Washington: elecciones rusas no fueron "justas" ni "libres"
POLÍTICA. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea y Londres deploraron los comicios legislativos en los que ganó la coalición de Vladimir Putin.
El Departamento de Estado de EE.UU. afirmó ayer que las elecciones rusas para renovar la Duma o Cámara de Diputados, en las que el partido del Kremlin -Rusia Unida- renovó la mayoría constitucional, no se celebraron bajo "unas condiciones justas y libres".
Así se expresó en un comunicado Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, quien criticó "la marginación de figuras políticas independientes" debido a las leyes electorales.
"El uso por parte del Gobierno de Rusia de leyes sobre 'organizaciones extremistas', 'agentes extranjeros' y 'organizaciones indeseables' restringió gravemente el pluralismo e impidió que el pueblo ruso ejerciese sus derechos civiles y políticos", agregó Price.
Lamentó, además, que el Kremlin no permitiera la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europea (OSCE) enviar su misión electoral para comprobar el desarrollo de la jornada electoral, "limitando así la transparencia esencial para unas elecciones justas".
El partido del Kremlin, Rusia Unida, retuvo la mayoría constitucional en la Duma o Cámara de Diputados (por cinco años más), con cerca del 50% de los votos, según informó ayer la Comisión Electoral Central (CEC) tras el escrutinio de casi el 100% de las papeletas en las elecciones legislativas.
"graves violaciones"
Tras Rusia Unida, se ubicó el Partido Comunista con 19,20% de los votos, seguido por el Partido Liberal Democrático (PLDR) del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski (7,47%); los socialdemócratas de Rusia Justa (7,42%) y el partido de nuevo cuño Gente Nueva (5,39%), un proyecto tras el que muchos ven la mano del Kremlin para dividir el voto de protesta.
La Unión Europea (UE), por su parte, lamentó que los rusos hayan votado en los comicios con "limitaciones" y con presiones sobre opositores y medios de comunicación aplicadas por las autoridades.
Antes de las elecciones, que tuvieron lugar entre el 17 y 19 de septiembre, hubo cada vez más "mano dura" contra los políticos de la oposición, organizaciones de la sociedad civil y medios independientes, así como contra periodistas, aseguró el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.
"Esto resultó en la limitación de las elecciones para los votantes rusos y su capacidad de tener información completa y exacta sobre los candidatos", señaló el político español.
También lamentó "la decisión rusa de restringir severamente el tamaño y el formato de una misión de observación electoral internacional de la OSCE/ODIHR y que haya evitado su despliegue", a la vez que aseguró que la UE "toma nota" de que fuentes "independientes y de confianza" informan de "graves violaciones".
El Gobierno del Reino Unido, en tanto, consideró que las elecciones representan un "grave paso hacia atrás en las libertades democráticas" de Rusia.
Voto electrónico
Las sospechas de fraude a favor del oficialismo incluyeron denuncias que van desde el relleno de urnas hasta la votación forzosa de militares y empleados públicos, y la manipulación masiva del voto a domicilio.
Los 2,5 millones de votos emitidos telemáticamente acabaron por inclinar la balanza en favor de los candidatos oficialistas en varias circunscripciones, especialmente en Moscú, donde el encarcelado líder opositor Alexéi Navalni cuenta con un gran número de partidarios.
La presidenta de la CEC, Ella Pamfílova, aseguró que el ruso es "uno de los sistemas electorales más transparentes del mundo", admitió la anulación de más de 26.000 votos en 35 regiones y ordenó cancelar los resultados locales donde surja "la mínima duda".