"Un fiordo, como sistema semicerrado, no es apto para el cultivo de salmón"
Vreni Häussermann es una destacada científica chileno -alemana que en la actualidad se desempeña como investigadora de la Sede De La Patagonia de la Universidad San Sebastián (Puerto Montt) y sus trabajos, relacionadas con el mar sureño, han sido distinguidos a nivel internacional.
Precisamente, esta labor fue reconocida por la Fundación de Alexander von Humboldt, institución que le acaba de entregar el premio "Friedrich Wilhelm Bessel Research Award", que es un galardón mediante el cual se destaca su aporte a la ciencia y el generar nuevos conocimientos de especies únicas en el mundo.
-¿Qué significa para usted este reconocimiento?
-Para mí, la Patagonia chilena es una región muy especial. Es como el lugar más bonito del mundo para trabajar y por eso la veo que es súper importante de estudiar lo que allí se vive, como la fauna del mar, de la que se conoce muy poco. Al mismo tiempo, este lugar está bajo una presión antropogénica bastante fuerte. Es súper importante que se entienda mejor lo que se tiene para poder usarlo en forma sostenible y a largo plazo. Me alegré mucho con este premio porque es como un apoyo adicional y muestra la importancia de los estudios que se realizan en esta región.
-¿Cómo podría describir la situación en la que se encuentran el mar del sur de Chile?
-He podido observar bastantes cambios en los últimos 20 años. Cuando llegué por primera vez a la Patagonia, hace más de dos décadas, se encontraba bastante virgen, con poca acuicultura. Casi no había, estaba recién empezando y en el Fiordo Comau, que es a donde llegué en 2003 había tres salmoneras chicas y hoy en día hay unas 23 y algunas son gigantes. Entonces, el cambio ha sido bastante fuerte en cuanto a lo observado durante estos años. También observé bastante degradación de los ecosistemas marinos, por ejemplo, en el fiordo hemos realizado una comparación de lo que vive en un punto donde había mucha diversidad en 2003 y lo comparamos con lo que había 10 años después y la abundancia de algunas especies dominantes ha sido reducida en un 75%, ya que hay varias que ya no vimos en este lugar, lo que es una señal de alarma y que muestra que algo está pasando. Algún cambio fuerte que hay que seguir observando. También se descubrió que entre los años 1990 y 2010 la productividad primaria se duplicó, lo que significa que hay muchos más nutrientes en el sistema que antes.
-¿Qué otros aspectos muestran sus indagaciones?
-Hay mediciones de nitrato que muestran que hay un aumento de nitrato en el fiordo en estos últimos 20 años. O entre 10 a 20 años y eso es uno de los problemas que vemos ahora con la marea café, ya que estas ocurren en circunstancias bastante especiales que están asociadas al cambio climático, porque una precipitación baja, y en verano una temperatura elevada del agua, lo que viene de la radiación solar, se generan las condiciones para que se puedan desarrollar este tipo de mareas. Cuando hay suficientes nutrientes. Pero la presencia de nutrientes es algo que aumentamos nosotros, los hombres, porque originalmente habían muchos menos y eso es algo que cambió durante los últimos 20 años con esta intensidad de acuicultura, porque esta actividad además de traer químicos y antibióticos trae muchos nutrientes al sistema y el Fiordo Comau o muchos fiordos, en generan, son sistemas semicerrados, lo que significa que tienen un intercambio de agua bastante bajo. Y por eso si uno coloca nutrientes a este sistema no salen tan fácil como sería en el mar abierto donde hay como mucho movimiento de agua y por eso es mucho más problemático y se produjo esta situación dramática, con esta marea café.
-¿Cuánto afecta el cambio climático en estos problemas?
-El cambio climático tiene efecto en eventos tales como la marea roja, pero es un hecho que ocurre en todo el mundo, no sólo en Chile, porque la marea roja se esté expandiendo, ya que ha más y más fuertes y por más tiempo y esto es algo que observamos especialmente en los últimos años en todo el mundo y que están conectadas al cambio climático, por un lado y a la contaminación, por el otra.
Ello, porque para que crezcan estas algas se requiere de sol, calor y comida. Las dos primeras tienen relación con el cambio climático, mientras que la tercera con la contaminación.
-¿Esto influye en la aparición más constante de la marea roja?
-Son estos factores los que producen que exista más marea roja. Y los años del Niño son más fuertes también y en la Patagonia tenemos la sequía más fuerte, más sol y más marea roja. Son muchos elementos, pero, en realidad, el único factor que podemos influenciar como humanos, a corto plazo, es la presencia de nutrientes porque no podemos cambiar lo que pasa con el cambio climático. Ojalá lo podamos frenar, pero no podemos cambiarlo y por eso lo que podemos hacer para evitar que esto pase es asegurar que existan menos nutrientes en el sistema.
-¿Qué acciones se pueden ejecutar en el fiordo?
