Maltrato a adultos mayores
La realidad de algunas de esas personas es dramática y pone de relieve la indefensión en la que se encuentran. Según datos oficiales, el número de personas mayores de 65 años en 2019 llegó a 2.260.222 en nuestro país.
Varios organismos han revelado la situación de abandono en que se encuentran algunos adultos mayores y el maltrato que reciben de sus familias. Muchos deben vivir de la caridad ante los escasos recursos, que son el pobre pago de la sociedad luego de una vida de trabajo.
La realidad de algunas de esas personas es dramática y pone de relieve no solo la indefensión en la que se encuentran sino que también lo ineficiente que puede ser el sistema para brindarles una vejez digna. Un aspecto no menor, si se considera que Chile envejece a tasas aceleradas, fenómeno que tiene repercusiones de salud, económicas y sociales que exigirán revisar la forma en la que hemos construido el país y cómo lo haremos en el futuro.
El número de personas mayores de 65 años en 2019 llegó a 2.260.222.
El abandono, el abuso patrimonial, las agresiones físicas, sexuales y sicológicas, son algunas de las tantas formas que puede presentar el maltrato hacia los adultos mayores, lo que constituye un delito sancionado por la Ley de Violencia Intrafamiliar. En estos casos, las denuncias van en contra de los familiares, y muchas veces lo que busca la víctima es una medida para que sus hijos o nietos se alejen de ellos o se vayan del domicilio que comparten. Denunciar de manera formal un hecho ilícito es el camino para frenar las situaciones abusivas, realizar una investigación adecuada de ellas y lograr una sanción efectiva para los culpables.
Las proyecciones indican que a mediados de siglo, ese segmento representará un tercio de los habitantes de un país que está entre los que tienen mayor proporción de adultos mayores. Estos antecedentes llevan a la reflexión respecto a las condiciones en que se desenvolverán aquellos hombres y mujeres una vez que integren el segmento más longevo. No se trata solo de las condiciones que da el sistema previsional o el Estado, con la jubilación y la protección social, que en sí es ya un tema que reclama especial atención.
Nuestra sociedad debe orientarse a una cultura que valore, respete y salvaguarde a los adultos mayores.