Correo
El hambre de la convención
Lo que a simple análisis pareciera una simple torpeza de la Convención, como lo es decir que los convencionales están pasando hambre, que no tienen recursos para pagarle a sus asesores o que el Palacio Pereira y el ex Congreso no cumplen con las condiciones para trabajar, revela al menos dos cosas que son realmente preocupantes.
En primer lugar, demuestra derechamente una agenda política de contradecir y de pugnar con el Gobierno en absolutamente todo lo que se pueda, aun cuando no sea su labor e incluso si eso pone en riesgo el éxito de su trabajo.
Pero una cosa que sí llama la atención, demuestra una total desconexión (y me atrevo a decir una falta de respeto) de la realidad de los chilenos. Atreverse a insinuar que trabajar en un palacio remodelado especialmente para estos efectos, en la sede del ex Congreso Nacional, y ganar $2.5 millones, son condiciones que no cumplen un estándar mínimo, es una desconexión y falta de respeto. Todo ello resulta particularmente reprochable viniendo de quienes dicen representar el sentir de las personas, a diferencia de una clase política alejada de la gente.
Carlos Oyarzún Concha Mercado laboral
Algunos dicen que la situación del empleo está en franco retroceso. Que hay un déficit de profesionales postulando a ofertas laborales, que el mercado laboral está lejos de reactivarse como es la expectativa que todos tenemos, y que va a ser muy difícil recuperarse de la debacle del Covid-19.
Lo cierto es que, luego de un primer semestre muy movido, que tuvo reactivación en varios sectores -en especial en Energía y Minería-, el mercado laboral actual está sufriendo nuevas grandes transformaciones. De todas formas, pese a la escasez habitual de ciertos perfiles en sectores que se han reactivado o han aumentado mucho su velocidad de desarrollo, como la industria tecnológica, hoy en día no hay un gran déficit de postulantes en el mercado laboral en general.
Esto es porque, más que desaparecer, los perfiles se han ido transformando, ya que hay roles o funciones que han ido variando en su formato original y se han visto en la necesidad de evolucionar para seguir existiendo. La mayoría de los trabajadores han tenido que adaptarse para sobrevivir y es ahí donde vemos de todo, desde gente que fue desvinculada y aprovechó la instancia para reinventarse o emprender, hasta un segmento que hoy está un poco más cómodo con cierto soporte de algunas medidas del gobierno y ha dejado de estar disponible para el trabajo.
Acorde con este nuevo escenario, la mayoría de las compañías han debido implementar alguna política de flexibilidad y bienestar que las haga más interesantes para incorporar a estos nuevos perfiles. Aunque no existe una fórmula perfecta para hacerlo, ya que cada cultura organizacional es diferente, lo que sí es seguro es que las empresas que no muestren flexibilidad en ningún ámbito sufrirán fuga de sus talentos.
Como sea, el panorama de la recuperación de empleos en Chile se ve positivo para el futuro. Parte de ello tiene que ver con el proceso de vacunación, que afecta positivamente las expectativas de una apertura para intentar volver a una constante de productividad pre pandemia. Eso sí, hay que manejarlo con cautela, porque de todas formas sigue habiendo mucha incertidumbre, y, tal como el virus mismo, ésta no se irá en algún tiempo.
Álvaro Parker
Boric y el uso de la violencia
Primer acto: Boric critica el actuar de carabineros contra los mal llamados presos políticos. "La actuación de Carabineros es criminal. Una vez más contra el pueblo".
Segundo acto: Boric relativiza agresiones a su persona teniendo como responsables a los detenidos tras el 18-O. "Sufrimos una agresión menor, frente a la cual solicitamos que no se instaure ningún tipo de sanción"
¿Cómo se llama la obra? Boric y la instrumentalización de la violencia para el puesto presidencial.
Pilar Lorenzoni
Dignidad humana en el centro
Albert Camus anticipaba un problema al señalar que "un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada en el mundo". Al derrocar todos los absolutos y hacer desaparecer toda certeza, nos vemos envueltos en un clima de inestabilidad constante. Una sociedad líquida, donde las ideologías capturan el concepto de persona desde el individualismo o colectivismo, entendido bajo parámetros de conveniencia para alcanzar sus propios objetivos. Alejandro llano nos advertía: "El que sabe lo que es el hombre, sabe por qué se le debe tratar como un intocable. En cambio, el que lo considera como un fragmento del cosmos o un simple factor sociológico, siempre acabará por comportarse de modo humanamente retrógrado y terminará por volver a la más primitiva barbarie". El desafío es volver a llevar la verdadera dignidad humana al centro y sobre ese pilar construir las estructuras sociales alternativas que necesitamos.
Daniel Manchileo Zeballos