Marianne Werkmeister
Ya han pasado algunos días desde el fallecimiento de nuestra amiga admirada Marianne Werkmeister Geisse. La noticia corrió veloz y en todos los hogares donde el arte es una necesaria y vital forma de vida, surgieron lágrimas de tristeza, reconocimiento y gratitud.
Marianne, una mujer admirable por su talento, simpatía y belleza, fue capaz de hacer del arte el gran tema de su vida y quienes la despedimos tendremos muchos motivos para recordarla eternamente.
Son varias las dimensiones y los caminos que su talento artístico eligió para expresarse: desde el Diseño Gráfico, ella fue la autora entre otras muchas obras, de la actual marca gráfica de la Universidad de Los Lagos y del diseño del uniforme actual del Instituto Alemán de Osorno.
Marianne tomó la pluma y el papel para dar cuenta de sus raíces y vivencias de niñez en el fundo "Los Corrales" de la familia, de sus vivencias con sus omis Mimi y Clarita, las estadías en la hermosa localidad rural, refugio de sus padres, sus amores, de su maternidad y lo hizo con singular maestría. Generalmente los escritores no son tan buenos declamadores de sus obras, Marianne era una actriz diciendo sus cosas inteligentes a través de un lenguaje claro y florido. Lo hacía con una sonrisa en su hermoso rostro, a partir de ese momento entrábamos en una especie de magia, en el Museo Surazo, en el Centro Cultural Sofía Hott, en el Centro Cultural de Osorno, en la Feria del Libro y en muchos otros espacios que se transformaban en lugares desbordantes de imágenes y alegría.
Por sus prodigiosas manos pasaron las lanas que generaron maravillosos tejidos en telar, acuarelas, cesterías y, en los últimos tiempos, la orfebrería con hilos de cobre y de plata que le permitieron crear un repertorio imaginario real y lleno de calidad técnica y belleza estética.
Nos regaló, además, el dulce sonido de su voz, no sólo en la poesía, sino también lo hizo en la música, como integrante del Coro de la Iglesia Luterana de Osorno.
Osorno ha perdido a una gran artista, constante, trabajadora, sencilla y colaborativa, entusiasta y de una simpatía que hacía que cualquier encuentro con ella fuera una verdadera fiesta.
Por eso será imposible olvidarla, siempre estará con nosotros a través de sus obras y el recuerdo de los bellos instantes que compartimos con ella.
Cito a Isabel Allende en su libro "Eva Luna": "La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo". Descansa en paz Marianne Werkmeister Geisse.
Jorge Zepeda Araya y Marcelo Álvarez Palma
Una bolsa de gatos
La Lista del Pueblo hoy es sinónimo de escándalos en dimensiones impresionantes. A las renuncias presentadas por los constituyentes de la lista (hasta el momento son 14 bajas), se suma una bochornosa subida y bajada de candidaturas presidenciales y la insólita inscripción de Diego Ancalao con 23 mil firmas visadas por un notario fallecido.
Sin embargo, sorprende la falta de instrumentos legales para indagar lo que sucede en este grupo, que funciona como un partido político (imitando en su corta vida las peores prácticas que hemos visto en décadas), pero sin asumir las responsabilidades de uno. Por ejemplo, ¿cómo se financian?.
Esperemos que la querella criminal que presentó la hija del fallecido notario Patricio Zaldívar, por el delito de falsificación de instrumento público, sea el inicio de una investigación que desenmascare a una lista que representa lo peor del "pueblo".
Simón Catalán, abogado
Cuarta revolución industrial
La cuarta revolución industrial está cambiando el futuro del trabajo de una manera mucho más dramática de lo que lo hicieron sus predecesores.
El concepto, utilizado por el alemán Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, hace referencia a la convergencia de tecnologías que permitirán automatizar procesos, gracias a la recolección y procesamiento de datos. Esto traerá consigo desafíos para los que deberíamos prepararnos.
La cuarta revolución industrial del siglo XXI es completamente diferente, ya no se basa en el reemplazo de la fuerza laboral, sino en el de la inteligencia laboral humana por la artificial.
La automatización puede mejorar las decisiones de producción en el campo industrial con el plus de no perder utilidades, tiempo ni desgaste laboral por el pago de vacaciones, ni problematizarse por el sistema de pensiones o licencias médicas.
Ante el avance de la ciencia y la tecnología, parece que nos obliga al reemplazo del factor humano. Expongo la palabra "parece", porque la tecnología no es independiente de nuestra racionalidad.
Andrés Gómez