Nicole Kidman se viste de escalofriante anfitriona en "Nine Perfect Stragers"
STREAMING. La serie de ocho capítulos se estrena mañana en la plataforma Amazon Prime Video.
Agencias
Un exclusivo centro de salud y bienestar que promete la recuperación y transformación en diez días, en el que una gélida Nicole Kidman actúa como maestra de ceremonias, es el escenario en que transcurre "Nine Perfect Strangers", nueva serie que se estrena mañana en Amazon Prime Video.
Una novela de la autora australiana Liane Moriarty es la base para crear una historia que aspira a convertirse en una de las producciones del año. Para ello lleva la firma del guionista David E. Kelley (junto con John Henry Butterworth), autor de las adaptaciones de la multipremiada "Big Little Lies" (ocho premios Emmy y cuatro Globos de Oro) y la alabada "The Undoing", ambas protagonizadas por la actriz australiana.
Rodada en el país de la protagonista, la historia está ambientada en un exclusivo centro de salud y bienestar que promete la recuperación y transformación de los pocos huéspedes que son admitidos, tras haber sido elegidos en un examen milimétrico por la gurú de origen ruso Masha Dmitrichenko, la escalofriante líder de este peculiar lugar de sanación llamado Tranquillum.
Bajo una capa de misticismo celestial, evocada en muchos planos con una luz áurea, Kidman ejerce de súper diosa que todo lo sabe con sus huéspedes. Durante diez días los vigila y les aplica -rozando la ilegalidad- un completo tratamiento que los ayudará a enfrentarse a sus traumas. Porque solo así, a través del dolor y el sufrimiento, se puede alcanzar la curación. "Entréguense a mí", clama.
Demonios múltiples
Los nueve perfectos extraños son personas que han sido elegidas porque sus demonios se complementan. Lidera el grupo la dos veces nominada al Oscar Melissa McCarthy, quien interpreta a Frances Welty, una escritora de novelas románticas en crisis que llega a la clínica devastada, con la vergüenza de haber sido estafada recientemente y con su último manuscrito rechazado.
Fracasado también se siente el ex jugador de fútbol americano Tony Hogburn(Bobby Cannavale), quien se interna en el centro lleno de adicciones y problemas que hacen su vida insostenible.
Michael Shannon (Napoleon Marconi), Asher Keddie (Heather Marconi) y Grace Van Patten (Zoe Marconi) forman una familia herida de clase media que se ha podido permitir el ingreso gracias al gran descuento que Masha les ofrece y que entran arrastrando una dura pérdida, llenos de heridas abiertas, culpa y arrepentimiento. Pronto se descubrirá que la gurú los eligió porque tiene un plan especial de curación para ellos.
Carmel Schneider (Regina Hall) es una mujer dolida en muchos aspectos que esconde el verdadero motivo de su participación en el tratamiento, mientras que Lars Lee (Luke Evans) encarna a un periodista incrédulo que llega con la excusa de hacer una investigación sobre la clínica pero que pronto mostrará detalles de su oscuridad.
Y por último está la pareja formada por Melvin Gregg (Ben Chandler) y Samara Weaving (Jessica Chandler), dos jóvenes que acuden a Tranquillum a bordo de su Lamborghini y representan a los nuevos ricos sometidos a las redes sociales y las apariencias.
Dos secuaces
Como cómplices de Kidman actúan Yao y Delilah (Manny Jacinto y Tiffany Boone), dos seres que se muestran llenos de paz y calma, pero que pronto mostrarán que también están llenos de secretos, igual que Masha, quien se presenta como la ex directora de una multinacional que murió y renació, cuya vida también es una constante revelación.
En una entrevista con el diario australiano The Sun Herald publicada recientemente, Kidman asegura que Masha la enamoró desde el primer momento en que leyó el libro. "Me encanta la idea de esta mujer que está total y absolutamente comprometida con la curación de otras personas y cree verdaderamente, auténticamente, que puede mostrar un camino a través del dolor, el trauma o cualquier cosa".
La actriz de 54 años habla además de la presión que se vivió en el rodaje, que se produjo entre agosto y diciembre del año pasado y fue la primera gran producción que se grabó en Australia durante la pandemia de covid-19.
"No creo que nos diéramos cuenta de lo que estábamos haciendo", dice. "Si hubiéramos sabido cuán alto era el riesgo en términos de que todo se cerrara y el proyecto se destruyera, no creo que los financistas hubieran corrido el riesgo, ya que jugábamos a la ruleta rusa", añade Kidman, quien también ejerce como productora.