¿Paradoja?
Recientemente, una noticia publicada en ABC daba cuenta de la presunta paradoja que era que Chile, con un espectacular proceso de vacunación que se lo quisiese cualquier país, no obstante, con la mayoría de su población confinada y con severas restricciones de movimiento.
Esto no encierra una paradoja alguna. Es parte de la modificación de la estrategia nacional para enfrentar la que es a la fecha la peor fase de la pandemia. Con la barrera de los ocho mil casos diarios rota, fue oportuno implementar un endurecimiento de las medidas, las que por semanas fueron solicitadas por los especialistas de todo espectro. Nada de esto cambia la responsabilidad que cae sobre nuestros comportamientos individuales y nuestras decisiones: el buen gobierno no facilitará el mejoramiento de la situación sanitaria sin la responsabilidad ciudadana de la que tanto se pontifica.
Camilo Barría-Rodríguez
Transición energética exitosa
Tras haber asumido el compromiso de la total descarbonización de la matriz energética en 2040, nuestro país se encuentra en pleno proceso de transición energética. Esto significa reemplazar las fuentes de energía contaminantes, tales como las centrales a carbón, por fuentes limpias, como lo son las energías renovables no convencionales. El camino requiere una visión estratégica, que permita apreciar las oportunidades disponibles y proyectarlas en el largo plazo.
La accidentada geografía chilena, que siempre ofreció dificultades para llevar la electricidad desde la generadora hacia otras regiones, hoy se convierte en una oportunidad para la transición energética. Es así, porque ya es posible proveer electricidad de manera directa mediante Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD); es decir, parques solares que, por su reducido tamaño, se instalan cerca de las localidades o industrias, entregando la electricidad que se necesita mediante una fuente inagotable como es el sol. Esto permite aminorar el impacto ambiental que produce la instalación de líneas de transmisión de energía en nuestra complicada geografía.
Hoy se están instalando parques fotovoltaicos en regiones de la zona centro-sur de Chile. Esto contribuye a descentralizar la generación de energía. En suma, lograr una transición energética exitosa significa no sólo reemplazar el carbón por fuentes limpias, sino también considerar que la generación y distribución de la electricidad se realice de manera eficiente, descentralizada y amigable con el medio ambiente.
Víctor Opazo CarvalloLa otra cara de la pandemia
A un año del arribo del covid-19 al territorio nacional y en plena campaña "Yo me Vacuno" para conseguir la inmunización del 80% de la población nacional, seguimos enfrentando las consecuencias del virus: estragos en la salud física de los contagiados, agotamiento del personal de salud, alta ocupación de las camas críticas y deterioro de la salud mental de los chilenos.
Con una débil trazabilidad, la estrategia sanitaria actual está centrada en la restricción de las libertades individuales y medidas de confinamiento, mientras nos alarma el alto índice de positividad del virus a nivel nacional y el incremento de los decesos. En medio de este escenario ya es posible evidenciar otras secuelas invisibilizadas que afectan en particular a personas portadores de enfermedades crónicas y a grupos etarios específicos como niños, adolescentes y adultos mayores de estratos socioeconómicos vulnerables.
Son ellos los que cuentan con menos oportunidades de acceso a la información, conectividad, digitalización, atención de salud oportuna, educación y con menos recursos para adaptarse a la difícil situación sanitaria actual.
En el caso de las personas con patologías crónicas tienen dificultades para acceder a controles médicos y sus exámenes no se encuentran vigentes, desconociéndose si la enfermedad se encuentra controlada, situación que aumenta la probabilidad de otras complicaciones sistémicas.
Niños y adolescentes han visto alterado su proceso de desarrollo, debido al escaso monitoreo del crecimiento que pesquisa de forma oportuna alteraciones que pueden causar complicaciones a largo plazo. En tanto, adultos mayores han visto incrementadas las enfermedades degenerativas y demencias, y visto comprometida su funcionalidad por falta de actividad física, además el escaso contacto social y familiar ha contribuido al incremento del envejecimiento patológico.
La pandemia no termina con la reducción de los contagios o inmunización de la población, es tiempo de que las autoridades desarrollen programas y políticas publicas orientadas a mejorar la seguridad social, salud y educación, que permitan mejorar la deteriorada calidad de vida de los más desposeídos.
Alejandro Lara, académico de la Escuela de Enfermería, Universidad de Las Américas