En alerta se encuentran las autoridades de Salud ante el aumento de casos por contagios de virus hanta registrados. Más aún en esta época del año, cuando la población se halla más expuesta al virus debido al incremento de la actividad agrícola y turística, dado el avance en el Plan Paso a Paso y el desconfinamiento de todas las comunas de la Región, lo que sumado al mejor tiempo posibilita la llegada de visitantes y el aumento de actividades en áreas silvestres, que es justamente donde habita el roedor transmisor de la enfermedad, conocido comúnmente como "ratón colilargo".

Por esta razón se hace necesario que la población más expuesta a este virus, especialmente aquella que habita o trabaja en zonas rurales, así como las familias que realizan actividades al aire libre en zonas boscosas, adopten medidas tendientes a evitar el contagio.

Y para ello hay una serie de recomendaciones básicas, como manejar correctamente la basura, evitar que la maleza crezca fuera de las casas en áreas rurales y no internarse en zonas donde posiblemente habite o circule el roedor. Ello, además de reconocer los síntomas de la patología, los que aparecen varias semanas después de haber estado en contacto con el virus, y que se manifiestan con fiebre alta, dolores musculares intensos, dolor abdominal, de cabeza y dificultad para respirar; y en caso de presentarlos, acudir inmediatamente a un centro de salud, ya que una atención oportuna podría ayudar en la evolución de un paciente contagiado.

El hanta es una enfermedad grave, pero si se adoptan medidas preventivas podrían evitarse los contagios. De ahí que la principal manera de enfrentar esta patología es estando informados, y esa es una responsabilidad de todos, especialmente en la temporada que se acerca.

Durante las últimas semanas el alza de los precios de la carne ha estado en el foco de la prensa escrita y televisiva. Muchos se preguntan por las razones que llevan a esta situación, las miradas apuntan muchas veces a los productores de ganado, suponiendo que el productor puede influir sobre el precio de venta de productos cárnicos a consumidor final.

La verdad es que dicha situación en ganadería no es posible. El productor es un tomador de precios. En cierta forma, también lo es la industria, la que responde a los cambios de escenarios de mercado interno, dados por los principales vendedores de carne a público, y las posibilidades que brinda el proceso exportador.

La carne chilena está fuertemente presionada por las importaciones, las que, de acuerdo a Odepa, al mes de julio de 2021 superan un 45% a lo representado al mismo mes de 2020. Los precios del producto importado han aumentado en forma importante. El factor importación, contrario a lo que la mayoría de las personas pueda pensar, es un factor decisivo para la determinación del precio.

Si bien se ha experimentado un aumento de valor de todos los insumos para la producción, también es cierto que la ganadería atraviesa por un período interesante para el desarrollo de más de 100 mil productores a nivel nacional y sus familias.

El desafío es entonces incentivar la producción, con los diferentes modelos existentes en el país, y siempre ligados a la sustentabilidad.

Para Chile es un excelente tiempo para fortalecer las políticas públicas. El cuello de botella es el sector de crianza, por lo tanto las dos líneas deben avanzar a la par: por una parte, haciendo converger el trabajo de fomento y asesoría predial hacia el mejoramiento de indicadores productivos y reproductivos; en el caso de los machos lecheros, tenemos una instancia preciosa, en términos de la posibilidad de crecimiento en el paso de machos desde lecherías hacia el sector de carne.

Las posibilidades de mejoramiento son reales, concretas y disponibles a la fecha. Esperamos poder seguir avanzando de la mano con el sector lácteo, para hacer de Chile un país ganadero próspero.

Sergio Willer, presidente de Corpcarne