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situación es similar. El estadio Alberto Allaire se encuentra cerrado desde mediados de marzo del año pasado y los clubes que pertenecen a la asociación sólo están esperando que la situación se normalice para ver rodar el balón.
En el caso del club Arturo Prat, su presidente Gardy Navarro dijo que la institución que representa tiene 103 años de vida. Actualmente son unas 500 personas las que pertenecen a la institución, desde las series menores a los Súper Senior.
"Estamos con muy pocas actividades, así como todos los clubes, porque nos encontramos a la espera de que la situación se normalice para volver. El club se mantiene gracias a la sede que tenemos a un costado del estadio (Alberto Allaire) que en este momento estamos arrendando de manera mensual, entonces con esto nos alcanza para pagar los servicios básicos y las contribuciones y podemos también hacer caja, así es que en lo administrativo estamos bien, pero sin duda extrañamos la cancha".
La gran preocupación, según dijo el timonel del elenco del Prat, es la paralización del trabajo que se estaba desarrollando con las series menores. Porque sin duda todo el trabajo quedó estancado y así como han señalado los presidentes de los otros clubes, todo partirá de cero.
"Es preocupante la situación y lo peor es que no sabemos cuándo podremos volver a entrenar y jugar. Con las series menores es más complejo, porque es difícil mantener a los niños enfocados a diferencia de las series más grandes donde juegan más que todo para divertirse, pero la parte formativa es fundamental", agregó Navarro, quien dijo que apenas esto termine deberán hacer un trabajo para reencantar a los niños para que vuelvan a jugar.
De paso dio que antes de la pandemia estaban ejecutando un proyecto de escuela formativa de fútbol con fondos gubernamentales, donde estaban participando niños de 7 a 14 años, pero no alcanzaron a finalizarlo porque justo se paralizó todo por el tema de pandemia, por lo que Contraloría les recomendó solicitar una prórroga para finalizarlo apenas puedan porque deben rendir cuentas.
A la espera
El club García Hurtado -también de Rahue- hace dos meses aproximadamente cambió de directiva, que ahora encabeza el dirigente Erwin Aros. La institución que tiene 58 años de vida también se encuentra en un receso deportivo a la espera de que la situación pueda normalizarse porque, según dijo el timonel, extrañan volver a jugar.
"En lo deportivo no hemos podido hacer prácticamente nada porque no hay competencias y los recintos no se pueden abrir. Todos estamos esperando poder volver a jugar, pero tenemos que ser pacientes porque hay un tema mayor que es la pandemia", recalcó.
Este club tiene un pequeño complejo deportivo en avenida Real que consta de una cancha de futbolito de pasto sintético y un quincho, el cual en época normal arriendan para poder generar recursos que ayudan a los temas operativos del club.
"En época normal arrendábamos el quincho y también nuestra cancha, además de un espacio grande que en estos momentos la estamos arrendando para una línea de micros. Además se instalaron antenas de telefonía que nos está, ayudando también para poder generar ingresos en este momento tan complejo", comentó el timonel de la institución.
La preocupación del club también pasa por el hecho de que el trabajo con las series menores se ha visto interrumpido pues ha sido difícil mantenerlos motivados porque no pueden entrenar ni jugar.
"Esa es una de las situaciones que más nos duele, porque nuestras series bajas no pueden jugar. Los niños se ven perjudicados más que por un tema deportivo, por lo recreativo, ya que no pueden realizar actividad física, por lo que esperamos poder volver lo antes posible a entrenar y luego jugar", cerró el timonel de García Hurtado, Erwin Aros.
"Esa es una de las situaciones que más nos duele, porque nuestras series bajas no pueden jugar y los niños se ven perjudicados".
Erwin Aros, Pdte. García Hurtado