Modernización institucional al servicio de la justicia
Hace casi 21 años que comenzó a regir gradualmente en Chile la Reforma Procesal Penal, naciendo con ella diversas instituciones que conforman el sistema de justicia penal de nuestro país. El rol persecutor quedó radicado en el Ministerio Público, organismo autónomo que debe dirigir la investigación de los hechos que revisten caracteres de delito de manera objetiva e imparcial, y brindar protección a las víctimas y testigos que participan del proceso penal.
En una mirada retrospectiva podemos constatar la importante evolución que ha experimentado nuestra institución. El periodo de instalación fue un gran desafío para todo el sistema, y por cierto nos demandó la creación de numerosos procesos de trabajo, algunos de ellos incluso inspirados en modelos extranjeros que fueron estudiados con el fin de evaluar su adaptación a la realidad nacional.
Esta etapa de constante generación de procedimientos que nos permitieran dar cumplimiento a nuestra misión, devino al cabo de unos años en una fase de consolidación del Ministerio Público como uno de los pilares en el que descansa nuestro Estado de Derecho, pero también de una profunda revisión de los mecanismos establecidos para la realización de nuestras múltiples tareas. Es así como se fueron estandarizando procesos de tramitación y de atención de usuarios; de gestión de personas; incorporando un mirada inclusiva; de equidad de género, y potenciando la colaboración interinstitucional.
Hoy, bajo la administración del fiscal nacional Jorge Abbott, y a la luz de la carta de navegación que constituye el Plan Estratégico Institucional 2015-2022, estamos transitando por un proceso de modernización que dejará una relevante huella en la historia de la Fiscalía, y que es coherente con las crecientes demandas que nos impone un Estado moderno, democrático, que cobija a una ciudadanía cada vez más consciente de sus derechos.
En efecto, estamos avanzando en la implementación de una Gestión por Procesos, que busca, desde una mirada global, optimizar los resultados de nuestra labor. En este contexto, se ha dado un fuerte impulso al Proyecto Red de Gestión Penal, el cual involucra, entre otras aristas, el uso de tecnología de punta que integrará todos los sistemas actualmente existentes, incluyendo la interconexión con otras entidades del sistema.
La implementación de este proyecto se ha destacado por el aporte y participación de muchos quienes conformamos la Fiscalía de Chile, los que, desde las diversas áreas del quehacer y conocimiento, hemos tenido la oportunidad de plasmar ideas que vayan en la senda de una mejora continua del trabajo cotidiano.
La adecuada planificación basada en estrategias y objetivos claros; el racional modelamiento y diseño de los procesos pertinentes, y el constante monitoreo de los mismos, nos ayudará a optimizar y ajustar de manera permanente las herramientas necesarias para cumplir con el mandato que la Constitución nos ha impuesto. Pero este proyecto y la modernización que conlleva no sólo es relevante porque permite una mejor gestión de los recursos de diversa índole con los que contamos, sino que su real trascendencia radica en que nos permitirá satisfacer de manera más idónea las necesidades de la comunidad a la cual nos debemos, aportando a un adecuado y eficiente acceso a la justicia.
Se ha dado un fuerte impulso al Proyecto Red de Gestión Penal, el cual involucra, entre otras aristas, el uso de tecnología de punta que integrará todos los sistemas actualmente existentes, incluyendo la interconexión con otras entidades del sistema.