Paola Rojas Mendoza
Una compleja situaciónvive la comuna de San Juan de La Costa debido a la escasez hídrica que no ha permitido la recuperación de las napas, por lo que su principal fuente de ingresos, como lo es la pequeña agricultura y ganadería, se ha visto severamente afectada.
Pese a que la región fue declarada en abril de este año en estado de emergencia agrícola por la falta de agua, los pequeños agricultores consideran que hay demora en las ayudas que traería consigo esta condición, no obstante, desde el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap) señalan que se han entregado algunos instrumentos financieros, adaptados a las condiciones de las comunidades que allí viven.
Ayudas a largo plazo
El gerente de la Cooperativa de Ovinos San Juan de La Costa, que agrupa a pequeños productores de esa zona que se dedican a la crianza de la raza Kunko, Félix Cancino, señaló que el problema de la sequía afecta en verano e invierno a los agricultores de la comuna.
"No vamos a tener reservas para lo que viene de primavera y verano, porque se viene seco y ahí está la complejidad para la agricultura y a los que yo represento, que son los productores ovinos, a toda la agricultura familiar campesina, que es lo más importante de nuestra zona. Es muy compleja la situación en estos momentos", manifestó.
El agricultor explicó que actualmente los recursos para la producción son escasos y sólo está alcanzando para la subsistencia de las familias.
"En estos momentos nuestras ovejas están tomando agua de bebederos, algo que era impensable hace un tiempo atrás, porque lo normal era que tomaran de los cursos de agua que hay en el campo", comentó Cancino.
El productor agregó que las soluciones, más que ir a corto o mediano plazo, deben pensarse a largo, lo que tiene que ver con inversiones en acumuladores de agua y con praderas más resistentes al estrés hídrico que ahora las afecta.
"Hay programas de Indap que son muy buenos, pero no están pensados en lo que está pasando en este momento con la sequía, entonces la solución tiene que ser más a largo plazo, más que entregar alimentos ahora para la primavera", expresó Félix Cancino.
Hugo Cañulef, también productor ovino del sector Purrahue, camino a la Misión San Juan, también compartió su aprehensión con este tema.
"Estoy muy preocupado por la falta de agua, veo que todo se viene muy complicado. En las últimas temporadas esto ha estado totalmente seco", advirtió.
El agricultor explicó que, en la práctica, la falta de agua le ha significado tener que incurrir en la compra de forraje para sus animales, lo cual encarece mucho los costos de producción, ya que un fardo pasó de un precio de $2.500 a $4.500.
Esto se complica más, ya que ahora las ovejas están paridas, por lo que la alimentación es mucho mayor. "Tuve que comprar concentrado, avena y fardos y con eso estoy pasando ahora. La ayuda para San Juan se ha demorado", sentenció.
Problemática local
El director regional de Indap, Carlos Gómez, explicó que en abril de este año se decretó la emergencia agrícola por sequía en toda la región, luego de un proceso en que se debió respaldar esta decisión en base a la escasez hídrica que afectó a la zona en marzo de este año, donde se presentó un déficit de lluvias de 70%, lo que corresponde a un evento extraordinario, condición que es fundamental para establecer este estado en el país.
"Existen ciclos biológicos asociados a la producción y como llovió poco en enero y febrero y ya de frentón en marzo, cuando hay buenas temperaturas y cae agua normalmente, no llovió. Se perdieron esas cuatro semanas clave de ese mes, donde las praderas no crecieron porque no hubo agua. Eso generó un retraso en la producción invernal y los agricultores debieron consumir los alimentos reservados de la primavera anterior", indicó Gómez.
Agregó que en los meses de julio y agosto el crecimiento de las praderas también ha sido muy bajo, lo que ha llevado a que se hayan tenido que tomar algunas medidas de flexibilización por parte del Indap, declarándose la emergencia.
Es por ello que la primera herramienta que se aplicó fue el programa de praderas suplementarias de emergencia, instrumento que se encuentra en el programa de recuperación de suelos degradados, que no requiere análisis de suelos y con el que se pueden hacer prácticas anticipadas, es decir, que el agricultor inmediatamente puede hacer la fertilización y después de eso rendir los gastos a través de un plan de manejo.
No obstante, el director de Indap explicó que en el caso de San Juan de La Costa, muchos pequeños productores que se han visto afectados no pudieron acogerse a este programa porque hay alrededor de un 40% de comunidades indígenas que no tienen sus títulos de dominio regularizados.
"Ellos no pueden postular a este programa, porque está en el marco de la ley y establece que se debe tener regularizado su título de propiedad", dijo.
Para ese caso el Indap adelantó los fondos de financiamiento del PDTI, que tiene 1.230 usuarios, los cuales recibieron un bono de capital de trabajo de 300 mil pesos, para que los pequeños agricultores de esa comuna puedan comprar insumos para el ganado, por ejemplo.
Además de ello, bajaron en 3% las tasas de interés en los préstamos que entrega la institución.
En espera de soluciones
El alcalde de San Juan de La Costa, Bernardo Candia, comentó que el municipio hizo una presentación a fines de junio, en el marco del decreto de emergencia agrícola de la región, donde se expuso posteriormente toda la problemática que afecta a la zona.
"Cuando se declara emergencia agrícola, se está asumiendo que hay una dificultad objetiva desde el punto de vista de la alimentación para la ganadería menor y eso nos permitió justificar a través del informe alfa las condiciones en que estamos actualmente, donde las napas subterráneas no se han recuperado y se prevé una situación bien compleja después de septiembre", concluyó.