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Advierten menor presencia policial por cumplir labores sanitarias durante la pandemia

COVID. Dirigentes y autoridades aseguran que el poco contingente de Carabineros está enfocado en la crisis, en desmedro de la seguridad principalmente en sectores rurales. El encargado regional de seguridad explicó que Carabineros mantiene sus funciones territoriales y despliega sus esfuerzos en apoyar en la emergencia sanitaria
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Verónica Salgado

La implementación de las medidas de prevención, control y restricción asociadas a la pandemia del covid-19 ha focalizado los esfuerzos no sólo de personal de Salud y otros estamentos públicos como municipalidades, también se suma personal de Carabineros y Policía de Investigaciones (PDI), lo que se ha ido incrementando con el paso de los meses ya que las funciones que deben ejecutar son cada día mayores y con la misma capacidad humana.

Esta situación ha gatillo que dirigentes y autoridades comunales acusen baja presencia policial en seis de las siete comunas de la provincia (excepto Osorno), situación que se genera por la alta exigencia de la institución policial por apoyar labores sanitarias cumpliendo roles fiscalizadores en aduanas y controles sanitarios en carreteras, apoyo a fiscalizaciones en terreno en zonas en cuarentena para controlar la movilidad de las personas, entre otras labores.

La preocupación de los vecinos, especialmente en sectores rurales, apunta a una mayor sensación de inseguridad frente a la ocurrencia de delitos como en el apoyo a emergencias de distintos tipos en sectores apartados.

Según antecedentes públicos y oficiales presentados por Carabineros de Chile al Senado en febrero de 2020, la provincia cuenta con 612 uniformados para una población de 246.933 personas, es decir, un uniformado por 403 habitantes.

En tanto el desglose comunal evidencia que Osorno cuenta con 376 carabineros para una población de 172.336, lo que equivale a un carabinero por 458 habitantes; en Puerto Octay la dotación es de 29 carabineros, es decir, un carabinero por 318 habitantes; Purranque tiene 47 carabineros, uno cada 449 habitantes; Puyehue tiene 27, lo que da un uniformado por 436 habitantes; Río Negro tiene 42 carabineros, uno cada 341 habitantes; La Costa tiene 13, uno cada 592 habitantes; y San Pablo cuenta con 13 uniformados, uno cada 811 habitantes.

Preocupación

Una de las zonas más afectadas es la comuna de San Juan de la Costa, donde el escaso personal debe cubrir una enorme extensión territorial. Según datos proporcionados por la página web Carabineros.cl en la comuna están operativos dos retenes emplazados en Misión San Juan y Bahía Mansa, los que deben responder a las necesidades de seguridad y orden público de sus casi 9 mil habitantes.

Rubén Llanos, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de La Costa, explicó que los efectivos deben asumir procedimientos en distintos puntos del territorio, donde los caminos no son los más adecuados -lo que se complejiza en invierno- además de las labores sanitarias.

"La realidad del personal policial siempre ha sido insuficiente para todo el territorio, pero en la pandemia esta problemática se ha ido agudizando. Esto porque muchos de ellos deben ir en apoyo de la contingencia en Osorno o acá mismo en San Juan de la Costa. A eso sumamos que el único vehículo policial del retén de Misión San Juan está con problemas eléctricos hace días, por lo que no tienen patrulla y deben andar en un vehículo personal de un efectivo del retén. Eso no corresponde y por todas esas falencias de la institución y del gobierno mismo es que la comunidad se ve afectada", argumentó.

En San Pablo la percepción ciudadana es similar, donde aseguran que el personal policial ha debido asumir responsabilidades sanitarias no sólo en la comuna sino también apoyando en controles carreteros en la Ruta 5 Sur y en la comuna de Osorno. Esto, aseguran, afecta principalmente a zonas rurales donde los procedimientos ajenos a la pandemia son abordados con demora, más aún si son sectores alejados de los dos retenes ubicados en Trumao y Misión Quilacahuin; además de la tenencia que se ubica en la villa.

"Claro, ahora andan preocupados de temas sanitarios como pedir permisos a la gente que va a comprar y entendemos es un escenario complicado como país, pero si antes de la pandemia ya habían pocos carabineros ahora con mayor razón porque los mandan a Osorno, mientras se posterga las labores de seguridad principalmente en sectores rurales. Es algo evidente, porque uno ve que andan carabineros en temas sanitarios", comentó Sonia Mansilla, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de San Pablo.

En Puerto Octay están operativos dos retenes, en Rupanco y Las Cascadas, además de la Tenencia en la villa, cuyos efectivos deben responder al orden y seguridad de casi 10 mil habitantes.

"A la falta de personal policial para labores de seguridad se suma lo precario de sus vehículos, como el caso del retén Rupanco donde pasa en mal estado y claramente esto dificulta el desplazamiento frente a cualquier llamado. Esto es preocupante, porque está bien tener que apoyar el tema de la pandemia, pero cuando llevamos más de un año el gobierno ya debería tener un plan regional que aborde la temática con recursos y personal en Salud trabajando con las dirigentes de cada sector. No obstante, siguen cargando las funciones a Carabineros, funcionarios de Salud y de otros organismos que sí han estado desde el día uno. La única que pierde es la comunidad, más aún en zonas rurales y apartadas", reconoció Margarita Carrillo, presidenta de la Unión Comunal de Puerto Octay.

Complejo escenario

Los jefes comunales de Río Negro, Carlos Schwalm, y de Puyehue, María Jimena Núñez, coincidieron en que existen problemas en la dotación policial en las comunas lo que se agudiza con el avance de la crisis sanitaria.

"La realidad del personal policial siempre ha sido insuficiente para todo el territorio, pero en la pandemia esta problemática se ha ido agudizando"

Rubén Llanos, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de La Costa