por miedo a los contagios, sobre todo gente mayor con gran experiencia y destreza en la extracción de frutos.

"En varios casos se trajeron extranjeros para la temporada pasada, muchos bolivianos, haitianos también y eso ayudó bastante. Conformamos cuadrillas buenísimas y esperamos contar con ellas nuevamente este año", manifestó.

Pese a los factores que