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Campamentos: el desafío social que enfrentará la nueva gestión municipal

EN OSORNO. Actualmente, las 965 familias que viven en los 16 campamentos y tomas ilegales requieren apoyo sanitario, mantención de caminos, retiro de basura, alimentos, entre otros, que son fundamentales para quienes habitan en precarias condiciones.
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Verónica Salgado

En 62% aumentaron las familias que viven en los 16 asentamientos irregulares en Osorno, desde finales de 2019, según datos entregados en el Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021 elaborado por Techo Chile y Fundación Vivienda. Esto significa 371 familias más que antes de la pandemia y el llamado "estallido social", cuando había 594 distribuidas en seis campamentos en Osorno.

Son cientos de personas que diariamente enfrentan una dura realidad marcada por la precariedad de sus moradas, insalubridad, por la falta de retiro de residuos domiciliarios de manera adecuada, ya que no cuentan con alcantarillados ni sistemas regulares de agua potable, vulnerabilidad económica causada por precarios sueldos o desempleo, entre otras necesidades que son parte de los desafíos sociales que enfrentará la nueva gestión municipal liderada por el alcalde electo Emeterio Carrillo.

La demanda de viviendas sociales en Osorno es una problemática que se arrastra desde el año 2010, sin que ningún gobierno (Piñera-Bachelet-Piñera) logre resolver la compleja realidad local marcada hasta 2019 por más de 2.500 familias agrupadas en 42 comités de allegados y 594 familias distribuidas en los campamentos Por un Futuro Mejor 3, Ladera Schilling, Buscando Futuro, Bienestar, Pedro Montt y Por un Futuro Mejor.

Esta realidad se incrementó explosivamente desde 2019, al aumentar las familias viviendo en 10 nuevos asentamientos como el Chaurakawin, Dignidad, Los Pinos, Progreso a un Futuro Mejor, Luz y Esperanza, Nuevo Sueño, Folilche, Esperanza Viva, Tierra Nuestra y Suyai. Esta alza significó sumar 371 familias, llegando a un total de 965 que están a la espera de acceder a una mejor calidad de vida y cumplir el anhelo de la casa propia.

Más cercanía

La realidades que viven las familias en campamentos son variadas, donde el factor común es la precariedad de sus viviendas y la vulnerabilidad social. Muchas personas llevan décadas en este complejo escenario, considerando que asentamientos como Pedro Montt y el macro campamento de Rahue Alto, que incluye Por un Futuro Mejor 3 (el más grande de la Región), llevan más de 3 décadas dando refugio a varias generaciones.

Norma Huenupán, presidenta del campamento Pedro Montt, en Rahue Alto Norte, explicó que las necesidades siempre están presentes, pero resulta fundamental que la nueva administración edilicia tenga una comunicación más fluida y constante con los dirigentes de todos los asentamientos.

"No somos incluidos en muchas reuniones informativas, lo que esperamos pueda mejorar con la nueva administración, porque esas son las instancias donde podemos transmitir lo bueno y también lo malo que ocurre con nuestra gente. Muchos creen que por ser campamentos tenemos realidades iguales y, sí, hay puntos comunes, pero también grandes diferencias. El tema del acceso al agua es importante para todos y creo que ese siempre será un tema que deben abordar con mayor preocupación los municipios, que son quienes pueden mediar con la sanitaria o mejorar las instalaciones precarias existentes", argumentó la dirigenta.

Agregó que la basura también es un tema de constante preocupación, al igual que los baños, que si bien algunos campamentos cuentan con alcantarillado, igual hay personas con pozos negros en sus patios, lo que en invierno es muy complicado por el colapso a causa de las lluvias.

"La ayuda social (cajas de abarrotes) siempre es necesaria, el apoyo para algunas familias que no tienen recursos para comprar leña para calefaccionar sus hogares o la entrega de materiales de construcción, porque las viviendas no tienen forro ni nada y en invierno con la lluvia y el frío las cosas se complican. Es importante avanzar en una inclusión social que debe partir desde el municipio, porque nosotros no queremos nada regalado, pero sí ayuda, porque si antes de la pandemia era duro, ahora mucho peor. Esta inclusión parte por ser escuchados todos y no sólo algunos", manifestó la dirigente.

Menos burocracia

Ana María Manríquez, dirigenta del campamento Alberto Hurtado, ubicado en el macro campamento de Rahue Alto, considera urgente solucionar el tema del retiro de basuras, donde resulta necesario aumentar el número de contenedores y sacar los desechos mayores (colchones, latas y otros escombros) para evitar que la proliferación de ratones.

"El retiro de basuras ha estado muy lento desde hace un tiempo a esta parte y no tiene que ver con el camión recolector, sino que en pandemia, como en todos lados, la gente genera más basura porque están más en sus hogares. Acá existe un compromiso con el alcalde saliente, pero la responsabilidad está en quienes quedaron encargados. Mejorar los caminos interiores también es una necesidad y si bien no todos los dirigentes quieren alzar la voz, es necesario exponer los problemas para que la nueva administración también sea parte de las soluciones", sostuvo la dirigenta.

Agregó que también hay cosas buenas como la respuesta directa que se entrega en la mayoría de los casos a las necesidades de la comunidad, sobre todo el apoyo social en pandemia, "no por eso vamos a dejar de alzar la voz por querer optar a una vida mejor. Esto no debería ser motivo de molestia ni de la administración saliente o entrante. Es un trabajo conjunto donde los dirigentes siempre serán fundamentales", aseguró Manríquez.

En general, la principal demanda de los pobladores de los campamentos comunales apunta a agilizar y simplificar los procesos burocráticos como, por ejemplo, para optar a subsidios de vivienda, que es la meta de muchas familias que llevan más de una década sin lograrlo, generar instancias de apoyo para encontrar fuentes laborales, mejorar la accesibilidad a la salud primaria, entre otros.

"Lo único que realmente ayudará a que las familias de los campamentos disminuyan y ojalá llegue el día en que no existan, es la construcción de viviendas sociales en la comuna y no cada 10 años, ni entregar subsidios que también son muchos años para hacer efectivo. Ahí la gestión municipal es clave para exigir que esta brecha disminuya, porque los proyectos integrados no son sociales y aquí estamos años esperando", expresó Norma Huenupán, del campamento Pedro Montt.

28 de junio asume como alcalde de Osorno Emeterio Carrillo (DC) junto al Concejo Municipal.