El hambre de la convención
Me causa extrañeza que el foco de las declaraciones de Elisa Loncón sean siempre críticas a la gestión del Gobierno. Ahora señaló que algunos constituyentes han bajado de peso porque no existen las condiciones para poder almorzar. Lo extraño es que el subsecretario Máximo Pavez publicó imágenes de las instalaciones que Loncón dice que no existen.
Quizás el hambre al que se refiere la presidenta es más política, porque es extraño que recién a un mes de la instalación de la convención se lograra ampliar la mesa directiva, la cual aún falta por confirmar que continúen posponiendo sesiones del pleno y limitando el acceso a la prensa. Quizás debería distribuir mejor su tiempo para comer, porque para tener reuniones con otros entes y dar entrevistas sí que tiene de sobra.
Francisca Herrera, Cientista política
El silencio del Colegio Médico
Por mucho tiempo escuchábamos todos los días alguna declaración nueva del Colegio Médico (Colmed) en contra de las medidas sanitarias, poniendo especial énfasis en atacar al ministro Paris. Esto llevó a una interpelación dirigida por el diputado Miguel Crispi, quien justamente tiene lazos familiares con la presidenta del gremio en la Región Metropolitana.
Pero ahora que las cifras mejoran de excelente manera y no hay más declaraciones: ¿será que se les acabaron los argumentos para criticar o sólo era una estrategia para obtener réditos políticos? Bueno, dado que tampoco hablan para felicitar las medidas, se da por entendido que el silencio otorga.
Josefa Hernández, funcionaria de la salud
Al "debe" con la inclusión
La conmemoración de los derechos de las personas LGBTIQ+ no ocurre solo en junio. Un estudio reciente que realizamos en Argentina, Perú, Ecuador y Chile para medir la violencia en los espacios de trabajo en dicha población, reveló datos alarmantes y decepcionantes. Cerca de un 55% de las personas trans y no binarias de estos países manifestó sufrir o haber sufrido una situación de violencia o acoso en su lugar de trabajo, las cuales variaron entre acoso u hostigamiento sicológico, insultos, agresiones verbales, daño a su reputación, aislamiento, humillaciones y descalificaciones. Esta tendencia se repitió en el colectivo de personas pansexuales, gays, lesbianas, bisexuales y asexuales.
Todos tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia, pero es innegable que ciertos grupos han sufrido históricamente una discriminación marcada por el simple hecho de su identidad u orientación. Las personas deben desenvolverse con seguridad y libertad en su entorno y siendo el trabajo uno de los lugares donde las personas suelen pasar mayor parte de su vida, es de suma importancia que éstos se vuelvan espacios seguros para la comunidad.
No basta con contratar personas diversas y contar con un protocolo en la organización si es que nadie lo conoce, lo entiende y lo aplica. Debemos avanzar en la educación transversal de todos los colaboradores y empleadores, porque sólo así podemos comprender la importancia y urgente necesidad del respeto y empatía con el otro, esa es la verdadera inclusión, como la palabra lo dice, que todos se sientan parte de o incluidos.
Este trato debe venir especialmente desde las jefaturas, brindando una actitud ejemplar, pues si la cabeza del equipo no se atiene a las normas y da el ejemplo, es difícil que el resto lo haga. Lo mismo sucede con las sanciones, si estos actos de violencia quedan impunes, no hay seguridad de que no se repitan en el tiempo, lo que no solo causará un daño permanente al afectado, sino que lo más probable es que este hecho termine en la renuncia de la víctima.
La participación de todas las personas en el mundo laboral estará asegurada solo en la medida que los espacios sean un lugar donde las personas puedan transitar sin problemas, barreras, ni miradas peyorativas. Hemos avanzado en muchas materias con respecto a la comunidad LGBTIQ+ en el mundo, no dejemos que el mundo laboral se convierta en un espacio de violencia y riesgo para ellos, ni nadie.
María Jesús García-Huidobro, gerente de marketing de Laborum.com
El pueblo
El pueblo es un concepto ampliamente usado en épocas electorales, pero hoy en día no queda claro a qué se refiere cuando es utilizado en múltiples intervenciones que realizan figuras políticas o sociales de distintos sectores ideológicos, los cuales aseguran hablar por o para el pueblo. Algo es evidente con el uso de este término y es que posee una gran ambigüedad que debe ser interpretad en base al contexto y posición del locutor que la emite. En la actualidad electoral chilena existe una competencia por adjudicarse al pueblo, pero al igual que el concepto en sí mismo es posible observar una amplia diversidad en torno a lo que se expresa como pueblo.
Javier González Barría