-Un fiordo, como sistema semicerrado, no es apto para el cultivo de salmón en forma industrial, porque eso significa gran cantidad de nutrientes que se agregan al sistema y eso es claramente el único factor que puede causar estas mareas. En otros países, como Nueva Zelanda, hace muchos años decidieron no cultivar salmones, en gran estilo en fiordos y en Noruega se está discutiendo el tema, porque es un problema la cantidad de nutrientes que se acumula en sistemas semicerrados, como fiordos.
-¿Cómo analiza el tema de la floración de algas y la muerte de los salmones ocurrida recientemente?
-Ahora murieron los salmones, lo que es un problema para las salmoneras, porque se trata de un daño económico. Pero, lo otro es que como se demoraron bastante para sacar la mortalidad, se descompusieron y el agua que quedó detrás, cuando sacaron los salmones, igual influye porque están descompuestos y eso aumenta la cantidad de nutrientes y la hipoxia.
No temo por los salmones que quedan en el fiordo, sino que por los peces activos, por la vida marina en el fondo del mar, porque ellos no pueden escaparse, ya que cuando muere esta floración de algas, bajará al fondo y se generará una situación de hipoxia y lo único que podemos esperar es que no mueran demasiados. Pero no sabemos lo que puede pasar y no se puede hacer mucho. Ya pasó.
-¿Esta mortandad podría impactar en la muerte de otras especies?
-Sí, porque el que murieran los salmones no es un problema para otros animales, pero sí lo es la floración de algas, porque van a morir. Esto es lo mismo que cuando uno deposita material orgánico muerto al agua, que se comienza a descomponer y se forma como una sopa donde no queda oxígeno. Y eso es un problema para toda la vida en el fiordo.
Políticas
-¿Cómo analiza las políticas de Gobierno para abordar el cambio climático y todos estos temas?
-Hay trabajos en este sentido. Se está tratando de bajar la cantidad de carbón dióxido. Pero yo creo que se tiene que realizar mucho más. Y en acuícultura, por ejemplo, un paso importante es discutir el sacar las salmoneras de los fiordos porque hace casi dos años el Instituto Multidisciplinario de Investigación en Acuicultura (Incar) señaló que el fiordo comau es una zona de alto riesgo para la floración de algas nocivas. Además, en 2019 recomendaron sacar las salmoneras de este lugar porque es un riesgo, así que el que no se discutiera este tema demuestra que no existe suficiente reacción a esta alarma y por eso lo que pasó ahora no es inesperado y por eso necesitamos tomar esto de una forma más seria y ahora, con lo que pasó, yo creo que se comprobó lo que dijo el Incar hace casi dos años, respecto a que hay un problema y que se tienen que sacar las salmoneras de este fiordo.
Pienso que se tiene que comenzar una discusión general sobre qué áreas son aptas para el cultivo de salmones en estilo industrial y para no poner en peligro otros ecosistemas que se encuentran en esta condición, de tener un daño a largo plazo.
-¿Qué falta para abordar el cuidado del ecosistema en nuestro país?
-Mas monitoreos, más discusiones sobre evaluaciones de impacto-ambiental; de chequear antes qué sistemas de verdad son aptos y se requiere de estudios de capacidad de carga y donde en qué regiones sí se pueden hacer estos cultivos de salmón y sin hacer un daño permanente al ecosistema. Hay que realizar más estudios y declarar áreas protegidas hasta no saber con exactitud qué actividad humana puede soportar un sistema y no simplemente hacerlo y ver qué pasa.
-¿Se requiere de una mayor inversión en investigaciones en esta área y de un rol más activo de parte de las universidades?
-Siempre es bueno tener más ciencia; pero en este tema ya sabemos cuál es el problema, ya conocemos lo que pasa en los fiordos, por lo que no es necesario realizar más estudios. Ya tenemos suficiente información para saber que una cierta cantidad de nutrientes causa esta floración de algas nocivas y que estas causan situaciones, de poco oxígeno; por lo que creo que se tienen que decidir acciones y proteger al mar patagónico en la forma que corresponde y con la información que tenemos.
Tiene que existir una discusión con la ciencia de cómo manejamos esta área de forma sostenible. Tenemos la información necesaria para comenzar a debatir y tomar determinaciones y acciones.
-¿Qué le parece el tratamiento que existe del borde costero, en cuanto a sus cuidado?
-Siempre es importante trabajar con los niños, con las nuevas generaciones para crear más conciencia para que todos sepan la importancia que tiene el mar para nuestra vida en general, de cuánto dependemos de la naturaleza para nuestra vida, porque todos los equilibrios depende de una naturaleza sana y por eso tenemos que evitar que el cambio climático y la extinción de especies sigan en la forma en la que están aumentando porque no tenemos otro planeta para vivir, así que tenemos que educar mucho a las próximas generaciones para que comprendan la importancia de la conservación de la naturaleza, para que ellos mismos puedan tener una calidad de vida como la tuvimos las generaciones anteriores.