Talibanes dispersan manifestación de mujeres con disparos y gas lacrimógeno
KABUL. Mujeres afganas salieron a las calles por tercer día consecutivo para exigir que les devuelvan sus derechos. EE.UU., en tanto, sospecha que en el caos de la evacuación algunos insurgentes pudieron haberse "colado" como refugiados sin papeles.
Ayer Afganistán vivió su tercera jornada consecutiva con mujeres protestando en las calles, pero fue la primera vez en que los talibanes perdieron su aparente calma y dispersaron de manera violenta una manifestación en Kabul, donde ahuyentaron a las mujeres con gases lacrimógenos y disparos al aire.
Las afganas iniciaron una marcha desde el Ministerio de Relaciones Exteriores hacia las puertas del Palacio Presidencial y fueron detenidas por los talibanes en medio de la calle. Profesionales de la prensa también participaban de la manifestación.
"Nos impidieron continuar la marcha y dijeron que no está permitido ir hacia la puerta del Palacio Presidencial", dijo a Efe una de las organizadoras de la protesta, que pidió el anonimato por temor a represalias.
Imágenes de medios nacionales mostraron a talibanes discutiendo con las mujeres que protestaban, haciendo gestos para que se fueran y hablándoles por megáfono a la altura de la cabeza, mientras intentaban arrinconarlas en la orilla de la calle, todo con la férrea oposición de las mujeres, que arriesgan su vida al desafiar al movimiento islamista.
"Usaron disparos y gases lacrimógenos para dispersarnos, incluso si cinco mujeres se reúnen en un lugar para protestar las dispersan", agregó y aseguró que una de las manifestantes sufrió una herida en la cabeza durante los altercados.
Jornadas de protesta
Esta es la segunda protesta de mujeres que se lleva a cabo en Kabul en los últimos dos días y la tercera desde que los talibanes tomaron el control de casi todo el país, después de que una veintena de afganas se congregaron el jueves en Herat para reclamar sus derechos en el nuevo régimen.
Las protestas buscan que los talibanes den "a las mujeres una participación significativa en todos los aspectos de la vida, incluida la toma de decisiones y la política", explicó Samira Khairkhwa, otra de las organizadoras de la protesta de ayer.
La activista agregó que las manifestaciones de mujeres continuarán. "Así será hasta que los talibanes acepten nuestras demandas, no nos quedaremos calladas ni nos encerraremos en las casas", aseguró.
Los islamistas prometieron que su Gobierno será "representativo", pero en el caso de las mujeres los líderes fundamentalistas pidieron esperar para ver cuáles serán las nuevas directrices, aunque hace algunos días un representante talibán descartó que mujeres formen el futuro Gobierno.
Las afganas defienden que en los últimos 20 años tuvieron grandes logros en derechos y educación, por lo que no permitirán ser relegadas.
Los talibanes, mientras, siguen sin definir un Gobierno y la economía continúa desmoronándose, por lo que en la última jornada decidieron reabrir la bolsa de valores más grande del país después de permanecer cerrada por más de dos semanas.
"El mercado de Shahzada se abrió para las operaciones de cambio y para los empresarios", anunció el vocero oficial talibán, Zabiullah Mujahid, quien espera que la reapertura tenga un impacto positivo en la incierta economía del país.
Caos con refugiados
En el bando antagonista, un reportaje de The New York Times, reveló el caos que enfrenta Estados Unidos tras la frenética evacuación que realizó desde Kabul.
El país extrajo a miles de personas sin lograr corroborar datos personales o necesidad de visado de muchos de ellos, mientras que muchos niños fueron evacuados incluso sin saber quiénes son sus padres.
"Los talibanes cambiaban sus criterios de control día a día, a veces hora por hora" en el aeropuerto, reveló un alto funcionario del Departamento de Estado de EE.UU. que habló bajo anonimato.
La confusión podría haber permitido que insurgentes se colaran entre refugiados, dado que al principio se entregó un código a los afganos autorizados para ser evacuados y "en una hora, todos en la multitud tenían el nuevo pase en sus teléfonos", dijo el funcionario.
Además, entre los evacuados que llegaron a Doha se detectaron casos de covid-19 y un bebé de 19 meses murió por las insalubres condiciones.
15 de agosto se tomaron el poder los talibanes, tras la conquista de Kabul, la capital de Afganistán.
3 protestas de mujeres se han registrado desde la victoria talibán. La primera fue en la ciudad de Herat.