Las enfermedades cardiovasculares son la causa de casi un tercio de las defunciones en nuestro país. Y cada año en el mundo fallecen poco más de 17 millones de personas debido a enfermedades cerebro o cardiovasculares, lo que habla de la importancia que tiene la atención oportuna de las causas de estos males. El principal riesgo de la enfermedad cardiovascular es que usualmente no presenta síntomas y que los hábitos cada vez más sedentarios de las personas, así como la mala alimentación y estimulantes adquieren relevancia en las causas de esas patologías. Las enfermedades al corazón y al sistema circulatorio se han convertido en trastornos silenciosos pero claramente mortales. Sólo en el caso de la hipertensión, uno de los principales factores de riesgo se presenta como uno de los desafíos de salud pública importante del país y eje para programas que buscan evitar muertes prematuras, debido a su difícil diagnóstico y a la prevalencia creciente en la población.

En el último año y medio, los sistemas de salud han debido preocuparse preferentemente de los contagios de covid-19 y sus consecuencias, y quedaron en segundo plano patologías de cáncer, enfermedades digestivas y neurológicas, entre otras.

Es necesario crear conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares, sus causas, efectos y prevención. Los médicos destacan tres aspectos fundamentales para cuidar este órgano: una alimentación sana, realizar actividad física adecuada y llevar una vida que controle el estrés y la presión arterial. Cada uno de estos puntos plantea desafíos en términos de salud y en políticas que ayuden a promover la vida sana.

El Estado aprobó hace unos años la legislación de control y rotulación de alimentos, poniendo especial atención en el sodio y la venta de alimentos saludables en los colegios. Pero también en el hogar, los padres tienen una gran labor por cumplir y si allí no mejoran las conductas alimenticias, los avances serán escasos.

El pasado 26 de agosto se celebró el Día de la Educación Técnico Profesional (TP), hito que este año se extendió a toda una semana de actividades que relevaron su importancia para el desarrollo de jóvenes y familias de nuestro país. Según datos del Mineduc, la Educación TP a nivel nacional representa el 37% de la matrícula de Tercero y Cuarto Medio, de los cuales el 47,4% son mujeres y 52,6% son hombres.

Este sistema de enseñanza en los últimos años se viene fortaleciendo gracias al compromiso de los sectores público y privado, y hoy constituye una interesante opción como instancia de aprendizaje más conectada con las necesidades del mundo de actual y del futuro.

Los jóvenes de la Enseñanza Media Técnico Profesional tienen la posibilidad de formarse en una especialidad que facilite tempranamente su inserción laboral, e incluso los estudiantes de algunos establecimientos pueden alternar entre sus salas habituales y espacios de aprendizaje en Instituciones de Educación Superior y de empresas. También sirve de antesala a la articulación con programas de estudios dictados en la Educación Superior Técnico Profesional, que conecten sus trayectorias o especialidades ya iniciadas en sus liceos.

En esta semana, tan significativa para una institución como Inacap. mediante diversas acciones destacamos el sello de la innovación y el emprendimiento como motor de transformación en un contexto de digitalización, de fomento de la empleabilidad y de desarrollo país, en sintonía con el contexto de pandemia y los desafíos que la Educación Técnico Profesional tiene hacia el futuro.

Lo anterior obedece a una de las líneas de trabajo pertenecientes a la Estrategia Nacional Formación Técnico Profesional del Mineduc, que considera a la innovación y el emprendimiento en un sitial de vital importancia. Esto, a su vez constituye uno de los atributos que buscamos potenciar en el Sello del Estudiante Inacap de nuestro Modelo Educativo Técnico Profesional.

Dicho esto, creemos que este hito es un momento propicio para destacar la trayectoria de Inacap y nuestro compromiso con seguir fortaleciendo una Educación Técnico Profesional de excelencia, entregando herramientas para que jóvenes sean agentes de cambio mediante soluciones innovadoras que respondan a las necesidades de desarrollo de los territorios y las personas.

Maylin Zárate, directora académica de Inacap sede Osorno