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programan para que se consuman durante febrero.
Sobre cómo los agricultores pueden enfrentar la falta de lluvias en este momento, Keim indicó que básicamente esto se logra utilizando los forrajes conservados, haciendo praderas de un potrero de sacrificio y con eso darles ensilaje.
"En este momento se está cosechando el maíz para ensilaje y, en casos extremos, cuando hay poca disponibilidad de alimentos, esos productores empiezan a dar el maíz recién cosechado para ensilaje inmediatamente, sin esperar a que el silo fermente bien y esté estabilizado. Es algo que tienen que hacer para suplir este periodo de déficit", explicó.
El experto añadió que otra alternativa es el consumo de los cultivos suplementarios de invierno, como por ejemplo la remolacha, la col forrajera o el raps de invierno, lo que lógicamente va a expensas de las reservas de alimentos para el invierno.
Pero no todo es tan negativo en estos momentos, ya que el doctor Keim comentó que en estos momentos el precio de la leche se mantiene alto, lo cual permite a los productores comprar forrajes conservados, sin afectar mayormente su economía, como ocurría en años anteriores, cuando los precios eran mucho más bajos.
Desde el punto de vista del manejo de las praderas, el académico aconsejó no tocarlas porque el crecimiento posterior se va a ver severamente afectado y se prolongará el periodo de escasez.
"Lo mejor es esperar a que vengan las lluvias y fertilizarlas, cosa de tener las praderas listas para que cuando las condiciones de humedad del suelo sean adecuadas, las praderas puedan responder y crecer a las tasas normales para la época de otoño", concluyó.
No es emergencia
En tanto el seremi de Agricultura, Eduardo Winkler, señaló que desde algunos parlamentarios surgió una petición de declarar a la zona en emergencia agrícola, a lo que respondió que es un procedimiento que en el caso de la sequía comprende un proceso más extenso y con varias aristas. La Seremía debe realizar una evaluación que se entrega al intendente, quien a su vez lo presenta al Ejecutivo y desde ahí se solicita al Ministerio de Agricultura.
Es así como en las últimas semanas se reunieron los distintos servicios del Ministerio de Agricultura en la región, a quienes se les pidió distintos informes y en el caso del INIA, uno de carácter agrometeorológico, el que no mostró diferencias con los últimos años, mientras que el SAG no reportó muerte de animales por falta de agua.
"A todas aquellas instituciones que nos solicitaron de alguna forma u otra que se declare una emergencia agrícola o ayuda de parte del Ministerio de Agricultura, les pedimos si nos podían informar de los casos específicos que ellos conozcan respecto a una emergencia agrícola", sentenció.
Winkler explicó que para que se declare una emergencia agrícola debe ocurrir un hecho excepcional y no previsible, donde la situación de falta de lluvia en la región se viene dando desde por lo menos 10 años atrás, además de que este año producto de las lluvias del 2020, se logró hacer una buena cantidad de forraje.
10 años con déficit de lluvias en Verano se vienen presentando en la zona, por lo que ya no es un problema nuevo para los agricultores, quienes deberán adaptarse a este escenario que llegó para quedarse.
Una emergencia Se decreta cuando ocurre un hecho imprevisto y que daña fuertemente a la agricultura de una zona, por lo que en la Región de Los Lagos no se puede decretar este tipo de solución.
Un manejo Adecuado de las praderas se aconseja a los ganaderos para que se puedan recuperar fácilmente en los meses de invierno y así contar nuevamente con el forraje para los animales.