El pasado 26 marzo se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, con diversas actividades destinadas a informar a la población sobre la importancia de efectuarse en forma periódica controles ginecológicos, considerando que es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mayores de 35 años, en todo el mundo. Esta enfermedad es causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se contagia por contacto sexual.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una buena parte de la población sexualmente activa sufrirá esta infección en algún momento de su vida. De ahí que el Ministerio de Salud, desde 2014, incluyó dentro del Plan Nacional de Inmunización la vacuna contra el VPH en dos dosis, para niñas de cuarto y quinto básico en todos los colegios. Sin embargo, los estudios indican que los hombres transmiten el virus, pudiendo ser portadores sin tener conocimiento de esta condición. Por ello, se les incluyó en el calendario de vacunación del ministerio.

La aparición del cáncer de cuello uterino es más frecuente entre los 35 a 55 años, pero debido a que el tiempo entre la infección por VPH y el desarrollo del cáncer es de 20 años en promedio, las personas con más riesgo de infectarse son las niñas y adolescentes. Por ello, se recomienda la vacunación a la edad más temprana posible.

Este un virus muy común, pero dependiendo de sus características de riesgo, puede causar en las mujeres más de 70% de los cánceres uterinos y de vagina. De ahí la seriedad con la que los gobiernos han asumido este plan de inmunización. Los especialistas señalan que este cáncer no presenta síntomas hasta que se encuentra ya avanzado, de manera que la prevención es fundamental para evitar que se desarrolle esta enfermedad, que en Chile causa más de 600 muertes anuales de mujeres jóvenes.

La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología ha señalado que aun en medio de la pandemia de covid-19 hay que establecer acciones de concientización, educación y entregar información relevante para evitar este tipo de patología, que es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. Por ello, recomienda la vacunación rutinaria para niñas de 9 a 17 años.

Abril comienza, como ha sido la tónica de los últimos 12 meses, cargado de incertidumbres y temores por parte de la ciudadanía frente a la expansión del Covid.

El aumento de las cifras de contagiados y fallecidos, la carencia creciente de camas críticas y la aplicación de medidas preventivas cada vez menos eficientes en su ejecución y control, conforman un panorama que ni siquiera el exitoso proceso de vacunación ha logrado contener.

En medio de esta crisis, surgen legítimas voces de cuestionamiento respecto de quienes están tomando las decisiones para enfrentar los nuevos y crecientes efectos del virus y sus variantes. En ese contexto, diversos sectores han manifestado dudas acerca de la conformación del comité asesor del Presidente en estas materias.

En la región de los Lagos también hemos sido testigos de la aplicación de medidas centralizadas y poco eficientes para el territorio y de la falta de ayuda. Las reiteradas cuarentenas en la comuna de Osorno, son solo un ejemplo de ellas.

La gran mayoría de la gente no sale a la calle porque quiere, sale porque debe trabajar y sostener a sus familias. No le podemos pedir a los pescadores artesanales, a los conductores de colectivo, a los peluqueros, a los agricultores, a los trabajadores de la gastronomía y el turismo, que se queden en casa esperando que pase el nuevo peak de contagios, si no se les otorga un apoyo económico efectivo. Pero nada de eso ha sido considerado por este comité que no conocemos.

Presentar la nómina del comité a la opinión pública es un acto de transparencia, que a la vez permitiría aliviar la presión y los rumores que existen en cuanto a aquellas personas que, en la práctica, deciden el curso de las estrategias que se aplican a la población y posibilita también determinar en quién recaen las responsabilidades de las determinaciones.

Sobre esa base, he solicitado al ministerio General de la Presidencia se dé a conocer, públicamente, la información sobre los componentes de dicho comité; su ámbito de competencias en lo sanitario, económico y social; su relación con las autoridades ministeriales y de servicios, y su rol consultivo o decisional.

Más que nunca, el país necesita certezas y seguridades. Transparentar esta información contribuye a avanzar en ese camino.

Rabindranath Quinteros, senador Región de Los Lagos