Los precursores del transporte de pasajeros en
La familia Tuchie fue pionera en ofrecer el servicio a medida que la vía se iba concretando.
Texto y fotos: archivo diario El Austral de Osorno
el camino al mar
Viajar a la costa osornina hoy lleva, en promedio y con el camino U-400 medianamente despejado, menos de una hora en vehículo. El Océano Pacífico está casi "al lado" de Osorno y las familias van por el día a disfrutar del aire marino. Pero hasta los años '80 llegar a las playas de Maicolpué, Pucatrihue y Bahía Mansa era toda una travesía. Las micros demoraban más de dos horas por aquella vía de ripio, polvorienta en el verano y con barro en el invierno.
Sin embargo, una familia de valientes y visionarios "amantes de las máquinas" se aventuró desde los inicios mismos del camino en la década del '50 a prestar el servicio de transporte de pasajeros hasta el mar: la empresa de buses Tuchie.
La historia de la firma osornina, desaparecida en 2010, se remonta a 1920, cuando Jacob Tuchie comenzó a trabajar con su pasión de toda la vida: los vehículos. "Todo se inició con algunos contactos", indicó Guillermo Tuchie (el empresario falleció en 2010), hijo de Jacob, en una entrevista con el diario El Austral en agosto de 2001. Su padre tenía un amigo, Arcadio Arriagada, que vivía en Pichilcura, San Juan de la Costa, quien le sugirió realizar un recorrido por esos lugares con sus máquinas. "La idea fue aceptada y se tomó un acuerdo con los padres franciscanos que residían en el lugar para hacer un viaje una vez a la semana", relató.
Corría 1936 cuando se iniciaron los viajes a la Misión San Juan de la Costa. Para ello se utilizaban las camionetas comúnmente llamadas "burritas", que eran acondicionadas para transportar a 12 personas.
En 1947 apareció en esta historia Oscar Mancilla, quien también se había embarcado en la aventura del transporte rural y tenía un recorrido hacia la central de Huilma. Era dueño de una micro marca Chevrolet de 1938 hecha de un camioncito de 19 asientos. Llegó a un acuerdo con Jacob Tuchie donde permutó su micro por una Ford de 1941 y además intercambiaron los tramos: Mancilla se quedó con el recorrido a la Misión San Juan hasta 1975 y viceversa.
Nació un sueño: el Camino al mar
En 1948, un descendiente de alemán, dueño de un fundo ubicado en las cercanías del recorrido, tomó contacto con Guillermo Tuchie. Le ofreció ampliar los viajes hasta su predio agrícola. "Me dijo 'hacemos que la góndola llegue hasta aquí y así no presto mis bueyes para que se le hagan pedazos las patas en el maicillo'. El alemán era Carlos Follert (alcalde de Osorno entre 1953 y 1956; y diputado por Osorno y Río Negro entre 1961 y 1965. Fue, además, uno de los impulsores del camino al mar), ahí lo conocí", recordó Guillermo Tuchie con este medio.
En 1950 se lograría un paso gigantesco en la aventura de llegar al mar: Hugo Dimter, juez del distrito, sugirió la idea de hacer un camino hasta la costa. "Yo me largué a reír cuando escuché eso por primera vez. Yo miraba un monte tan cerrado, que pensé que hasta el león tendría miedo de meterse por ahí. Pero la idea tomó cuerpo y se formó el Comité Pro Camino al Mar", apuntó Guillermo Tuchie en la edición de 2001.
En aquel entonces existía una erogación del Gobierno conocida como 2x1, que significaba que si los empresarios o la gente interesada en algún proyecto ponía una parte del costo total, las otras 2 iban por cuenta del Estado.
"El Comité se puso con un millón de pesos, de los antiguos. Así se comenzó a construir el camino, a pura pala, picota y carreta. Avanzaban las obras un par de metros y nosotros avanzábamos ese par de metros con nuestras máquinas. Incluso, había una parte donde debíamos bajar del bus, abrir una tranca, pasar, cerrar la tranca y seguir camino".
En 1952 se llegó al control de Carabineros del Cruce Pucatrihue (al lado del río Contaco). El '54 se inauguró el puente Ingeniero Manríquez y con ello las micros Tuchie pudieron llegar hasta la pampa El Manzano, poco antes de las dunas.
Tras la inauguración oficial del balneario de Pucatrihue, en 1955, las micros Tuchie arribaron al balneario de Bahía Mansa, donde ya se estaba construyendo la caleta. Dos años más tarde los primeros vehículos llegaron a la playa de Maicolpué.
"Hemos sido mecánicos de nuestras máquinas y hay que considerar que gran parte de nuestros viajes los hicimos en caminos de tierra. De hecho, hubo un año donde el camino estuvo tan estropeado, que tuvimos que inventar un sistema de garras para los neumáticos. Las hacían los herreros y se fijaban a las ruedas para transformar los vehículos en una especie de tractor con pasajeros", contó sobre aquella odisea.
Invitado en la comitiva
Diecisiete años tenía Guillermo Tuchie cuando le tocó encabezar la comitiva de vehículos hacia Pucatrihue. Manejando un camión adornado con guirnaldas, se convirtió en el primer osornino en llegar al mar en una máquina con ruedas.
"Fui invitado por las autoridades a la inauguración oficial del primer balneario de Osorno. Vino gente de la Gobernación de Valdivia y otros puntos de la Región. Me designaron para encabezar la caravana, por ser la empresa de mi padre la pionera en viajes a la costa. Adorné mi camioncito con guirnaldas y fui adelante hasta que cruzamos el recientemente levantado puente Manríquez hasta llegar al mar", recordó con orgullo Guillermo Tuchie, a quien Osorno también debe agradecer por su aporte en la gesta de llegar al litoral.
En la imagen, de 1984, se observa una micro Tuchie que sube penosamente la cuesta de Bahía Mansa cubierta de barro.
Los buses al mar tomaban pasajeros en avenida República.
Dos modelos de micros Tuchie que llevaron gente a la costa.
Uno de los buses de la empresa en plena Ruta U-400 al mar.