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Nuevas medidas

Los efectos de la pandemia obligaron al Gobierno a tomar medidas para evitar aglomeraciones en eventos religiosos, establecimientos educacionales o gastronómicos. Por ello, el 15 de marzo se suspendieron las clases presenciales a escala nacional, una medida que se extendió pese a que en primera instancia tenía previsto mantenerse hasta 31 de ese mes y que afectaría a 56 mil alumnos de la provincia.

Esta situación obligó a los estudiantes a migrar a plataformas virtuales y, en otros casos, a tener que buscar apoyo en guías proporcionadas por su profesores para continuar el desarrollo de las clases.

Las restricciones desde el nivel central incluyeron además la prohibición de eventos públicos con más de 200 personas y el cierre de fronteras, permitiendo sólo el ingreso de residentes y extranjeros con domicilio en el territorio. Esta disposición incluyó al Complejo Fronterizo Cardenal Samoré, en Puyehue, que cumplió un año de haber recibido por última vez a extranjeros.

En cuanto a los anuncios vinculados al sector gastronómico, el gobernador Mario Bello informó que a partir del 18 de marzo de 2020 entraría en vigencia la prohibición de funcionamiento para patios de comida, mall, pubs, centros nocturnos, entre otros puntos, que recibían un aproximado de 100 personas.

Previamente, varios locales de la zona habían empezado a acatar esta medida como una manera de resguardo a sus trabajadores, no obstante, nunca pensaron lo que les tocaría atravesar en el futuro.

"Partimos con un nudo en la garganta. No imaginé que iba a durar tanto tiempo esta situación. Si bien veíamos el virus lejano, yo tomé la decisión de cerrar días antes con el afán de proteger a mi personal y clientes. No pasó por mi cabeza que íbamos a estar 12 meses trabajando a medias, encerrados prácticamente", contó Bernabé Canquil, propietario de cuatro restaurantes y primer vicepresidente del gremio gastronómico y turístico de Osorno.

Canquil tiene 10 años dedicado a este rubro y es la primera vez que vive momentos de tanta complejidad. De hecho, ha resultado aún más difícil luego del daño que causó a los emprendedores el corte de agua, en julio de 2019, y el denominado "estallido social" en octubre de ese mismo año, de lo que no habían podido recuperarse.

El 2020 dejó una huella de daños económicos y sicológicos que no podrán resarcir en el corto plazo. El martes y jueves pasados, un año después que tuvieron que cerrar, encabezaron una caravana para reclamar los costos que han tenido que asumir para mantener a sus trabajadores, la nula ayuda del Gobierno y las pocas flexibilidades para trabajar.

"No nos queda casi nada de oxígeno, estamos desesperados. Queremos que el Gobierno comprenda que no somos focos de contagio, seguimos todos los protocolos sanitarios, pero somos los más castigados y sin consideración", recalcó.

Contagios y fallecidos

Pese a que se comenzaban a tomar medidas en la provincia, el 17 de marzo de 2020 surgieron rumores sobre el primer contagiado por covid-19 en Osorno. Los comentarios tomaron fuerza en el transcurso del día e, incluso, el gobernador evitó dar información argumentando que era competencia de la Autoridad Sanitaria.

Durante la tarde de ese martes, la seremi de Salud de la región en aquel entonces, Scarlett Molt, emitió la confirmación. Se trató de un ejecutivo del agro, de 53 años y residente en la comuna, que había tenido contacto con un caso positivo en La Araucanía.

El profesional estuvo internado en el Hospital Base San José de Osorno. Sin embargo, como se encontraba estable, lo derivaron para cumplir el tratamiento en su hogar, donde su familia cumplía el aislamiento correspondiente al ser considerada contacto estrecho.

El 29 de marzo, cuando la comuna tenía 80 casos acumulados, el Ministerio de Salud decretó la primera cuarentena (de las cuatro que le tocaría vivir), que regiría a partir del día siguiente y vendría acompañada de un cordón sanitario, con 7 accesos cerrados al radio urbano y 4 habilitados para emergencias o abastecimiento.

En este lapso, específicamente el 4 de abril, el Gobierno confirmó el primer fallecido por covid-19 en Osorno y de la Región de Los Lagos. La víctima de 82 años, quien era un reconocido empresario que fundó una compañía de transporte privado, murió en la Clínica Alemana a causa de una falla multiorgánica ocurrida cinco días después de haberse confirmado su contagio.

El escenario con las atenciones era similar en todos los establecimientos de salud. Loreto Sobarzo, enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Base, contó que para esa fecha ya habían recibido sus primeros pacientes en esta área. Si bien trabajó cuando ocurrió la pandemia de la gripe A (H1N1) en 2009 y 2010, en aquella oportunidad el ambiente estuvo álgido sólo por tres o cuatro meses.

"Recuerdo que cuando comenzó todo, en general, lo vimos a través de la televisión. Nunca pensamos que iba a ser tan masivo. Nuestros primeros usuarios fueron a fines de marzo, había ya los primeros contactos estrechos y de ahí con el tiempo hemos ido creciendo, porque antes teníamos ocho camas y en este momento tenemos 24", dijo.

Sobarzo mencionó que al principio hubo incertidumbre, no obstante, estuvieron capacitados con los protocolos desde el primer momento, tomando las medidas de protección y con una atención estandarizada.

"Recibimos gente que viene muy grave, no solamente con un resfrío o una neumonía, sino con deterioros de diferentes órganos", expresó.