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Proyectan que déficit de lluvias en la zona alcanzaría el 50% al finalizar 2021

CLIMA. La cifra de agua caída en lo que va de año marcó 442,2 milímetros, pese a que lo normal a la fecha es de 854,8 mm. Expertos llaman a acelerar el plan de recursos hídricos en la agricultura.
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Andreina Céspedes

Desde comienzos de este año la provincia ha vivido un periodo marcado por la falta de precipitaciones, lo que se ha acentuado especialmente durante el invierno, cuando los registros de agua caída han llegado a niveles muy por debajo a los establecidos los dos años anteriores.

De acuerdo con datos de la Dirección Meteorológica de Chile entregados por el Centro Meteorológico El Tepual, entre el 1 de enero y el 30 de julio, la Estación de Cañal Bajo contabilizó 442,2 milímetros.

Esta cifra representa casi la mitad en comparación al mismo rango de 2020, cuando hubo 824,6 milímetros, así como una disminución de 18,6% respecto a 2019 (543,3 mm), teniendo como referencia que lo normal a la fecha debería ser 854,8 milímetros.

En vista de esta situación, expertos afirman que en la actualidad convergen factores como el Anticiclón del Pacífico, un centro de muy alta presión instalado frente a la costa chilena. Si bien el escenario hasta finales de año es aún incierto, en los territorios ubicados entre Temuco y Puerto Montt se alcanzaría un déficit hídrico cercano a 50%.

Cambio climático

La sensación de que esta temporada invernal ha sido diferente a otras no dista mucho de la realidad. En el lapso del 1 al 30 de julio de 2021, los datos de agua caída arrojaron 76 milímetros, un descenso de 67,6% con relación a los 234,8 milímetros de 2020, y de 60,02% de los 190,1 milímetros de 2019. En este mes el valor habitual estipulado es de 197,8 mm.

El agroclimatólogo y director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente (Agrimed), Fernando Santibáñez, explicó que "se ha tenido una presencia del Anticiclón del Pacífico, que es un centro de muy alta presión que se instala frente a la costa chilena e impide que los frentes puedan ingresar hasta la costa y se desvían hacia la zona austral. O bien, al chocar con el anticiclón, se mezclan con el aire seco y frío de éste, así que pueden pasar dos cosas: o depositan el agua en el océano, o simplemente se diluyen con el aire más seco, perdiendo su potencial de lluvia".

Santibáñez recalcó que esto no debería estar ocurriendo con tanta intensidad en esta época del año y, de hecho, esperaba que en julio modificara la posición, lo cual no ha ocurrido.

"No sabemos, no hay una respuesta clara, sospechamos que esto puede ser una mala señal del cambio climático. Al parecer el anticiclón se estaría desacoplando de la temperatura del océano, que hasta ahora siempre habían estado muy ligados, y eso podría perjudicarnos en materia de la pluviometría", enfatizó.

Entre las razones también figura la oscilación antártica. Se trata de un patrón climático que detalla el desplazamiento norte-sur del cinturón de los vientos del oeste, que circulan alrededor de la Antártica.

"Hemos tenido una oscilación antártica muy retraída hacia el polo. Esto no quiere decir que eternamente se producirá esta conjugación de factores negativos, no necesariamente ocurrirá todos los años", manifestó.

Repercusiones

Aunque esta condición es inusitada, cambiante y está en constante evaluación por los profesionales en el área, ya anticipan la probabilidad de que las escasas precipitaciones o muy débiles se mantengan hasta el cierre del 2021.

"Este año lo vamos a terminar con déficit, eso ya es un hecho. Con las proyecciones, estábamos un poquito más optimistas, pensábamos que sería de 30%. Probablemente entre Temuco y Puerto Montt finalizaremos con cerca del 50%. En 2019 estuvimos con un escenario bastante crítico, pienso que este no debería ser tan agudo", afirmó Santibáñez.

En lo que se refiere al sector agropecuario, principalmente a los cultivos y las praderas, la cantidad de agua caída hasta ahora ha sido suficiente. Sin embargo, la preocupación está en la posibilidad de una primavera o veranos muy secos.

Frente a los avances del cambio climático, el tema de la adecuación en el rubro se ha convertido en uno de los puntos prioritarios, debido a la necesidad de que se genere un plan de emergencia lo más pronto posible.

Rodrigo Bravo, encargado de la Red Agrometeorológica del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia), consideró que "hay que pensar en el mediano plazo que los agricultores vayan tecnificando su cultivo, pensando en medidas de adaptación, porque el mundo ya no es el de hace 10 o 20 años y el sur de Chile tampoco. Entonces, es compleja esta situación que se vive o se podía llegar a vivir si mantenemos este déficit".

En tanto, Santibáñez precisó que se "requiere de una reacción, un plan de contingencia que ponga a buen resguardo. Esto significa un programa de gestión de recursos hídricos muy bien estudiado, basado en las ciencias, mucha ingeniería. Creo que tenemos las condiciones para abordarlo. A pesar de la declinación de la lluvia, si somos capaces de ajustar las demandas a la oferta, región por región, cuenca por cuenca, las generaciones de más adelante -las dos o tres que van a tener que lidiar con esto- podrán convivir con esta situación razonablemente, pero necesitamos actuar ya y en esto estamos atrasados".

"Hay que pensar en el mediano plazo que los agricultores vayan tecnificando su cultivo, pensando en medidas de adaptación".

Rodrigo Bravo, Investigador del Inia

76 milímetros es el registro de agua caída que se alcanzó entre el 1 y 30 de julio de 2021, muy por debajo de lo normal a la fecha (197,8 mm).