Carlos Schwalm concluye 12 años de gestión y cercanía con el mundo campesino de Río Negro
GESTIÓN MUNICIPAL. El abogado y militante de RN de 41 años dejará a fin de mes el cargo de alcalde luego de tres periodos consecutivos iniciados en 2008, los que estuvieron marcados por su trabajo cercano a la comunidad, diferencias públicas con otros políticos como Fidel Espinoza o Jaime Bertín y un juicio por fraude al fisco del cual fue absuelto en segunda instancia.
El 26 de octubre de 2008, con sólo 28 años de edad, Carlos Schwalm fue electo como alcalde de la comuna de Río Negro, transformándose en aquel momento en el jefe comunal más joven del país. El militante de Renovación Nacional (RN) fue reelecto en el cargo en los comicios municipales de 2012 y 2016, sumando 12 años de gestión que concluyen el próximo 28 de junio, cuando su correligionario Sebastián Cruzat, junto al nuevo Concejo Municipal, asuman el liderazgo comunal.
"Lo más importante de mis tres periodos de gestión fue lograr cercanía con la gente", dijo el abogado en su última entrevista concedida en exclusiva a El Austral de Osorno, donde desglosó su trabajo siempre cercano a los habitantes del mundo campesino, a quienes benefició con proyectos de agua potable, además de avanzar en el desarrollo territorial, infraestructura y fomento productivo por medio de la ruta de las ferias costumbristas rurales de verano.
También abordó los proyectos y metas concretadas, iniciativas pendientes, y por otro lado, a las diferencias públicas que tuvo con el diputado PS Fidel Espinoza y con el saliente alcalde de Osorno Jaime Bertín (DC), además de referirse al juicio que enfrentó en 2019 por fraude al fisco, del cual fue absuelto en un fallo de segunda instancia en la Corte de Apelaciones de Valdivia.
Carlos Schwalm, de 41 años, está casado desde hace 18 años con la también abogada Camila Panadés, quienes son padres de las mellizas Andrea y Mariana, de 17 años. Sus primeros pasos políticos los dio aun siendo menor de edad con un primer acercamiento al Partido Radical, seguido de un fugaz paso por la Democracia Cristiana, para finalmente a los 21 años iniciar su militancia en RN, que se mantiene hasta la actualidad.
Su primer cargo por votación fue como presidente del centro de alumnos de la Facultad de Ciencias Jurídicas en la Universidad Austral de Chile (Uach), donde realizó sus estudios superiores. En 2004 fue electo concejal por Río Negro, donde cuatro años después sería elegido alcalde.
-¿Qué sensaciones lo embargan a un par de días de dejar el cargo de alcalde que ejerció desde 2008?
-Sentimientos encontrados, porque es harto tiempo. Son 16 años consecutivos (4 años como concejal) que han sido una etapa muy importante en mi vida. Cuando partí mis hijas eran muy pequeñas y ahora están terminando su enseñanza media. En estos años se genera una relación muy cercana con las personas, más aún en una comuna chica. Soy pueblerino y orgulloso de eso. La nostalgia es justamente saber que no podrás estar con la gente tan seguido.
-¿Cuál es el sello de cada uno de sus periodos?
-Uff, toda la inexperiencia me llevó a cometer embarradas y eso pasó en mi primer periodo, entonces esos cuatro años fueron de aprendizaje, ímpetu, de querer hacer todas las cosas rápido y ahora en retrospectiva me doy cuenta que varias fueron sin pensar mucho. Ya en el segundo periodo trabajamos bastante en programas pro empleo que se replicaron en otras comunas. En general, quisimos dotar a las personas de mayores herramientas para acceder al mundo laboral y también avanzamos en temas de educación pública, mejorando y construyendo escuelas. Estos últimos 4 años los desarrollamos como un periodo de consolidación de muchas cosas que veníamos trabajando durante años. Siempre fue importante lograr cosas para las personas y creo que mi gestión en estos 12 años estuvo muy ligada al mundo rural. Lo más importante fue sin duda esa cercanía con la gente.
-¿A qué se debe esa cercanía con el mundo rural, con las zonas campesinas, siendo impulsor, por ejemplo, de la primera ruta de ferias costumbristas de verano en distintos sectores?
-De conocer, querer y estar vinculado con la comuna, su gente y realidades diversas. Las autoridades son representantes de las necesidades de la comunidad y nos eligen para resolverlas o anticiparnos a ellas. En una comuna como Río Negro lo primero es la necesidad de acercase y hablar con las personas para encausar sus intereses, porque como municipio tienes que salir a terreno para encontrar los problemas y anhelos de los vecinos. Y trabajar juntos en las soluciones. Este tipo de gestión termina siempre siendo muy valorada. Un muy buen ejemplo de eso son las ferias costumbristas que las personas preparaban y organizaban en sus sectores, fue muy lindo y gratificante. La pandemia dejó eso en pausa, pero cuando termine estoy seguro que seguirán realizándose con el mismo cariño que le ponen los habitantes de cada localidad rural.
Diferencias públicas
-Usted tuvo públicas diferencias con el también saliente alcalde de Osorno, Jaime Bertín (DC), por temas como el relleno sanitario, ¿cuál era la causa de ello?
-Me complica la pregunta, porque no es la idea entrar en conflicto con nadie. Fue en parte porque no nos tomaban mayormente en cuenta. Finalmente, esa forma un tanto personalizada salió muy mal, porque hasta el día de hoy no se resuelve el proyecto del relleno sanitario provincial. Pero debo agradecer a Jaime Bertín que acogió la solicitud para trasladar los desechos domiciliarios de Río Negro a Osorno. En algún momento pensé que por esas mismas diferencias que tuvimos podría no autorizarlo, pero no puso problemas ni trabas y eso se valora, porque cualquier otra solución para nosotros era económicamente imposible.