Covid-19: luces de esperanzas
Los países de todo el mundo se están apresurando a vacunar a sus poblaciones contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19. Chile no es la excepción. Pero todavía ocurren nuevas infecciones a diario. Se necesitan mejores tratamientos para reducir las hospitalizaciones y las muertes, y para ayudar a prevenir la propagación del virus.
El genoma completo del SARS-CoV-2 ha estado disponible para los científicos desde enero de 2020 y desde entonces, las investigaciones científicas no han parado.
En un nuevo estudio, un equipo de investigación dirigido por la doctora Tracey Rouault, del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) Eunice Kennedy Shriver de los NIH, buscó nuevas formas de atacar una enzima producida por el SARS-CoV-2 llamada ARN dependiente de ARN polimerasa (RdRp).
El SARS-CoV-2 necesita RdRp para copiar su material genético una vez que ingresa a las células humanas. Cerrar RdRp podría potencialmente detener la replicación viral y prevenir la progresión de la enfermedad. Los resultados se publicaron el 3 de junio de 2021 en Science .
El equipo de la dra. Rouault se centró en un fármaco llamado TEMPOL que se ha probado previamente para otros usos en personas y no parece tener efectos secundarios graves. Reconociendo que falta mucho camino por andar, pero "Dado el perfil de seguridad de TEMPOL y la dosis considerada terapéutica en nuestro estudio, tenemos esperanzas", dice Rouault. (Fuente: National Institutes of Health, junio de 2021).
Con estos antecedentes científicos y muchos otros más que se están llevando a cabo para salvar a la Humanidad, no podemos los humanos ser indiferentes o no colaborar con todos estos esfuerzos que realizan un gran número de nuestros congéneres en el mundo y en nuestro Chile también, en pro de recuperar los añorados estándares de vida, previos a la pandemia.
Teresa Donoso Bióloga M.Sc
De empleado a emprendedor
Estar empleado tiene beneficios que se disfrutan hasta que comienza a surgir el anhelo de ser emprendedor. Del trabajo dependiente se valora, por ejemplo, contar con un sueldo a fin de mes, días compensados o vacaciones obligatorias, sin embargo, muchas veces son las obligaciones relacionadas al cumplimiento obligatorio de horarios, subordinación a una jefatura o control de quehaceres diarios los motivos que provocan el deseo de independencia.
En este sentido, emprender supone beneficios tales como disponer de horarios flexibles, experimentar un crecimiento de ingresos acorde al crecimiento del negocio y la satisfacción de vivenciar el desarrollo de algo creado por uno mismo.
Pero, como todo proyecto, también supone desafíos, pues las dinámicas de los quehaceres cambian, llevando a asumir responsabilidades tales como autogestión de tiempo, tareas y finanzas, ya que los ingresos generados tendrán que sostener al emprendedor y también la operación y crecimiento de la empresa.
Para llevarlo a cabo disponemos de varios recursos, entre ellos, la información y conocimiento para tomar decisiones. Contamos con herramientas y técnicas de gestión como mapa estratégico, perfil de cliente, modelo de negocios, sistemas de puntos de venta, ERP (sistemas de planificación de recursos de la empresa) o herramientas de ofimática como planillas Excel que ayudan a recopilar, ordenar y analizar los datos que genera la operación de la empresa. Además, sistemas de gestión de contabilidad y finanzas, entre otros recursos.
Emprender supone correr riesgos, por lo que el desafío más importante es conocerlos, comprenderlos y gestionarlos, de manera de asegurar que la puesta en marcha y escalamiento del negocio tenga las mayores posibilidades de prosperar. Estos riesgos pueden estar relacionados con la gestión, toma de decisiones y administración interna de la empresa, además de aspectos técnicos o tecnológicos relacionados con la factibilidad de fabricar o disponer el producto para su venta, o de mercado vinculado al proceso de decisión de compra por parte del cliente.
Con todo, es un cambio que implica asumir desafíos que no son vistos desde la posición de empleado, por lo que sentarse en el sillón de dueño implica vivir afanosos días, que se volverán satisfactorios cuando se comiencen a vislumbrar los frutos.Óscar Gutiérrez, académico Escuela de Ingeniería U. de Las Américas